Levantarse a las 7:30 de la mañana, teletrabajar y tener las tardes libres: "Facilita mucho la gestión de mi concentración, mi energía y mi actitud en general"

Si alguien busca a Tom Maganas por la tarde, tendría que mirar en el campo de golf o en las pistas de esquí.

Maganas, de 60 años, es una de las muchas personas que teletrabajan en Estados Unidos y que se han sumado a dedicar sus tardes al entretenimiento. 

La rutina que tiene desde hace 20 años consiste en empezar a trabajar a las 7:30 de la mañana hasta las 13:30 en el departamento de ventas de su empresa, después se toma toda la tarde libre para hacer las actividades que le gustan y después de cenar, retoma el trabajo. 

Pero desde que se instauró el teletrabajo, Maganas no es el único que lo hace, sino que la mayoría de los que trabajan a distancia han empezado a imitar este horario. 

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"Romper con el horario habitual y hacerlo a mi medida, hace que sea mucho más fácil gestionar mi energía y mi actitud en relación a mi trabajo en general", afirma. "Ha sido bueno".

Una investigación de Nick Bloom, economista de la Universidad de Stanford que lleva casi 20 años estudiando el teletrabajo, y su compañero Alex Finan, constata un aumento de la división de la jornada en 2 o incluso 3 tandas entre las personas que teletrabajan.

Usando datos del software de GPS para automóviles Inrix y un mapa de 3.400 campos de golf por todo Estados Unidos, se rastreó el número de personas que acudían a jugar al golf en momentos determinados –especialmente entre semana– desde abril de 2019 hasta noviembre de 2022.

No solo descubrieron que la gente jugaba más al golf, sino que lo hacían cada vez más por las tardes de entre semana. Los miércoles a las 4 de la tarde era la hora punta en la que se registraba más actividad en los campos. 

Aunque estos resultados se limitan a la actividad de golf, los investigadores creen que es probable que la gente también utilice este tiempo para otras "actividades de ocio", como ir al gimnasio, hacer recados o ir de compras. 

"La historia es sencilla: el trabajo remoto es una gran oportunidad para hacer cosas como ir al dentista, jugar al golf o ir de compras cuando se tiene un día tranquilo", explicaba a Business Insider Nick Bloom.

Maganas es prueba de ello. Su horario flexible le permite, si tiene un día muy ajetreado, ir al campo al día siguiente para desahogarse. En verano, a veces se levanta a las 6:30 para ir a jugar al golf con sus amigos, luego trabaja de 11 a 4, desconecta y después, se pone otra vez a trabajar.

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Si no está jugando al golf, Maganas dedica su tiempo a hacer gestiones para las propiedades que tiene en alquiler, de cuyo mantenimiento se encarga él mismo. O puede que esté pescando, esquiando o haciendo cualquier otra cosa que le lleve al aire libre.

Los investigadores afirman que, en realidad, los trabajadores como Maganas pueden acabar siendo beneficiosos para todos. 

La productividad de los trabajadores en Estados Unidos creció en los 2 últimos trimestres de 2022, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Justo cuando más trabajadores empezaron a ir a los campos de golf. 

En este sentido, por ejemplo, los campos de golf ganan más dinero y tienen menos probabilidades de tener que hacer frente a mayores aglomeraciones a determinadas horas. 

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"No quiero tener ratos muertos. Quiero estar ocupado porque ver la televisión toda la tarde no es una opción", afirma Maganas. "Así que es una buena forma de distribuir las diferentes actividades a lo largo del día, para no hacer todo el rato lo mismo, que en mi caso es vender el producto de mi empresa".

No se trata de trabajar menos o de hacer menos cosas, sino de trabajar más a tu aire. 

Organizar tu propio horario es una de las cosas que están cambiando la mentalidad del trabajo, redefiniendo no solo la propia jornada laboral, sino la importancia o el valor que tiene el empleo para cada persona. 

Un reciente experimento de la semana laboral de 4 días en Reino Unido descubrió que las empresas participantes obtenían más ingresos, mientras que los trabajadores afirmaban sentirse menos estresados, menos agotados y mejor descansados.

Maganas asegura que cuando tenía un trabajo de 9 a 5, estaba "estresado todos los días".

"La carga de trabajo se hacía insoportable también por la restricción del tiempo con la que lo hacía. Las horas de las que disponía para el tiempo libre eran muy limitadas", afirma. "Cuando acababas de trabajar en invierno siempre estaba oscuro, y en verano se estaba bien, pero no podía estar fuera por el calor".

El empleado con horario flexible asegura a Business Insider que ese estrés desapareció cuando salió de la oficina y se dio cuenta de que le funcionaba mucho mejor despejarse por las tardes y vovler a trabajar a eso de las 8 o 9 de la noche. "Sentí como si ese fuese el horario natural para mí y que era algo que debería haber hecho siemore", añade.

Maganas recomienda a quienes quieran experimentar un horario flexible y partido que primero tengan en cuenta su nivel de estrés, su desconexión real del trabajo y de su compatibilidad con otras responsabilidades, como los hijos o las tareas del hogar. Además, añade buscar el equilibrio para reducir lo máximo posible el estrés, algo que sin duda afectará de forma positiva a su productividad. 

"Desde el punto de vista del estrés, merece la pena probar a gestionar el tiempo de la forma más eficaz para cada uno y salir al exterior para que te dé el aire. Creo que eso ayuda a cualquiera", afirma. "Si puedes apartarte del trabajo y salir a dar un paseo, hazlo. No hace falta jugar al golf. No tienes que pescar. Solo basta con dar un paseo".