Worldcoin: por qué los jóvenes venden su privacidad por un puñado de euros

OpenAI siguen en las portadas, no solo por ChatGPT o su disruptiva IA de imagen Sora, sino por otro proyecto llamado Worldcoin, que busca crear una identidad digital universal y una criptomoneda que se distribuirá de forma gratuita a todas las personas del mundo. 

Pero para obtener tu Worldcoin, necesitas escanear tu ojo con un dispositivo especial llamado Orb, que captura la imagen de tu iris, creando una identidad digital única; a cambio, te dan criptos Worldcoin (WLD), que se han disparado en precio.  

Seguro que has visto, como nos ha pasado a muchos, colas en centros comerciales, mayoritariamente de jóvenes. Cuando dan dinero, y más aún en criptos, la demanda y atracción aumenta, más aún si ChatGPT está detrás. Eso sí, a cambio de vender tu privacidad, concretamente tu iris, esa parte de tu cuerpo imposible de emular.

En un mundo cada vez más digitalizado, la privacidad parece ser cada vez más la moneda de cambio por conveniencia o beneficio económico, de ahí que Worldcoin haya suscitado tanto interés como preocupación. 

Este éxito entre los jóvenes con la promesa de un "dinero fácil" ha levantado alarmas sobre las implicaciones de compartir información biométrica por compensaciones financieras, especialmente en España, donde su expansión está siendo notable.

Dinero fácil, padres preocupados

La facilidad con que Worldcoin ofrece recompensas a cambio de datos biométricos ha captado la atención de diversos grupos demográficos, incluidos menores de edad, si bien a partir de los 14 años puede dar su consentimiento. Historias como la de un joven de 15 años que vendió su iris por 100 euros en criptomonedas son un claro ejemplo de la preocupante tendencia que representa este proyecto. 

Estas acciones, irreversibles y de consecuencias aún desconocidas, plantean un desafío para los padres que se ven superados por la brecha digital con sus hijos y la atractiva oferta de Worldcoin. Pero se añade el hándicap para poder frenarlo que el fenómeno se retroalimenta, puesto que OpenAI paga con una cripto que se está disparando, con un incremento del 170% en pocos días, con lo que cada vez los voluntarios reciben más dinero al cambio por ceder la privacidad. 

¿La gente que cede esa información tan personal y valiosa es consciente de para qué o qué implicaciones tiene o solo ve un rédito económico? El atractivo de Worldcoin no solo se debe a la promesa de ganancias rápidas, sino también a la especulación en torno a su valor. 

España, en guardia

La presencia de Worldcoin en España ha crecido exponencialmente, con más de 300.000 usuarios dispuestos a intercambiar su información biométrica por criptomonedas, con lo que esas colas que habrás visto no son casuales. 

Esta rápida expansión ha provocado que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) tome cartas en el asunto ante las numerosas denuncias recibidas. Aunque aún no se han tomado decisiones concretas, el caso de Worldcoin en España refleja una creciente preocupación por la seguridad y privacidad de los datos personales.

La AEPD, ante el argumento de que hoy en día estamos continuamente expuestos con los datos y cedemos nuestra privacidad, consciente o inconscientemente, advierten y contraargumentan que no tiene nada que ver dar datos personales para crear una cuenta que ceder tus datos biométricos, como en este caso o en otros como la petición de huella dactilar de algunos gimnasios, también denunciado. 

Un futuro incierto

La situación de Worldcoin en otros países como Brasil, India y Kenia, donde ha sido bloqueado por preocupaciones sobre la privacidad, plantea interrogantes sobre su futuro en España y en el resto del mundo. Mientras algunos ven en Worldcoin una oportunidad de inversión y una ventana hacia el futuro de las finanzas digitales, otros advierten sobre los riesgos de sacrificar la privacidad por beneficios económicos inmediatos.

Worldcoin representa un caso más de estudio sobre los límites entre la innovación tecnológica y la protección de la privacidad personal, en plena revolución de la IA, el metaverso y el internet de las cosas. A medida que nos adentramos más en la era digital, proyectos como Worldcoin hacen reflexionar a particulares, colectivos e instituciones sobre el valor que le asignamos a la información personal y hasta dónde estás dispuesto a llegar por un puñado de euros.