Twitter seguirá sometido a jurisdicción europea aunque cierre sus oficinas: así le afectará el inminente Reglamento de Servicios Digitales

Elon Musk y el logo de Twitter

REUTERS/Dado Ruvic

  • Casi al mismo tiempo que se conocía el cierre de oficinas de Twitter en Bruselas, una empleada recibía al comisario europeo de Justicia para hablar del futuro Reglamento de Servicios Digitales.
  • Esa norma dotará de herramientas a la UE para multar a las plataformas que no moderen adecuadamente sus contenidos para evitar desinformación y discursos de odio. Elon Musk, mientras tanto, ha anunciado una "amnistía".

Momentos convulsos en el Twitter de Elon Musk. Al despido de la mitad de la plantilla y a la oleada de dimisiones que desencadenó un correo electrónico del multimillonario exigiendo sacrificios a sus trabajadores en pos de un "Twitter 2.0", ahora hay que sumar el cierre de las oficinas de la plataforma en la Unión Europea.

Era el Financial Times el primer medio en destacar que la oficina de Twitter en Bruselas ha cerrado como consecuencia de los ceses. En España la veintena de personas que conforman el equipo en el mercado nacional siguen sufriendo la incertidumbre de qué pasará con sus puestos de trabajo, en tanto que no han recibido ninguna comunicación formal por el momento, según El Confidencial.

Estos últimos movimientos han provocado dudas sobre si el hecho de que Twitter deje de contar con representación en el Viejo Continente le exime de alguna manera de atender a la regulación europea. Sin embargo, reglamentos como el de Mercados Digitales (DMA, por sus siglas en inglés) cuyo algunos de sus efectos entraron en vigor este mismo mes descartan esa posibilidad.

El propio reglamento, ya publicado incluso en el Boletín Oficial del Estado español, es bastante claro en su séptimo párrafo. "Dichas normas deben aplicarse a los prestadores de servicios intermediarios con independencia de su lugar de establecimiento o ubicación, en la medida en que ofrezcan servicios en la Unión".

Lo llamativo es que prácticamente al mismo tiempo que los medios comenzaban a informar esta semana del cierre de la oficina de Twitter en Bruselas, se producía esta singular imagen. Una responsable de Políticas Públicas de Twitter para Europa, Oriente Medio y África, Karen White, recibía al comisario europeo de Justicia Didier Reynders.

"Gracias comisario Reynders por visitar hoy Twitter. Apreciamos la oportunidad de reafirmar nuestro compromiso con el Reglamento de Servicios Digitales y el control de los discursos de odio, así como con nuestros socios a largo plazo europeos", publicaba la propia White en la red social.

Una vicepresidenta de la Comisión Europea, Věra Jourová, se pronunciaba a través del Financial Times sobre los despidos en tecnológicas. "Soy consciente de las noticias sobre grandes despidos en Twitter en Europa". "Si se quiere frenar de forma efectiva la desinformación y la propaganda, eso requiere contar con recursos", advirtió, de forma casi premonitoria.

Twitter inteligencia colectiva

Toda esta rocambolesca situación ha llevado a varias expertas a pronunciarse. Una de ellas es la abogada Paloma Llaneza, que recordaba en redes que la Comisión ya ha interpuesto sanciones transoceánicas a Google "sin ningún problema".

"Si Elon Musk cree que vaciando las oficinas de Europa va a poder seguir prestando servicios en el continente sin tener que responder legalmente aquí, es que se ha quedado en 2010. Las cosas han cambiado y mucho", advertía la especialista. "Lo que sí podría pasar, porque le pega todo, es que decidiera dejar de prestar servicios en Europa".

Pero donde la Comisión Europa podría mostrar toda su contundencia ante los bandazos de Twitter es con la entrada en vigor del futuro Reglamento de Servicios Digitales (DSA) que entrará en vigor de forma efectiva a principios de 2024. Si el DMA dota a Europa de nuevas herramientas para prevenir casos de abuso de mercado o monopolio, el DSA pone el foco en el usuario.

Este Reglamento de Servicios Digitales pondrá límites a las grandes plataformas, estén o no presentes fiscalmente en Europa, en términos de desinformación, noticias falsas y discursos de odio, además de transparencia de algoritmos y moderación de contenidos.

Mientras Karen White, de Twitter Europa, agradecía al comisario Reynders la oportunidad de volver a explicitar el compromiso de la multinacional con este futuro Reglamento, el propio Elon Musk, al otro lado del Atlántico, lanzaba una votación a sus seguidores en cuya respuesta se basa para justificar una "amnistía" a miles de usuarios hasta ahora vetados de la plataforma.

Esto se puede interpretar como un peligroso borrón en términos de moderación de contenidos y, ante ello, Europa contará con mecanismos dentro de poco. Todo dependerá ahora de lo que suceda antes: que Twitter se vaya del Viejo Continente o que incluso la plataforma acabe cerrando, como vaticinan antiguos empleados de la compañía que advierten de riesgos graves de que acabe colapsando.

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