"2 de cada 3 vacantes tecnológicas se deben a que las empresas no pagan el salario exigible": UGT carga contra el 'mito' de la "brecha de talento"

Hombre desconcentrado durante el teletrabajo.

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  • Un nuevo estudio de UGT destaca que 2 de cada 3 vacantes tecnológicas no cubiertas es por las "altas expectativas salariales" de quienes buscan trabajo.
  • La central abunda en que el número de empresas que tienen problemas para encontrar trabajadores tecnológicos es pequeño, "lo demás es publicidad interesada".

La Unión General de los Trabajadores (UGT) ha publicado la cuarta edición de su informe Digitalización de la empresa española, en el que, con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2021 radiografía en qué términos está impactando la transformación digital en el tejido productivo nacional. Lo hace, además, vertebrando sus análisis en varios ejes.

Uno de los más singulares es precisamente el que concierne a la brecha laboral, del que destacan un único indicador en positivo: "El porcentaje de empleados con acceso a internet se incrementa en un robusto 3%, aunque es preciso destacar que la cifra global (43%) todavía está muy lejos de lo deseable para conformar una fuerza laboral plenamente digitalizada".

Para la central sindical el resto de indicadores arrojan malas noticias. La principal, "2 de cada 3 vacantes no satisfechas se explican por el simple hecho de que las empresas no quieren pagar el salario exigible". "Con un dato así de contundente sobran más comentarios".

"Por mucho que el mainstream se empeñe, el número de empresas con dificultades para cubrir puestos tecnológicos es de un minúsculo 4,3%, y de un 0,2% en el caso de las microempresas. Estos son los datos contrastados, lo demás solo puede considerarse hype o publicidad interesada".

De hecho, la UGT abunda en que del total de empresas con dificultades para cubrir alguna vacante de especialistas en tecnología, el 64,5% lo achaca a la falta de solicitudes —de trabajadores, en consecuencia, de lo que muchas instituciones y firmas acusan a una supuesta falta o "brecha de talento"—.

El 72,5% de las empresas lo achacan a la "falta de experiencia laboral" por parte de los demandantes de ese empleo tecnológico, el 60,9% "a la falta de cualificación", pero el dato más revelador es que el 66% de las empresas con problemas para rellenar esos huecos lo achacan a las "demasiado elevadas" que son las "expectativas salariales de los solicitantes".

Mark Zuckerberg en una fotografía

El mantra de que falta talento tecnológico en España lleva circulando años: la ministra de Defensa, Margarita Robles, hizo esa misma consideración a finales de 2019 en el marco de las jornadas STIC del CCN-CERT, el equipo de respuesta a emergencias ante posibles ciberataques del CNI. "Es importante que las universidades se abran a este tema, hasta ahora no lo han hecho", adujo.

El Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información (ISC)², una organización no gubernamental con sede en EEUU, lleva años haciendo las cuentas. Del informe que publicaron en 2021 se extrajo, por ejemplo, la cifra de que en España son necesarios 29.000 trabajadores más en el sector de la ciberseguridad.

Aquel informe enfureció a trabajadores del sector que volvieron a denunciar en redes y también en un reportaje publicado en este medio cómo la realidad es bien distinta. Negaron que se tratara de una brecha de talento, sino de salarios equilibrados a lo que las empresas realmente están demandando en este sector.

De este modo, expusieron que el sector seguía sumido en la precariedad. "Quieren gente bien formada, con experiencia sénior, pero que acepten sueldos de becario". 

 

Una vez se conoció el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con el que el Gobierno vehicula los fondos europeos de recuperación, se supo que se destinarían 120 millones a becas para atraer y retener talento. La propuesta también fue recibida con cierta frialdad por parte de las centrales sindicales al entender que esa cuantía y esa inversión no resolvía problemas de base.

José Varela, responsable de Digitalización de UGT, adujo entonces sobre el informe anterior de Digitalización en la empresa española que el servicio de estudios del sindicato publicó, que las grandes empresas "no quieren pagar los precios de mercado que hay en Europa".

Uno de los últimos en pronunciarse sobre esta controversia ha sido el director del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), Félix Barrio, en el cargo desde mediados de este año. Reconocía que los trabajadores tenían "parte de razón", si bien enfatizaba que no es la misma la situación de una pyme o de una micropyme al buscar talento que el de una multinacional.

Sin embargo, algunas compañías de la ciberseguridad española, conscientes de que no siempre pueden competir con los salarios que ofrecen gigantes tecnológicos como Google, han abogado por alternativas como ofrecer jornada de 4 días o teletrabajo 100%, como es el caso de una empresa gallega del sector.

El estudio de UGT también detalla otras brechas, más allá de la laboral. Una llamativa es la que la central califica como "sensibilización": la inversión en tecnología por parte de las compañías españolas ha caído en 2021 un 6%, desde 2019 un 10%. "El comportamiento de las pequeñas empresas es aún peor, aumentando la caída hasta el 21%".

"Estas evidencias nos hacen asegurar, por cuarto año consecutivo, que la transformación digital no está siendo secundada por el tejido empresarial español, denotando una absoluta falta de sensibilización e implicación ante la necesidad de tecnificarse", lamenta el documento, que también recoge el descenso de empresas en un 3% con medidas de ciberseguridad.

Félix Barrio, director general del INCIBE.

Con todo, en 2022 ha sido el año en el que se ha empezado a apreciar el riego con los fondos europeos de recuperación, en especial con programas como el Kit Digital, que hace especial énfasis en pymes y micropymes. Muchas compañías pequeñas y medianas ya están solicitando estos fondos para digitalizarse, si bien estas ayudas no son la panacea si no cuentan con seguimiento.

Otras brechas que evidencia el estudio son la intersectorial —"la construcción lidera el retraso tecnológico por sectores"—, la geoestratégica —"aumenta el retraso digital de España frente a Europa"— o la comercial.

La central eleva varias propuestas, como incentivar a pymes para que apuesten por la digitalización, formar trabajadores y frente a las grandes empresas, desarrollar "medidas legislativas y regulatorias" para convertir la necesidad en ley, además de abogar por la negociación colectiva "para colocar en el centro de esta transformación a las personas". Puedes leer el estudio aquí.

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