13 aberraciones que cometes en la cuesta de enero que lastrarán tus finanzas todo el año

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2024.

REUTERS/Jeenah Moon

  • La cuesta de enero llega todos los años, pero siempre por sorpresa.
  • Estas son las 13 aberraciones que tienes que evitar en la cuesta de enero de 2024 para tener unas finanzas personales saludables el resto del año. 

La cuesta de enero debería ser el primer gasto extraordinario que contemplar en cualquier presupuesto. Todos los años llega en la misma fecha y con las mismas sorpresas. 

¿Por qué? La mayoría de la gente sigue sin contemplar el gasto excesivo de Navidad, los nuevos impuestos y leyes que entran en vigor a partir 1 de enero, la situación económica del país o del sector en el que trabajan y, por ende, la deficiente planificación del presupuesto personal.

Ahora bien, más allá de la cuesta de enero, aún hay una serie de errores comunes que lastran tus finanzas todo el año, como no revisar tus facturas de suministro o tener contratadas todas las plataformas de streaming cuando puedes pasar meses sin visitar varias de ellas.

Estas son las 13 aberraciones que deberías evitar si quieres que esta sea la última cuesta de enero que te pille por sorpresa. 

1. Confiar en tu intuición para llegar a fin de mes

cantidad de dinero que puedes ahorrar para la jubilación

No tener un registro de gastos te impide conocer cuánto gastas al mes realmente. Menos aún conocer en qué partidas se te va el dinero. Tu banco puede ofrecerte una gráfica de ingresos y gastos, la mayoría de las veces no están bien categorizados y, cuando vas a corregirlos, ya no te acuerdas ni de qué nombre corresponde a cada tienda. 

Necesitas un registro de gastos. De esta forma, podrás crear tus propias categorías de gastos y revisar en qué te estás dejando cientos de euros sin darte cuenta

2. Empezar el año sin un presupuesto

Una mujer desesperada con su hijo y un ordenador.

gettyimages

Con el registro de gastos podrás adelantarte a qué necesitas cada mes y a recortar los gastos que te están impidiendo ahorrar. No todos los meses tienes los mismos desembolsos. Unos tienes cumpleaños, en otros viajes de vacaciones o festivos como las navidades y la cuesta de enero. 

Cuando ya sepas en qué gastas tu dinero, elabora un presupuesto con una plantilla de Excel gratuita para que ningún gasto te pille por sorpresa y puedas construir tu colchón de emergencias

Aquí tienes una plantilla de Google Sheet para hacer el registro de gastos y el presupuesto a la vez.

3. No incluir la cuesta de enero en tu presupuesto personal

Mercado, inflación, dinero

Susana Vera/Reuters

Si ya tienes un presupuesto (bien hecho), la cuesta de enero debería estar ya contemplada en tu planificación de gasto de inicio de año. Sin embargo, suele ser un error bastante común.

Al final, no puedes (ni tampoco es necesario) que mires al detalle en qué se te puede ir cada céntimo después de una temporada de fiestas como la Navidad. Pero hay gastos que, siempre llega enero, que no deberías pasar por alto.

Con que tengas en cuenta cuánto dinero pretendes destinar a la Navidad y qué gastos tienes que recortar sin llegar a convertirte en el Grinch de la familia, ya tienes mucho camino andado. 

4. No categorizar los gastos anuales que te han llegado por sorpresa

Hombre con una cartera vacía sin dinero

Getty Images

En línea con el punto anterior —y con lo que siempre señalan los asesores financieros—, también deberías tener especial cuidado con los gastos que se repiten de forma anual. Los seguros, los impuestos o los abonos del gimnasio, por ejemplo. 

No suelen ser facturas especialmente pequeñas y pueden hacer mucho daño en tu planificación.

5. Seguir teniendo gastos hormiga que se comen tus ahorros

Camarero cafetería

REUTERS/Yara Nardi

En enero tienes que esforzarte más de lo normal para no gastar en cosas innecesarias (sobre todo teniendo en cuenta que están las atractivas rebajas de invierno a la vuelta de la esquina). 

Aprovecha esta necesidad para recortar gastos hormiga como el café del mediodía, las plataformas de straming que nunca utilizas o los malos vicios. ¿Y si te lo proponer como propósito de año nuevo?

6. Ser demasiado ambicioso con tus propósitos de año nuevo

Víctor Abarca sujeta los nuevos iPhone 15

Imagen cedida por Víctor Abarca

Has de tener cuidado con esos mismos propósitos de año nuevo. Tienes que comprometerte con, al menos, uno de ellos e intentar cumplirlo con éxito. Pero, lo primero, es que no hagan mella en tu bolsillo nada más empezar el año —y menos si lo estás pasando mal con la cuesta de enero—.

No te cases con una cuota anual del gimnasio si es la primera vez que pisas uno, por ejemplo. Lo mismo para cualquier otro nuevo hobby o reto que te propongas que implique un desembolso significativo de dinero. 

7. Endeudarte por vivir por encima de tus posibilidades

Chica joven ahorra con un ordenador y una tarjeta.

Getty

Si incluyendo la cuesta de enero en tu presupuesto, sigues necesitando más dinero para llegar a fin de mes, tienes que revisar tu presupuesto y plantearte un serio recorte de gastos.

Mientras construyes tu colchón de emergencia y buscas cómo aumentar tus ingresos, no deberías estar viviendo en una casa que cuesta el doble de lo que puedes pagar, desplazarte en coche para ir a comprar a una tienda a la que puedes ir andando o gastar en ropa sólo porque es está de rebajas

8. Tirar del colchón de emergencia porque no tienes un plan

ahorro navidad

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El colchón de emergencia es ese dinero que tienes guardado para imprevistos muy urgentes —y sólo eso—. Es decir, comprarte el nuevo iPhone no entra en esta categoría. No llegar a final de mes por la cuesta de enero, tampoco es excusa.

Este fondo de emergencia debe cubrir entre tres y nueve meses de gastos.     

9. Comprar ropa que no necesitas sólo porque hay rebajas

La biblioteca de prendas de ropa.

Cortesía de Zalando

No te tientes con las rebajas si no hay algo que realmente necesitas comprar, a no ser que hayas incluido este gasto en tu presupuesto. Sí, has leído bien.

Hay una forma de comprar siempre en rebajas sin perjudicar a tu ahorro mensual: saber cuándo lo vas a hacer, cuánto dinero te sueles gastar y separando esa cantidad todos los meses para cuando llegue el momento comprar lo que necesitas y al mejor precio. 

10. Seguir sin un hábito de ahorro

Familia pensando en el ahorro a largo plazo.

A estas alturas, no puedes seguir gastando todo lo que ingresas. Necesitas tener ahorro para imprevistos, para hacer inversiones a futuro (como la educación, un coche, un plan de pensiones...) y para tus caprichos. 

Puede que nunca hayas escuchando hablar del presupuesto personal, pero no tienes excusa para no conocer sobre los viejos métodos de ahorro que a día de hoy funcionan o los que se han puesto de moda en los últimos años, como el ahorro progresivo o el preahorro.

11. No planificar un plan de inversión a largo plazo

Invertir en 2024.

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Si ya tienes dominado el hábito del ahorro y tienes un sólido colchón de emergencia, necesitas un plan de inversión a largo plazo que contrarreste el efecto de la inflación en tus ahorros

Aunque tan sólo te sobren 1.000 euros, 5.000 euros o 10.000 euros de todo lo que tienes ahorrado, ya puedes empezar a invertir tu dinero. Si no sabes cómo hacerlo, infórmate antes sobre los productos financieros, conoce al detalle tu perfil de riesgo y traza un plan para tus objetivos y recurre a un planificador financiero o a un asesor financiero para no cometer los errores del principiante

12. No enterarte de qué cosas cambian este año que afectan a tu bolsillo

Un chico compra en un supermercado en medio de la escalada de los precios de los alimentos.

REUTERS/Jon Nazca

Cada año entran en vigor cambios que afectan a tu bolsillo o a tus posesiones. No siempre tienen por qué afectarte, pero sólo hay una forma de saberlo: informándote de los nuevos decretos. 

Algunos de los cambios más conocidos son las cuotas de autónomo, los impuestos, las tarifas de suministro o el transporte público. Para nota: conocer los siete retos que afronta la economía española en 2024 —y que, por ende, afectarán también a tu bolsillo—.

13. No planificar las desgravaciones de la declaración de la renta

Declaración de la renta

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Cuando menos te lo esperes, es abril y la declaración de la renta empieza a llamar a tu puerta. 

El final del año o el inicio del siguiente es un buen momento para poner en orden las cuentas, las inversiones —cuidado si tienes que notificar en enero de tus movimientos— o las posibles deducciones del IRPF.

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