Por qué siempre me voy de rebajas aunque tenga un presupuesto muy estricto

Kamila Barca, editora de Finanzas Personales en 'Business Insider España'.
Kamila Barca, editora de Finanzas Personales en 'Business Insider España'.
  • Las temporadas de rebajas caen siempre en la misma fecha. 
  • Con ese dato, tienes todo lo que necesitas para organizar el gasto en tu presupuesto y darte un capricho cuando lleguen los descuentos. 

Tengo un objetivo financiero muy claro: construir un fondo de emergencia sólido que proteja mis finanzas personales hasta durante 9 meses en periodos de crisis. Con lo que, hasta que lo consiga, tengo un presupuesto personal bastante ajustado y muy poco flexible para gastos innecesarios. 

Que sea estricta con mi presupuesto no significa que no pueda ir a tomarme algo con mis amigos, viajar durante mis vacaciones o irme de rebajas siempre que llega la temporada. Pero para poder hacerlo tengo que establecer un plan de gasto y adelantarme en el tiempo lo máximo posible.

Esta estrategia es complicada cuando no puedes prever un evento, pero las rebajas son como Navidad. Siempre tocan después de Reyes y nada más empezar el verano —aunque algunas tiendas nos tienten constantemente con campañas special prices y similares—. 

Estos son los pasos que sigo para comprar siempre (siempre) en rebajas y no afectar a mi ahorro ni a otros gastos de ocio.

1. Reviso cuánto me gasté en temporadas de rebajas anteriores

Todos los años hago un registro de gastos. Este documento no es más que una hoja de Excel en la que registro TODOS los gastos que tengo cada día (con fecha y tipología de gasto incluida). 

Con esta información, diseño un presupuesto personal para el año siguiente —teniendo en cuenta que algunos gastos pueden cambiar, como el alquiler o la renta—. Entre todas las categorías de mi presupuesto, tengo una que se llama "ROPA", que luego se divide en "De temporada" y "Rebajas"

Sumo lo que me gasto en rebajas en cada época del año, después de Navidad y durante el verano, y ya tengo un aproximado del gasto que tendré en la próxima temporada de descuentos.

Si no tienes un presupuesto personal, aquí tienes un vídeo y una plantilla gratuita de Excel para empezar de cero. 

2. Pienso qué ropa de fondo de armario necesito

Aunque puedo planificar el gasto a partir de lo que me gasté el año anterior —y la cantidad de dinero que me puedo permitir, teniendo en cuenta que no tengo ninguna otra dificultad económica en ese momento—, ajusto aún más mi estrategia de compra para no desaprovechar la oportunidad.

Las rebajas son ideales para comprar ropa que no es de temporada pero vas a necesitar, como trajes de nieve en verano o bikini después de las vacaciones. Sobre todo que puedan servirte de fondo de armario —una camisa blanca, un vestido negro, unos vaqueros...—. 

3. Reparto la cantidad de dinero que necesito entre los meses que quedan para las rebajas

Cuando ya tengo un presupuesto para irme de compras, divido la cantidad de dinero que he calculado entre los meses que quedan para las próximas rebajas

Por ejemplo, a finales de año, cuando creo el presupuesto de los próximos 365 días, calculo que en verano querré gastarme unos 200 euros en ropa de rebajas. Si me quedan 6 meses para junio —que es cuando empieza la temporada de verano— divido 200 entre 6. Esto me daría 33 euros (y pico).

4. Hago aportaciones periódicas a mi cuenta de ahorro o de ocio

Esos 33 euros al mes no me suponen un gran esfuerzo económico. Pero si no los planifico, sacar 200 euros de mi cuenta corriente para gastar en rebajas justo a las puertas de verano podría ser una auténtica aberración para mi estrategia de ahorro

Lo que hago es automatizar una transferencia de 35 euros el último día del mes a mi cuenta de ahorro o de gastos de ocio con el nombre de "REBAJAS". 

¿Qué pasa cuando no planificas esos 35 euros? Que si al final te sobran en tu cuenta corriente a final de mes, rápidamente puedes encontrarles un destino, como ir a comer con tu pareja a tu restaurante favorito. Si ahorras esa cantidad todos los meses y, aun así, te sobran otros 35 euros para ir a cenar: disfrutas de un dos por uno y no rompes tu hábito de ahorro.

5. Añado al carrito las prendas de nueva temporada que me encantaría comprar si tuviesen descuentos durante las rebajas

Aunque lo parezca, tampoco soy de piedra. Por mucho que haya planificado cuánto y en qué me voy a gastar el dinero, siempre hay algo de temporada que me enamora y que me pide a gritos hacer una excepción

Así que, a las puertas de las rebajas, creo un carrito con todo lo que necesito (esas prendas de fondo de armario que comentaba antes) y algún que otro capricho. Mientras no me salga de mi presupuesto, puedo permitirme comprar en rebajas ¡y hasta de temporada!

6. Llevo de compras sólo el dinero que puedo gastar

Eso sí, si es una mala época y no debo gastar ni un céntimo más de lo que tengo planificado en mi presupuesto personal, entonces saco el dinero en efectivo o llevo una tarjeta con la cantidad exacta.

Sin embargo, no me vuelvo loca buscando los mejores descuentos porque ya de por sí dedico mucho tiempo a contemplar este gasto. Otras personas prefieren hacer una estrategia para comprar más en rebaja por menos dinero. Pero puedes terminar comprando por gusto o cosas que realmente sólo te vas a poner en contadas ocasiones. 

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