El mítico discurso de Steve Jobs ha cumplido 18 años: estas son sus 3 poderosas lecciones que siguen resonando hoy

Lydia Ramsey Pflanzer
| Traducido por: 
Steve Jobs habló en la 114ª ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford (en Stanford, California, EEUU), el domingo 12 de junio de 2005.
Steve Jobs habló en la 114ª ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford (en Stanford, California, EEUU), el domingo 12 de junio de 2005.

MediaNews Group/The Mercury News via Getty Image

  • Steve Jobs, cofundador de Apple, pronunció un discurso de graduación en la Universidad de Stanford (EEUU) el 12 de junio de 2005. En este, contó 3 historias: sobre el amor, la muerte y seguir el instinto.
  • Han pasado 18 años desde que Jobs dio ese discurso, pero las lecciones que compartió entonces siguen resonando hoy.

Algunas de las frases más icónicas de Steve Jobs proceden de un discurso de graduación pronunciado el 12 de junio de 2005. 

Dirigiéndose a los graduados de la Universidad de Stanford (EEUU), el cofundador y entonces consejero delegado de Apple contó 3 historias que conectaban las lecciones que había aprendido en su vida con consejos para los nuevos graduados. 

Jobs murió en 2011 a los 56 años. 

Dieciocho años después, el discurso de 15 minutos sigue resonando, ofreciendo consejos útiles sobre la vida y el trabajo para personas de todas las edades.

Estas son las 3 grandes lecciones que compartió Steve Jobs:

"Confía en que los puntos se unirán de algún modo en tu futuro"

La primera historia de Jobs explicaba por qué decidió abandonar la universidad. 

Después de 6 meses en la escuela, Jobs dijo que no sabía lo que quería hacer con su vida, y no podía ver cómo la universidad iba a desempeñar un papel. En lugar de gastar el dinero de sus padres, abandonó los estudios. 

"Decidí dejarlo y confiar en que todo saldría bien", recuerda Jobs en el discurso, en el que cuenta que empezó a "dejarse caer" por algunas clases que le interesaban.

"Muchas de las cosas con las que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron tener un valor incalculable más tarde", expuso. Por ejemplo, una clase de caligrafía le enseñó tipografía y diseño, que más tarde le servirían para crear el ordenador personal Mac. 

"Si no hubiera abandonado los estudios, nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que tienen", afirmó el cofundador de Apple.

Conectar los puntos entre una clase de caligrafía y el diseño del Mac no era algo que Jobs pudiera ver en el momento en que abandonó los estudios: "Tienes que confiar en que los puntos se unirán de alguna manera en tu futuro. Tienes que confiar en algo: tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea".

"Encuentra lo que amas"

La segunda anécdota que contó Jobs fue cuando le despidieron de Apple. 

En 10 años, Jobs y el cofundador de Apple Steve Wozniak habían pasado de dirigir un negocio en un garaje a una empresa de 2.000 millones de dólares (unos 1.860 millones de euros, al cambio actual), rememoraba Jobs en el discurso. 

Sin embargo, a los 30 años, Jobs se vio obligado a salir de la empresa. "No lo vi entonces, pero resultó que ser despedido de Apple fue lo mejor que me podía haber pasado", afirmó ante los graduados.

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Jobs dice en el discurso que aquello le llevó a un periodo creativo de su vida, en el que creó dos empresas y se enamoró. Más tarde, Apple compró una de las empresas y Jobs volvió a Apple. 

"A veces la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdas la fe. Estoy convencido de que lo único que me hizo seguir adelante fue que amaba lo que hacía. Tienes que encontrar lo que amas. Y eso es tan cierto para tu trabajo como para tus amantes", reveló.

Si aún no has encontrado lo que amas, "no te conformes": "Como en todos los asuntos del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres", sostuvo.

"La muerte es el destino que todos compartimos"

El relato final del discurso de graduación de Jobs revela lo que vivió al conocer su diagnóstico de cáncer de páncreas. Jobs murió de complicaciones relacionadas con el cáncer en 2011.

Jobs explicó que desde que era adolescente había utilizado la motivación de vivir cada día como si pudiera ser el último para ayudarle a tomar grandes decisiones. 

"Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir a tu corazón", aconsejó.

Cuando a Jobs le diagnosticaron un cáncer de páncreas en 2004, al principio le dijeron que era incurable y que solo le quedaban meses de vida. Más tarde, ese mismo día, una biopsia reveló que el cáncer podía tratarse con cirugía. "Me operaron y, afortunadamente, ahora estoy bien", afirmó entonces, en 2005.

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Pero el encuentro cercano a la muerte le dio la certeza, dijo, de lo que quería compartir con los graduados universitarios: "La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así es como debe ser, porque la muerte es, muy probablemente, el mejor invento de la vida".

Es decir, es importante asegurarse de vivir fiel a uno mismo. "Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu propia voz interior. Y, lo más importante, ten el valor de seguir tu corazón y tu intuición", añadió.

Después de sus 3 historias, Jobs dejó a la promoción de 2005 de Stanford con unas palabras de despedida que aprendió del último número de una publicación de los años 70: "Stay hungry, stay foolish" (que se podría traducir aproximadamente como "Mantente hambriento. Mantente alocado", o inquieto o ingenuo).

Puedes ver el discurso completo aquí:

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