El voto extranjero puede mover escaños, pero no alterará el escenario para una investidura: por qué se presume que el CERA es más progresista

El voto de los españoles residentes en el extranjero todavía está pendiente de conteo. Es lo que sucederá a partir del próximo viernes, cuando las Juntas Electorales Provinciales harán las veces de mesa electoral, la labor que se le encomendó a miles de ciudadanos el pasado domingo 23 de julio para la realización de las elecciones generales.

El Instituto Nacional de Estadística ya avanzó que, de un censo electoral de 37,4 millones de personas, 2,32 millones residen en el extranjero. Es lo que se conoce como el censo electoral de residentes ausentes o CERA, que seguramente estás escuchando mucho estos días.

La razón es la siguiente. El escrutinio provisional del 23J dejó un bloque, el conformado por la derecha, con 171 escaños. Ese número es el resultado de la suma de los 136 diputados del PP, los 33 de Vox, el escaño de Unión del Pueblo Navarro —que ha confirmado su apoyo a Feijóo— y otro de Coalición Canaria —aunque ya ha confirmado que no apoyará esa "investidura fantasma".

El bloque de la izquierda, por su parte, sumaría 172 escaños si se cuentan los 122 del PSOE, los 31 de Sumar, los 7 de ERC, los 6 de EH Bildu, los 5 del PNV —que por lo pronto, también ha dado calabazas al PP— y el escaño que revalidó el Bloque Nacionalista Galego. En medio quedan los independentistas de Junts, que serán claves para una investidura. Para la que sea.

Y ahora qué: 8 claves para entender qué ha pasado y qué puede pasar tras las elecciones generales del 23J

Ninguno de los dos bloques logrará investir a ningún candidato en primera votación, cuando se necesita una mayoría absoluta —más de 176 síes—. En segunda votación solo se requieren más síes que noes. Si se presenta Feijóo, se puede predecir que votarán en contra el bloque contrario (172) y Junts (7), sumando así 179 noes.

Sí se presenta Pedro Sánchez se presume que votarán en contra el bloque de la derecha (171) y Junts (7) en el caso de que no se consiga negociar una abstención por parte de los catalanes. En ese escenario, lo que el presidente en funciones recibiría serían 178 noes. En ambos casos se verían más noes que síes y la legislatura puede comenzar bloqueada.

Precisamente porque el escrutinio provisional del 23J ha dejado una aritmética parlamentaria muy minuciosa, lo que pueda suceder a finales de esta semana con el recuento definitivo —que ya contempla el voto extranjero— puede cambiar algo —que no demasiado— el escenario.

El único cambio es que el trasvase de la ligera ventaja pase del bloque de la izquierda al bloque de la derecha reduciendo su espacio Junts de 7 a 6 escaños y, en consecuencia, al PSOE ya no le baste con la asbtención del partido de Carles Puigdemont: necesite su voto a favor.

Las posibilidades de que el PP arrebate un escaño al PSOE en Madrid

Business Insider España ha hecho 2 simulaciones en la circunscripción de Madrid teniendo en cuenta 2 resultados electorales: el que se registró el pasado domingo 23J —Madrid es la circunscripción que más diputados reparte, 37 asientos— y el que se registró el pasado 28 de mayo en las elecciones autonómicas a la Asamblea de Madrid.

Se pone el foco en Madrid por 3 razones. La primera: es la circunscripción con más peso en el reparto de escaños. La segunda: es, con diferencia, la que más votantes residentes en el extranjero tiene —el CERA el pasado 28M en la Comunidad de Madrid fue de 372.218 ciudadanos, si la cifra para el 23J es similar representará un 16% del censo total de residentes en el extranjero—.

Y la tercera: uno de sus escaños estuvo a punto de cambiar de signo la misma noche electoral. Si el PP hubiese obtenido 1.761 votos más, le habría robado al PSOE un asiento. De esta forma, los resultados —PP, 136; PSOE, 122; Vox, 33; Sumar, 31— variarían: el PP tendría 137 y el PSOE 121.

Los votos de cada partido que se quedan sin representación: Sumar, el más afectado con 600.000 papeletas

Eso, llevado a la aritmética parlamentaria, dibujaría un escenario que en realidad no cambia mucho, solo que la ligera ventaja la ostentaría esta vez Feijóo.

El pasado 28M el PP arrasó en Madrid. Díaz Ayuso obtuvo el 47,3% de los votos del censo electoral normal. Más País sumó el 18,3 —y Podemos no entró en la Asamblea al lograr solo el 4,76%—. El PSOE obtuvo la confianza del 18,1% de los votantes, y Vox la del 7,34%.

Los votantes en el extranjero el 28M auparon todavía más a Ayuso. En las autonómicas, votaron 28.860 personas, el 7,75% del censo en el extranjero que ascendía a 372.447 personas. Casi la mitad de esas papeletas fueron para el PP de Ayuso, el 44,9% de ellas, es decir, 12.018 votos. Más Madrid logró el 16,3%, el PSOE el 15,8% y Vox el 9,1%. Podemos, el 7,75%.

Si la bolsa de votos CERA del 23J fuera idéntica a la del 28M —que se empezará a escrutar en unas horas—, el PP arrebataría con facilidad el escaño al PSOE.

Si por el contrario la bolsa de votos CERA reprodujera más bien la tendencia en el reparto de votos en la Comunidad de Madrid que ya se visibilizó este 23J, los resultados se quedarían tal y como están —en Madrid el PP cosechó el pasado domingo 15 escaños, el PSOE 11, Sumar 6 y Vox 5—.

Con todo, es importante remarcar que en el voto CERA de Madrid el PSOE fue primera fuerza en las dos elecciones generales de 2019, a pesar de que en 2021 la Comunidad de Madrid convocaba un anticipo electoral e Isabel Díaz Ayuso obtenía una mayoría absoluta. De hecho, en las autonómicas de 2015 fue Podemos la primera fuerza entre los madrileños censados en el extranjero.

Jordi Sarrión-Carbonell, politólogo, apunta, no obstante, lo interesante del voto CERA en estas generales. Primero, se refiere a la bolsa de votos de Madrid. Muchos de los votos CERA que llegarán a Madrid no son en realidad residentes en Madrid, ya que el residente en el extranjero puede votar en Madrid sin estar realmente ligado a esa circunscripción.

Esto hace imprevisible lo que pueda suceder con el voto CERA en Madrid cuando se escrute.

No es solo Madrid: hay otros escaños bailando y la participación de españoles fuera podría ser mayor este 23J

Desde que terminó el recuento de votos el 23J hay cierto optimismo en el PSOE. Los socialistas confían en que de los múltiples escaños que puedan oscilar con el voto por correo, 

En el PSOE confían en un cambio de tornas que se traduzca en que sumen uno o dos escaños más a lo sumo, que acabe perdiendo el PP. Tampoco cambiaría demasiado el escenario en el Congreso, donde Junts, después de todo, seguiría siendo determinante. Si en el mejor de los casos los socialistas suman 174 escaños, puede recibir hasta 176 noes que bloqueen una investidura.

El de Madrid es uno de los asientos en el Hemiciclo que podrían moverse. Pero en Girona, Junts se quedó a 364 votos de quitarle el escaño al PP, en Cantabria el PP se quedó a 430 de robarle un diputado a Vox —en términos de bloque, no cambiaría nada— y en Palencia el PSOE se quedó a 1.080 papeletas de robarle un asiento al PP.

Hay batalla todavía por librar y hay un factor que hace que este voto CERA sea, en estas generales, determinante: el perfil sociológico del español que vive fuera. Además, la participación podría ser sensiblemente mayor. En 2011 España aprobó una reforma de la ley electoral que introdujo el voto rogado.

Esa reforma implicó que los españoles en el extranjero tuvieran que "rogar" su voto a los canales diplomáticos del Gobierno en el exterior. En muchos casos, esos votos ni siquiera llegaban a tiempo. El PSOE y Unidas Podemos aprobaron una reforma del voto CERA en la última legislatura que ha cambiado este escenario.

Ese cambio implica que el censo se dispara. Según datos que el Ministerio de Asuntos Exteriores habría facilitado al diario España Exterior, 233.688 personas residentes en el extranjero enviaron su voto al consulado. Esto podría implicar que un 10% del CERA habría participado en estas generales.

No obstante, Exteriores no ha confirmado estos datos a Business Insider España —si lo hiciera tras la publicación de este artículo, este sería actualizado— y el escrutinio puede todavía deparar sorpresas.

Por qué se dice que el voto CERA es más de izquierdas

Este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros —el primero con el Gobierno en funciones— la ministra portavoz Isabel Rodríguez esquivó varias preguntas sobre las negociaciones parlamentarias. 

"La democracia tiene sus plazos, sus hitos. Uno importantísimo es la jornada electoral. El siguiente tiene que ver con la finalización del recuento con el voto CERA que se resolverá el próximo viernes. Después los diputados tenemos que tomar posesión de las actas el próximo 17 de agosto", recalcó.

Es difícil dar respuestas esclarecedoras sobre la aritmética parlamentaria cuando esta, en realidad, no es definitiva. Sin embargo, es improbable que las nuevas mayorías varíen el escenario que ya se contempla. Lo importante serán las negociaciones que puedan desbloquear y allanar una investidura. El PNV y Coalición Canaria ya le han dado la espalda al PP.

Ni siquiera está claro quién será la próxima presidenta del Congreso. En la última legislatura lo fue Meritxell Batet, del PSOE. La ministra portavoz abundaba en esa idea: "Respecto a la Presidencia del Congreso, los grupos son ahora quienes tienen que hacer ese trabajo. El Gobierno está en funciones. Estamos aquí para gestionar los asuntos ordinarios de nuestro país".

¿Cuánto dinero en subvenciones recibe cada partido político según su resultado el 23J?

Al final, lo determinante será la posición que asuma Junts en sus negociaciones con el PSOE y Sumar.

Jordi Sarrión-Carbonell sí explica a Business Insider España por qué el PSOE empezó a ser optimista con el voto que llega desde el extranjero. "La aritmética depende de la circunscripción, que es la provincia. Y es fácil cambiar de provincia, no estás tan arraigado a tu última residencia. Esto puede ser bastante decisivo".

"El tema por el que principalmente se dice que el voto rogado es de izquierdas tiene mucho que ver con toda la diáspora de españoles que se fue durante los años de Gobierno del PP, durante los años de los recortes, la gente de la ciencia, la gente joven". De hecho, Podemos llegó a ganar en el voto CERA en Madrid en 2015, "recogiendo el guante del 15M".

Podemos se estrenó en las generales de 2015 y logró ser tercera fuerza entre el voto rogado. En la repetición de 2016, Unidas Podemos se convirtió en la primera fuerza entre los electores españoles residentes en el extranjero. Cuando en la década pasada muchos jóvenes emigraron se formaron diásporas con mucho sentimiento de colectividad y pertenencia.

"Los círculos de Podemos en Bruselas fueron brutales. Y la formación de esas colectividades hace que se mantenga la identidad nacional española fuera, algo que es bastante idiosincrático en el caso español".

Este viernes se sabrá hasta qué punto es determinante el voto CERA. Tal vez para la investidura no, pero las oscilaciones entre escaños pueden tener mucho que decir de cara a la futura legislatura, si es que esta echa a andar, a la hora de abordar leyes o incluso presupuestos en la Cámara Baja.