¿Será la recesión el fin del teletrabajo?

Aki Ito
| Traducido por: 
Muchos expertos creen que la crisis acabaría con el teletrabajo, pero se equivocan.
Muchos expertos creen que la crisis acabaría con el teletrabajo, pero se equivocan.

Pete Ryan para Business 

Insider

Despidos. Recortes salariales. Pérdida de beneficios de los trabajadores. Las recesiones siempre nos dan muchos motivos para preocuparnos. Sin embargo, en esta ocasión existe una nueva preocupación entre los empleados: perder la posibilidad de teletrabajar. 

Saben que los jefes prefieren la presencialidad. En concreto, en EEUU, la oportunidad de trabajar en casa se ha mantenido debido a la cantidad de renuncias de los últimos meses —que también están en máximos históricos en España—, ofreciéndose el teletrabajo como una facilidad que permita retener el talento en la empresa. Pero ahora que la movilidad laboral parece estar comenzando a reducirse, ¿qué pasará en Norteamérica y en el resto de países? ¿Se volverá a lo presencial? 

A primera vista, la idea tiene sentido. Si los trabajadores temen ser despedidos durante un periodo de recesión, la idea es que se verán obligados a someterse a lo que exijan sus superiores. Desde luego, hay muchas empresas dispuestas a endurecer sus medidas respecto a los trabajadores que se quedan en casa. El Wall Street Journal informó recientemente de que los CEO piensan que una recesión económica les daría "mayor libertad para ordenar a sus empleados que vuelvan a las oficinas". 

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No obstante, esta valoración de la recesión está pasando por alto un factor importante: las empresas no facilitaron el trabajo remoto e híbrido solo para retener el talento. Lo hicieron también para ahorrar dinero, un dinero que ahora está muy, muy ajustado por la desaceleración de la economía. 

Y si los tiempos se vuelven aún más difíciles, la opción del teletrabajo es algo que puede ahorrar muchos costes a los empresarios. Aquí 4 razones por las que una crisis, lejos de debilitar la transición del país fuera de la oficina, podría potenciarla:

1. Teletrabajo para ahorrar en el alquiler de oficinas

En una recesión, lo primero que hacen los ejecutivos es buscar formas de recortar gastos. ¿Y cuál es uno de los mayores gastos de cualquier empresa? El mantenimiento de una oficina. En primer lugar, está el alquiler. Y eso sin contar el coste de mantener las luces encendidas, el aire acondicionado, los aperitivos y café, el pago a los conserjes y al personal de seguridad, o el mobiliario. Si te deshaces de tu oficina, todos esos gastos desaparecen. 

En el sector tecnológico de EEUU, famoso por sus enormes campus para los trabajadores, ya se aprecia un masivo cierre de oficinas. Twitter, que está luchando para capear un mercado publicitario en declive, está en proceso de cerrar una oficina en San Francisco, abandonando los planes de abrir otra en Oakland, California, y considerando cierres en otras ciudades. 

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Netflix, que está perdiendo suscriptores, está subarrendando actualmente 16.700 metros cuadrados de espacio de trabajo en California. Y Facebook, cuya capitalización bursátil se ha desplomado, ha interrumpido sus planes de ampliar sus oficinas en Nueva York. 

En una encuesta reciente realizada por Robin, una plataforma de gestión de puestos de trabajo, el 46% de las empresas afirmaba tener previsto reducir su espacio de oficinas durante el próximo año, la mayoría de ellas al menos a la mitad. Aunque una recesión dé la razón a los empresarios que odian el trabajo a distancia, la presencialidad puede no ser una opción debido a los gastos.

2. Teletrabajo en lugar de aumentos salariales

Con una inflación del 8,5% en EEUU y del 10,4% en España, los trabajadores para poder hacer frente a la subida de los alquileres y las facturas de la compra. Pero en una crisis económica, los empresarios tendrán dificultades para acometer estas subidas. Una forma de apaciguar la demanda de los trabajadores sin arruinarse sería permitirles mantener la ventaja que más les importa: trabajar desde casa. Según una encuesta, el empleado medio valora tanto el teletrabajo que lo considera equivalente a un aumento del 7%.

En medio de la conocida como Gran Renuncia, las empresas ya están utilizando el trabajo a distancia para evitar que los sueldos se disparen. En una encuesta realizada a empresas esta primavera, el 38% dijo que había permitido a sus empleados trabajar desde casa como forma de moderar las peticiones de aumentos. Y en los próximos meses, a medida que las empresas necesiten reducir costes más y más, es probable que ese porcentaje siga aumentando.

En la misma encuesta, el 41% de los empresarios dijo que permitiría a su personal trabajar desde casa durante el próximo año como forma de mantener los salarios.

3. Teletrabajo para contratar en lugares más baratos

Es posible que las empresas hayan optado inicialmente por el trabajo a distancia o híbrido para ahorrar en el alquiler y complacer a sus empleados. Pero ahora están empezando a descubrir una de las mayores ventajas de que su personal teletrabaje: la posibilidad de contratar un equipo mayor

Ya no tienen que buscar solo personal en la ciudad donde esté la sede de la empresa, sino que pueden contratar a gente de cualquier parte. 

Por ejemplo, en España esto supondría una gran ventaja para empresas con sede en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, no solo para los empresarios sino también para los trabajadores, que pueden trabajar desde zonas donde la vivienda sea más asequible.

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4. Trabajar en equipo para evitar los despidos 

Al principio de la pandemia, las empresas estadounidenses entraron en pánico y despidieron a un número récord de trabajadores. Eso resultó ser una mala decisión: cuando la economía se recuperó un año después, muchas compañías no estaban preparadas para satisfacer el aumento de la demanda de los consumidores. Tuvieron que hacer todo lo posible para volver a contratar a sus empleados, ofreciéndoles sueldos más elevados y bonus de contratación. Resulta que habría sido mucho más barato y mejor para los negocios haber capeado el temporal del COVID-19.

En las últimas semanas, algunos economistas han sugerido que los ejecutivos, habiendo aprendido esta lección por las malas, serán mucho más reacios a reducir sus plantillas en el futuro. Esto podría explicar por qué la tasa de despidos en Norteamérica se mantiene cerca de mínimos históricos, incluso cuando los beneficios de las empresas se están viendo reducidos.

Si no están dispuestas a despedir, tendrán que buscar otras formas de reducir los gastos. Y eso hará que todo el ahorro de costes que supone el trabajo remoto e híbrido sea aún más atractivo. En la encuesta de Robin, el 73% de las empresas que hacen que sus empleados trabajen desde la oficina a jornada completa afirmaron que considerarían cambiar a un horario híbrido para recortar antes de recurrir a medidas como los despidos. Es un dato impactante a tener en cuenta: casi 3 cuartas partes de los responsables que prefieren la presencialidad, están dispuestos a asumir el teletrabajo.

 

La pandemia ha trastornado la economía y, sin embargo, nuestra imaginación, en su mayor parte, sigue limitada por viejas expectativas. Seguramente, piensa la gente, las cosas volverán a la normalidad algún día y todo el mundo volverá a trabajar en la oficina. 

No obstante, debemos considerar la posibilidad de que se produzca un cambio de paradigma y el teletrabajo acabe imponiéndose. En los últimos 2 años ha quedado claro que las ventajas del teletrabajo, así como de la opción híbrida son demasiado grandes para que las empresas las ignoren, tanto en los buenos como en los malos tiempos. 

Hizo falta una pandemia mundial para desencadenar la revolución del trabajo desde casa, y es probable que haga falta mucho más que una recesión para detenerla.

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