Así son los millennials que bordean los 40 años: ganan 2.000 euros al mes, viven peor que sus padres y se les conoce como "geriátricos"

Este año los primeros millennials cumplen 40 años y toca hacer balance. No se sabe muy bien por qué, pero buena parte de la sociedad española confunde a la joven generación Z con los millennials, aquellos nacidos entre 1981 y 1996, que ahora tienen entre 25 y 40 años, y se encasillan en lo que los sociólogos denominan la generación Y. 

Podría decirse que son una generación sándwich, al estar en medio de dos grupos generacionales bien diferenciados, la generación X y la generación Z: la puramente analógica y la de los nativos digitales.
Pero quizás la característica más significativa de este grupo que, con 8,5 millones de personas, representa al 18% de la población española, es que son una generación marcada por dos crisis económicas de gran envergadura, en 2008 y 2020.

Cuando estalló la Gran Recesión en 2008, los más jóvenes eran adolescentes y los mayores tenían entre 27 y 28 años, una edad en la que se presuponía cierta plenitud vital. En vez de eso llegaron el aumento del paro y el empeoramiento de los salarios y, con ellos, una enorme dificultad para acceder a una vivienda o para tener hijos. Se suele decir de ellos que son "la primera generación que vivirá peor que sus padres", al menos en base a diferentes indicadores. 

Por si fuera poco, cuando las aguas macroeconómicas estaban algo más calmadas, llegó la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus, el pasado año, con consecuencias que han sido equiparadas con los efectos que tendría una guerra para la ya de antes maltrecha economía española.

Es imposible hacer una radiografía precisa de toda una generación y la realidad de un joven de 25 años que, con suerte, está iniciando su vida laboral, quizás se parezca poco a la de alguien que está sufriendo la crisis de los 40. Así que a continuación encontrarás un retrato de lo que se conoce de los millennials más talluditos, conocidos como geriátricos, aquellos están bien entrados en la treintena o acaban de cumplir los 40. 

En un artículo publicado en Medium que se viralizó hace unos meses en internet, la autora y experta en liderazgo Erica Dhawan denominó a la microgeneración en la que se encuadra el millennial de 40 años como "millennials geriátricos", que define como los nacidos entre 1980 y 1985. Lo que los distingue es, sobre todo, su experiencia con la tecnología.

¿Quiénes son? ¿Cómo piensan? ¿Es verdad eso de que viven peor que sus padres?

Una generación que empezó a priorizar el ocio y las experiencias...

Quizás resulte injusto definirlos como la generación egocéntrica y egoísta que dibujan numerosos sociólogos, quizás fijándose más en características ligadas a la juventud. Sin embargo, sí se pueden generalizar algunos aspectos.

Según el informe de 2018, Las perspectivas vitales de los jóvenes, elaborado por la empresa Myword, de la expresidenta del CIS Belén Barreiro, para el Parlamento Europeo, los millennials son la generación que se percibe como la que vive o vivirá peor. Sobre todo en asuntos económicos y políticos asociados a la desigualdad socioeconómica, el acceso a una vivienda, el empleo y la situación política.

El estudio apunta a que "quizás como consecuencia del contexto en el que han crecido los millennials (desempleo, precariedad laboral, dificultad para emanciparse, etc.)", estos han tenido que reordenar sus prioridades vitales. "Se considera que esta generación valora más que las anteriores aspectos relacionados con el disfrute de la vida como disponer de tiempo de ocio, ser libres, vivir experiencias únicas y trabajar en lo que les gusta", señalaba el informe.

... al mismo tiempo que se ha enfrentado al drama del desempleo juvenil

Para la mitad de los millennials, su principal preocupación es el desempleo. Como recoge la encuesta de Deloitte Global Millennial Survey 2020, lo es para el 47% y no es algo gratuito.

Para ver la evolución del desempleo basta con comparar cuál era la tasa entre los menores de 25 años en 2005, en los años de bonanza económica, respecto a los de este año, con el efecto pandemia ya en marcha. Entonces, la tasa de paro juvenil era de la mitad, de en torno al 20% respecto al 40% de hoy en día. 

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Por aquel entonces, la tasa de abandono escolar temprano superaba el 30% y hoy, aunque todavía sea la segunda mayor de la Unión Europea, ha caído hasta el 16%. La educación superior también ha ido progresando y se ha duplicado desde que nacieron los primeros millennials hasta ahora, aunque ello no comporta un trabajo con un salario elevado.

El problema endémico del paro en España, unido a la desconfianza generada hacia el sector bancario, resultan en que solo un 17% de los millennials españoles esperaba que mejorara su situación financiera en 2021, según la consultora. En el resto de países encuestados, este indicador se situaba en el 30%, lo que evidencia que la mentalidad del español de la generación Y es más pesimista (o realista) que en otros países de nuestro entorno.

Las crudas enseñanzas de las dos grandes crisis económicas que ha vivido en primera persona esta generación, ha provocado que se vuelvan más conservadores respecto a sus expectativas laborales. Sobre todo a raíz de la pandemia. Según la citada encuesta de Deloitte, ha habido un descenso en la tasa que indica el deseo de cambiar de trabajo en los próximos 2 años. 

"Solo el 35% de los millennials apuesta por cambiar de compañía por el 55% que se registró en la edición de 2019", apuntan desde la consultora, que también señala que ha crecido el deseo de continuar trabajando en la misma empresa por un periodo superior a 5 años: el 35% frente al 23% de 2019. 

Ingresan una media de 10.000 euros menos al año que los 'boomers'

Esta búsqueda de mayor estabilidad laboral se corresponde con la diferencia de renta existente entre las familias de los millennials de mayor edad respecto a la generación del baby boom. Los cabezas de familia de los hogares compuestos por boomers tienen unas rentas anuales de unos 10.000 euros por encima de los millennials entre los 30 y 40 años.

Según el informe del Banco de España La crisis del COVID-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes, la renta de los cabezas de familia de los hogares compuestos por personas menores de 35 años está en torno a los 22.000 euros anuales. Una cifra que asciende hasta los casi 31.000 en el caso de los que más contribuyen en los hogares de entre 35 y 44 años.

Estos últimos perciben algo menos que la generación del baby boom. Los cabezas de familia de los hogares españoles conformados por personas de entre 55 y 64 años está en torno a los 33.000 euros, siendo estos los que tienen unos mayores ingresos de entre todas las capas de población.

Todas las franjas de edad se vieron afectadas a nivel salarial por la crisis de 2008, pero como se puede ver en el gráfico del Observatorio Social La Caixa, los millennials fueron los más afectados, sobre todo los más jóvenes.

Lo han tenido mucho más complicado que sus padres para comprar una casa. Pero las generaciones más jóvenes no lo van a tener más sencillo.

Después del estallido de la burbuja inmobiliaria, la vivienda se convertía en uno de los principales problemas para los millennials. Y lo sigue siendo a día de hoy, a tenor de las cifras, que indican que poco más de la mitad consigue comprar una.

Según el INE, el 63,8% de los españoles de entre 30 y 44 años tenía en 2017 una casa en propiedad. Si discernimos por sexo, los hombres que habían comprado una casa ascendían al 67,1%, frente al 58,6% en el caso de las mujeres. En el siguiente grupo de edad, de entre 45 y 64 años, el porcentaje asciende hasta el 80%, sin prácticamente diferencias entre hombres y mujeres.

Con la subida de los precios de la vivienda a partir de la década de 1990 y unos salarios inferiores a los de la generación precedente, el resultado ha sido que el esfuerzo para comprar una vivienda por parte de un hogar mediano se dispare. En los años 80 una familia podía comprar un piso de casi 100 metros cuadrados con el equivalente a 3 años de ingresos brutos. Actualmente se necesitarían para una tipología similar unos 7 años.

La crisis ha retrasado todavía más la maternidad y, de hecho, las mujeres de 40 años tienen el doble de hijos que las de 23.

La natalidad es otro de los aspectos que ayudan a perfilar a este grupo poblacional. Las mejores condiciones de los millennials respecto a las generaciones posteriores se refleja en la natalidad. 

Las mujeres españolas de 40 años tienen el doble de hijos que las de 23, pese a no estar las primeras en el baremo de edad ideal para ser madres (12.241 nacimientos frente a 6.266). La edad a la que más mujeres tienen hijos en España se sitúa en los 34 años (26.361 nacimientos en 2019, según Statista).

El grueso de los nacimientos en España se da en madres de entre 31 y 37 años (por encima de los 20.000 en todos los años intermedios). Sin embargo, llama la atención que en nuestro país tienen aproximadamente los mismos hijos las mujeres de 22 años que las de 42. De hecho estas últimas tienen algunos más: 5.389 las primeras, en 2019, por los 5.863 de las segundas.

Los millennials, los más golpeados económicamente por el coronavirus

Estos datos corresponden a antes de la pandemia, que ha provocado un descenso de la natalidad, según los datos provisionales del INE de 2020, que indican una caída de en torno al 20%. El Instituto Nacional de Estadística advierte, además, de un retraso preocupante en la maternidad, con un aumento del 41,1% respecto a hace una década del total de madres de 40 o más años.

¿Analógicos o digitales? Los millennials más creciditos han pasado por el Nokia 3310 y los walkman al iPhone y Twitch

A nivel tecnológico, son los jóvenes no tan jóvenes que han escuchado música en un walkman, luego en CD y después en Napster. Ha visto infinidad de películas en VHS y han pasado buena parte de su infancia jugando en la calle o en salones recreativos. 

También han sido los primeros en vivir de primera mano la revolución tecnológica que ha supuesto la llegada de las nuevas tecnologías como internet o los smartphones, que han transformado completamente el mundo en unos pocos años. 

Nostalgia millennial: 11 recuerdos que te transportarán a tu juventud, más allá de Tuenti y los Nokia indestructibles

Hoy se desenvuelven con soltura con las últimas innovaciones tecnológicas, pero muchos de ellos tienen grabados en la retina el infernal ruido que hacían los primeros routerspara conectarse a la red desde el PC, el sonido de las notificaciones de Messenger o aquellos primeros móviles de Nokia que pesaban tanto como un ladrillo, pero eran aún más resistentes.

Pueden ser, además, un activo valioso para muchas empresas en una era de trabajo híbrido. Con las habilidades de las generaciones mayores y jóvenes, pueden tender un puente entre los estilos de comunicación que pueden existir entre equipos formados por diferentes grupos de edad. Por ejemplo, un millennial geriátrico sabe cómo enviar un mensaje de Slack a un compañero de trabajo de la generación Z en lugar de llamarle de repente, lo que podría resultar alarmante para algunos. Pero también saben que deben ayudar a los compañeros de más edad para que aprendan a utilizar las plataformas de videollamadas como Zoom.

Los cambios culturales se han dejado ver también en cuanto al aspecto espiritual. Según el CIS, en 1981, cuando nacieron los primeros millennials, solo un 20% de los jóvenes de entonces decía ser ateo o agnóstico. Hoy son casi el 60%.

La citada encuesta del Parlamento Europeo preguntaba a la muestra millennial en qué creían que había mejorado su vida respecto a la de sus padres. Por supuesto no destacaron los aspectos económicos y pusieron el foco en las áreas sociales, en asuntos como el acceso a la información, el ocio y la cultura, la libertad, la igualdad de género o la conciliación familiar.