El fondo de inversión Tiger Global revienta las reglas europeas no escritas de la inversión en startups con su rapidez y su apuesta por poner dinero sin involucrarse

Chase Coleman Tiger Global BI

Business Insider

  • Tiger Global se ha convertido en uno de los inversores de startups más grandes de Europa, participando en acuerdos por valor de 5.100 millones de euros.
  • El fondo ha invertido en 22 startups europeas en 2021, comparado con tan solo 4 en 2020, según datos de Dealroom.
  • La rapidez de Tiger y su apuesta por poner dinero y no involucrarse ha trastocado la manera en que los inversores de capital riesgo hacen negocios en Europa.
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El camino hacia el porfolio de uno de los inversores en tecnología más prolíficos del mundo a menudo comienza con una llamada a puerta fría.

Las startups que están a punto de concluir un informe de recaudación de fondos reciben una llamada de última hora para charlar con Tiger Global, el fondo de inversión que ha registrado ganancias multimillonarias en inversiones centradas en tecnología, como Facebook y JD.com.

La llamada suele ser breve y, si todo va bien, normalmente acaba con una oferta. En algunos casos,  la carta de intenciones para el acuerdo de inversión se envía en menos de un día.

La oferta que llega es un 20% superior a la de otras propuestas, conlleva menos requisitos de capital y por lo general no exige un puesto en el consejo de administración.

Para los fundadores de startups, esta oferta implica una valoración mayor, un menor dilución de sus acciones, y menos interferencia de los inversores.

Asegurarse un puesto en la junta directiva es una práctica común para los inversores de capital riesgo. De media, un 43,9% lo consiguen durante una ronda de financiación, de acuerdo a un informe de la Harvard Law School.

Esa probabilidad crece hasta el 61,5% en caso de que el inversor haya liderado la ronda, y los inversores que toman puestos en la junta de una startup normalmente se involucran en el proceso de contratación o de salida del capital.

Tiger, en cambio, opta por no participar a no ser que se lo pidan.

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"No intentar ser algo que no son", explica a Business Insider un gestor de un fondo de inversión basado en Londres al que Tiger envió una propuesta de financiación para su porfolio.

"No querían malgastar el tiempo de los fundadores. Hicieron una llamada corta con ellos, fueron transparentes y dijeron que no querían un puesto en la junta, para después ofrecer unos términos muy amables para los fundadores".

El atractivo para un fundador de una startup es bastante simple, indica Eghosa Omoigui, socio gestor de EchoVC: "Más dinero, menos dilución, sin control".

Tiger Global ha declinado aportar un comentario oficial para este artículo.

Tiger se ha involucrado en una décima parte de todos los acuerdos de startups europeas

Tiger Global se sitúa entre la incipiente camada de firmas "transversales" que invierten tanto pública como privadamente en startups, junto a Coatue y Altimeter.

Un artículo del medio The Information aseguraba el pasado abril que la estructura puede supone una ventaja sobre otros inversores de capital riesgo.

Esto es así, indica el artículo, porque Tiger puede invertir de forma privada en una compañía y más tarde aglutinar acciones a través de una Oferta Pública de Venta (OPV), estabilizando lo que de otra manera sería un proceso tumultuoso.

Otros fondos, en cambio, tienden a sufrir la presión de buscar una salida que genere un retorno positivo para sus socios.

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El fundador de Tiger Global, Chase Coleman, fue uno de los llamados "cachorros de Tiger" que emergieron a la sombra de Julian Robertson, inversor jefe del fondo que cerró en el 2000, Tiger Management.

Tiger Global, fundado en 2001, se centró en apoyar el capital bursátil de empresas tecnológicas chinas después de la explosión en bolsa de la burbuja tech.

Más tarde se expandió a India, y algunas de sus victorias más notorias fue su apoyo a Facebook en 2009.

Coleman aparece ahora en el número 219 de la lista Forbes de las personas más ricas del mundo, con un valor de 10.300 millones de dólares (8.820 millones de euros).

La actividad más reciente de inversión de Tiger en startups tecnológicas, no obstante, ha estado liderada por el ejecutivo Scott Shleifer, según publica el Financial Times.

Otro actor principal del elenco de Tiger es John Curtius, que lidera la división de inversión en software y cuyo nombre aparece junto a la mayoría de acuerdos europeos.

La actividad de Tiger en Europa se ha disparado de manera evidente en 2021, y los signos apuntan a que sus fauces continúan abriéndose.

Durante el segundo trimestre, el fondo ha sido el participante más activo en acuerdos de todo el panorama del capital riesgo mundial.

Tiger ha cogido ritmo de inversión en Europa:

Este gráfico muestra el número de inversiones en Europa con participación de Tiger Global.
Este gráfico muestra el número de inversiones en Europa con participación de Tiger Global.

Dealroom

De acuerdo a los cálculos realizados por Business Insider, Tiger ha estado involucrado en una décima parte de todos los acuerdos europeos alcanzados por startups en cuanto a volumen, interviniendo en acuerdos por valor de 6.000 millones de dólares (5.100 millones de euros).

Este incremento es 17 veces mayor que los 350 millones de dólares que invirtió en 2020, según las cifras de Dealroom.

Tiger no había participado en una ronda superior a los 250 millones de euros en Europa hasta 2021, año en el que ha cerrado 9 acuerdos con valores incluso superiores.

Una de sus inversiones europeas más grandes de este año ha sido la realizada en Revolut, donde Tiger colideró junto a SoftBank una ronda de financiación de 800 millones de dólares.

También ha invertido en el rival de Twilio, MessageBird — que cerró una ronda serie E de 937 millones de dólares —, en la startup de eventos, Hopin, y en la marca de pagos Checkout.com.

El gigante de la inversión ha realizado de media en todo el mundo 1,3 acuerdos por día, según cifras recogidas en CB Insights.

Para muchos inversores de capital riesgo, conseguir un acuerdo por semana supondría mantener hiperactivo.

Esta velocidad y la estrategia de no involucrarse en los negocios en los que invierten han trastocado a la camarilla de inversores europeos actual.

Los inversores europeos, normalmente, tienen menos dinero para repartir, se mueven más cautelosamente para asegurar la debida diligencia y son más cautos con los precios.

"Este comportamiento me recuerda a 1999, son las mismas dinámicas que ocurrieron en 1999", detalla otro gestor de inversiones británica al referirse al patrón de bajada de intereses, mayor disponibilidad de capital y algarabío alrededor de la tecnología.

Tiger marca la agenda del mundo tecnológico

Tres startups han revelado a Business Insider que sus llamadas con responsables de inversión de Tiger se hicieron por vídeollamadas donde el inversor mantenía la cámara apagada.

En una ocasión, uno de los fundadores de una startup asegura haber oído voces durante la llamada, como si el socio de Tiger estaba haciendo la llamada en alguna sala de espera.

Algunos expertos han pronosticado que Tiger puede acabar invirtiendo 10.000 millones de dólares en todo el mundo en 18 meses.

Estas cifras eclipsan las de cualquier otro fondo de inversión europeo, y parecen ciertas, porque Tiger está presuntamente buscando cerrar un fondo de 10.000 millones de dólares.

Otro inversor de capital riesgo de Reino Unido ha sugerido que la postura de Tiger supone "agendar el mundo tecnológico".

El inversor británico que comparaba la situación actual a la de 1999 argumenta, no obstante, que la táctica de Tiger es lógica en el momento emergente actual de la tecnología.

Para explicar el porqué de su lógica, la persona referencia un artículo académico de 2015 del Journal of Finance, publicado por Markus Bunnermeier y Stefan Nagel.

El artículo en cuestión concluye que los fondos de inversión se subieron a la búrbuja del dot-com para después reducir su participación antes de que la burbuja estallara.

"El comportamiento no parece ser resultado de un desconocimiento de la burbuja: los fondos aprovecharon la subida, pero al reducir su posición antes de que las acciones bajaran, evitaron la caída", explican los académicos.

"Por lo general, nuestras pruebas arrojan dudas sobre la presunción implícita en la hipótesis de los mercados eficientes de que siempre es el momento óptimo para que los especuladores razonables ataquen una burbuja".

En base a este razonamiento, el inversor británico asegura que "si Tiger se tranquiliza, la descarga va a ser terrible".

Un momento de explosión para los fundadores que busquen dinero

Los fundadores de startups que han hablado con Business Insider han alabado la táctica de Tiger.

"Hemos estado en contacto con Tiger Global durante un año. Han hecho su trabajo, conocen al mercado y a nuestros clientes, y su financiación nos ayudará a hacer crecer una compañía de software global", detallaba Michael Grupp a Business Insider.

Grupp es CEO de Bryter, que en febrero consiguió 66 millones de dólares de Tiger Global.

Dataiku, una empresa de inteligencia artificial con sede en Nueva York, hace poco que ha cerrado una ronda de financiación serie E de 400 millones de dólares que ha sido liderada por Tiger.

Su CEO, Florian Douetteau elogia el estilo de inversión "acelerado" del gigante de la inversión, que "mueve la innovación".

Según Douetteau, la participación de Tiger no solo ha sido un voto de confianza, sino de validación de la trayectoria de su empresa.

"De la forma en que yo lo veo, conseguir una cierta valoración como empresa es una cosa, pero el hecho de poder conseguir más capital es una forma de validar tu modelo de negocio", defiende.

Douetteau también agrega que "Tiger no se involucra en el proceso de toma de decisiones" de su startup.

Esta estrategia ha inquietado a algunos inversores de rondas semilla y primeras fases.

Hopin, por ejemplo, es una startup de eventos que levantó una ronda de financiación de 125 millones de dólares en noviembre de 2020, liderada por IVP y Tiger Global, que les otorgaba una valoración de 2.100 millones de dólares.

La startup de un año y medio de vida ha indicado que sus ingresos periódicos anuales cuando recibió esa financiación eran de 20 millones de dólares, lo que implica que su valoración era unas 100 veces mayor que sus ingresos, y que la de la mayoría de empresas de software cotizando en bolsa en estos momentos.

Hopin ha seguido creciendo hasta alcanzar una valoración de 7.750 millones de dólares.

"Pone presión en el negocio", expone un inversor de primeras rondas. "Tienes que crecer hasta alcanzar esas valoraciones".

Un socio generalista de un fondo de inversión muy conocido añade: "Cuando las startups se enfrentan a desafíos inevitables, que lo harán, sería raro por parte de los fondos de inversión bajar al barro y ayudarles a superarlos".

"La otra opción es que busquen el momento de vender su participación en las startups que no estén ofreciendo rendimiento".

Eghosa Omoigui, de EchoVC, muestra su preocupación por la estrategia de Tiger de no involucrarse, apuntando a posibles daños del gobierno corporativo de las empresas en un momento en que las políticas ESG son vitales.

"Es como si la G del ESG se hubiera perdido, ese es el resultado de este tipo de comportamiento", sentencia.

"Estás empoderando a los fundadores de una manera que ofrece la posibilidad de que no haya disciplina, ni filtro".

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.

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