Los 5 síntomas más significativos para reconocer un ictus rápidamente

¿Sabes cómo reconocer un ictus? Esta enfermedad cerebrovascular afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Cuando uno de ellos se rompe o se tapona debido a un coágulo u otra partícula, el riego no llega al cerebro y las células nerviosas no reciben oxígeno, produciéndose hipoxia. Las neuronas mueren al cabo de unos minutos. 

El ictus se refiere al paraguas genérico de accidentes cerebrovasculares, que engloba la trombosis cerebral, la apoplejía, el derrame o la embolia.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año entre 110.000 y 120.000 personas sufren un ictus en España, de los cuales en torno a la mitad se quedan con secuelas discapacitantes o fallecen. 

 En la actualidad, 330.000 españoles sufren limitaciones en su capacidad funcional a consecuencia de un ictus. De hecho, se trata de la primera causa de discapacidad adquirida en la edad adulta. Aunque es más frecuente en personas mayores, aproximadamente un tercio de los afectados tienen menos de 65 años.

Existen 3 mecanismos principales que pueden derivar en un ictus: la embolia u obstrucción producida por un trombo originado en otro punto del sistema circulatorio y que obstruye un vaso cerebral; trombosis u obstrucción de una arteria del cerebro por un trombo producido en la misma, y hemorragia, desencadenada por la ruptura de un vaso cerebral, aneurisma o malformación vascular.

5 principales síntomas de un ictus 

Desde la OCU explican cuáles son los síntomas más significativos y frecuentes para poder reconocer un ictus.

Estos aparecen de forma brusca. Cuando desaparecen sin dejar señal se habla de AIT, o accidente isquémico transitorio, que sucede cuando la hipoxia del tejido cerebral es demasiado breve como para causar la muerte neuronal. Pueden ser avisos de episodios graves posteriores.

Esos son los síntomas del ictus a los que debes prestar atención: 

• Debilidad, entumecimiento o parálisis de una parte del cuerpo.
• Dificultades para hablar o para comprender lo que estás escuchando.
• Pérdida súbita de visión, ya sea total o parcial. 
• Vértigos, problemas de equilibrio o descoordinación de movimientos.
• Dolor de cabeza muy intenso y repentino, sin razón aparente.

La actuación rápida ante el ictus es esencial: considéralo una emergencia médica que requiere actuación inmediata. Si tú o alguien de tu entorno manifiesta estos síntomas, llama a los servicios de emergencias urgentemente, vigila las constantes vitales del enfermo, aflójale la ropa y déjale espacio para respirar.

Describe los síntomas del ictus con la mayor precisión posible: la intervención precoz ayuda a minimizar las futuras secuelas. También es importante la rehabilitación posterior, más sencilla cuanto menor sea la cantidad y la gravedad de las secuelas del ictus.

"Está demostrado que si un paciente con ictus agudo es atendido por el neurólogo en las primeras horas la probabilidad de fallecer o quedar con secuelas graves se reduce a la mitad", declara al diario Ideal el jefe de la Unidad de Neurología de la Clínica La Luz y vocal de relaciones institucionales de la Sociedad Española de Neurología, Valentín Mateos.

Entre los factores de riesgo para el ictus destacan la herencia familiar, la hipertensión arterial, el tabaquismo, la diabetes, las enfermedades de la arteria carótida, las temperaturas extremas o una cantidad elevada de glóbulos rojos. También el sedentarismo, el colesterol alto o la edad avanzada.