Seguro que con algo tan simple y cotidiano como la manilla de la puerta de tu coche no te habías parado a pensar que pudiera tener alguna utilidad diferente a abrir la puerta desde fuera. Con los mandos a distancia y llaves electrónicas ya ni siquiera valen para cerrar el vehículo. Pero nada más lejos de la realidad. Es más, verás como las que te voy a contar son de lo más útiles para tu conducción. 

En este short de YouTube explica con imágenes muy reveladoras los prácticos usos de la manilla de la puerta del coche. Vas a sorprenderte con ellos y seguro que los vas a usar a partir de ahora en tu día a día con el vehículo, tanto en ciudad como en trayectos largos. 

Todo puede ser multiusos

En cualquier ámbito y también con ciertos elementos de tu vehículo, pero si hay uno que sorprende por sus múltiples y muy prácticas utilidades, es la manilla. No hay uno sino varios usos que se convertirán en necesarios en tu rutina de conductor. Ya verás. 

La primera utilidad: para no dañar tu vehículo

Como explican en el vídeo, cuando vayas a estacionar mira la manilla por tu retrovisor izquierdo y fíjate que esté alineado con el bordillo de la calzada en la imagen. Significará que te quedan unos 30 centímetros de margen en la parte de atrás y así no te pegarás con un bolardo o parece al aparcar, dejando tu parte trasera libre de golpes y rozaduras. De lo más útil, pero verás los siguientes...

Segunda utilidad: ajuste de retrovisores con las manillas como referencia

En este caso pasamos de la seguridad para aparcar a la seguridad para circular, aumentando al máximo tu visión total, tus ángulos. Para ello, ajusta tu retrovisor izquierdo hasta que se vea la manilla en la esquina inferior derecha; y el retrovisor derecho hasta que lo haga en la esquina inferior izquierda. De esta manera tendrás una visión máxima para circular con carretera, aumentando tu seguridad y disminuyendo el riesgo de golpes y accidentes. 

Tercera utilidad: para aparcar en paralelo

A veces, sobre todo si hay poco hueco o en calles estrechas, es una pesadilla aparcar en paralelo, además de que no a todos se les da igual de bien. Pero con este truco aparcarás a partir de ahora como un auténtico maestro. Una vez más, entra el juego la mezcla de retrovisor y referencia de la manilla. 

Cuando tengas el coche ya en diagonal para hacer la maniobra clave de girar el coche y colocarlo en paralelo con la calzada, fíjate de nuevo desde el retrovisor en la posición de la manilla en relación con el borde de la calzada; como en el primer caso, cuando coincida con el borde de la calzada, es el momento de girar del todo el volante y las ruedas para meterlo y aparcarlo. Comprobarás que ha quedado ajustado al bordillo y alineado perfectamente, sin temor a sufrir rasguño alguno en tu carrocería. Un aparcamiento perfecto. 

Cuarta y última utilidad: para salir del vehículo

Esta te sorprenderá aún más porque no usas de referencia las manillas de tu coche, sino la del coche de al lado, cuando aparcas en batería y tienes que salir del vehículo. Es muy frecuente el miedo justificado de estar muy cerca del coche contiguo. Tarde o temprano, acabas golpeando tu puerta, el abrir con la del vehículo estacionado a tu izquierda. 

Pues bien, antes de salir, fíjate si la manilla del coche contiguo está justo en línea con el borde de la ventanilla, y si no ajusta tu aparcamiento para que así sea. Esta posición significará que podrás abrir tu puerta sin peligro de choque. Quedará a unos centímetros y la podrás abrir de todo sin riesgo alguno y sin el estrés de evitar cualquier roce o golpeo. 

Qué te ha parecido. Útil, ¿verdad? Parece increíble lo que una manilla te puede facilitar la vida en tu conducción. Pues a partir de ahora aplícalo a diario y conducirás más seguro, tranquilo y sin temor a malos y lentos aparcamientos rectificando, roces, golpes, choques o accidentes.