Nadar, correr o trepar: estas son todas las pruebas físicas para ser bombero

Las pruebas físicas para los aspirantes a bombero son fundamentales para evaluar no solo la fortaleza física, sino también la resistencia y habilidades específicas necesarias para desempeñar eficientemente las tareas del cuerpo en momentos tan críticos como un incendio o un rescate. 

Estas pruebas son de las más completas que existen y abarcan diversas disciplinas, garantizando que los candidatos estén preparados para enfrentar situaciones exigentes y peligrosas. Además, varían según la convocatoria, pero a rasgos generales las siguientes siempre se suelen incluir.

Una de ellas se enfoca en la capacidad de nadar, que se considera esencial para un bombero. Las pruebas de natación generalmente consisten en recorrer distancias de 50 metros en estilo libre. 

Estos ejercicios se realizan en piscinas y evalúan la destreza y resistencia en el agua, habilidades cruciales en situaciones de rescate acuático. En alguna ocasión se han hecho incluso pruebas de buceo, aunque no son tan comunes.

Otro de los aspectos a medir son la velocidad y la resistencia del opositor. Se valora a través de carreras que abarcan distancias de 100 a 200 metros, midiendo la velocidad de desplazamiento y la capacidad de reacción desde una posición estática. 

Por otro lado, las pruebas de resistencia aeróbica valoran la capacidad del opositor para mantener un rendimiento óptimo durante ejercicios aeróbicos de larga duración.

Después, también se mide la fuerza del tren superior, esencial para tareas como trepar, levantar y realizar acciones que requieran fuerza y que pueden ser fundamentales en una misión. En ella se hacen prácticas como trepar la cuerda, flexiones, press de banca y dominadas.

Igualmente, hay pruebas de salto que analizan la potencia y agilidad del aspirante. El salto horizontal, hecho desde una posición estática y sin carrera, estima la distancia que el candidato puede cubrir. 

El salto vertical, realizado pegado a una pared, evalúa, por su parte, la altura que el futuro bombero puede alcanzar desde la referencia máxima de altura de su brazo extendido, asegurando que cumplan con las marcas mínimas establecidas.

Estas pruebas no solo son una medida de la capacidad física del aspirante, sino también de su preparación y dedicación para enfrentar los desafíos exigentes que conlleva una profesión en la que se dan situaciones de extremo peligro y donde tienen que salvar vidas.

Requisitos para ser bombero

Además de superar el examen físico, los bomberos deben pasar un examen teórico y uno psicológico, un test de personalidad y un reconocimiento médico. 

A partir de aquí, dependiendo de la comunidad autónoma de la que se trate, se pueden pedir más o menos condiciones. A nivel nacional, es imprescindible tener nacionalidad española o de un país que pertenezca a la Unión Europea, tener entre 16 años y 65 años, el título de Bachillerato o equivalente y el carnet de conducir tipo C.