Hacer cosas junto a otros, ‘time blocking’ o la técnica Pomodoro: estos 5 trucos de productividad sacados de TikTok pueden ayudarte a estar más concentrado

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Apps y herramientas de productividad
Reuters

No es ningún secreto que los últimos dos años han golpeado duramente a muchas personas. Una encuesta ha revelado que el 84% de los adultos estadounidenses han experimentado emociones relacionadas con el estrés prolongado, según la Asociación Americana de Psicología.

Una nueva investigación de la Facultad de Medicina de Harvard sugiere que el cerebro pandémico  —es decir, la fatiga, la niebla cerebral y la depresión— es un síntoma real y afecta incluso a personas sanas. Así que si te cuesta concentrarte y buscas nuevos consejos y trucos para mantenerte motivado y seguir adelante, definitivamente no estás solo.

Como alguien que definitivamente no es ajeno a la lucha —y que fue diagnosticado con TDAH días antes de que comenzara este bloqueo creativo— decidí recurrir a TikTok para probar algunos de los trucosmás populares para conseguir un aumento en la productividad. Aunque algunos trucos son  más efectivos que otros, aquí están los que creo que valen la pena probar.

1. Hacer cosas junto a otros

En el mundo anglosajón se conoce como body doubling, y se suele recomendar como una estrategia fantástica para ayudar a las personas con TDAH a hacer las cosas. Actualmente es uno de mis consejos de productividad favoritos, y por una buena razón. 

La forma en que funciona este body doubling, es sencilla: utilizas la presencia de otra persona para ayudarte a hacer cosas. Si tienes que teletrabajar, puedes pedirle a un amigo que esté en la misma habitación que tú, aunque esté haciendo cosas diferentes, como leer un libro o jugar a la videoconsola.

He probado el body doubling tanto en persona como virtualmente usando Zoom, y cada vez que lo he hecho mi productividad se ha disparado. Como había otra persona presente para hacerme responsable (y no se permitía hablar), me era mucho más fácil entrar en el flujo de trabajo —y mantenerme ahí— sin distraerme. 

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Además, me ayudó a trabajar en las tareas más difíciles porque las transformó en algo más agradable.

2. Time blocking

Si eres una persona a la que le gusta ser organizada, el time blocking puede ser una gran estrategia de productividad. Esta técnica consiste en dividir el día en diferentes segmentos, o bloques, para crear un plan detallado de cómo pasarás el día, incluyendo los descansos, el cuidado personal o los compromisos que puedas tener. 

Para llevarla a cabo se pueden utilizar herramientas como Google Calendar.

El time blocking no fue muy eficaz para mí, pero funciona... a veces. Me gustaba tener un horario exacto que seguir, pero a veces puede resultar aburrido y no permite mucha flexibilidad, lo que puede ser difícil si tienes un horario de trabajo muy ocupado que implica muchos cambios e interrupciones.

Aunque ya no utilizo esta técnica empecé a implementar una versión vaga de la misma en mi horario semanal en el que bloqueo días específicos para tareas concretas, como grabar mi podcast todos los martes por la mañana. Esto crea una estructura suficiente para hacer las cosas y al mismo tiempo me da la flexibilidad que me gusta.

3. La regla de los 5 minutos

La regla de los 5 minutos es uno de mis consejos de productividad favoritos de todos los tiempos, y es perfecta para cualquier situación en la que te encuentres evitando una tarea, procrastinando o luchando por empezar. En lugar de forzarte a sentarte y hacer algo que has estado evitando, la regla de los 5 minutos dice que sólo tienes que hacer esa cosa durante cinco minutos. 

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Para muchos de nosotros empezar una tarea puede ser increíblemente difícil —especialmente si es algo que no te entusiasma o que has estado evitando durante mucho tiempo—, y este consejo hace que superar ese obstáculo inicial sea más fácil. 

Una vez que hayas terminado con los 4 minutos, puedes parar pero, –si eres como yo— probablemente acabarás completando la tarea.

4. La técnica Pomodoro

Puede que ya hayas oído hablar de la técnica Pomodoro, pero merece la pena refrescarla. Diseñada originalmente en los años 80, es una estrategia de gestión del tiempo que consiste en dividir la jornada laboral en trozos de 25 minutos (o pomodoros) separados por descansos de 5 minutos

Una vez que has completado cuatro pomodoros, te animas a hacer una pausa más larga de 20 minutos. 

Ya he probado esta técnica antes y, aunque creo que puede ser increíblemente útil para algunas personas, no es mi herramienta de productividad favorita. Me ayuda a empezar a trabajar, al igual que la regla de los 5 minutos, pero odio que me interrumpa el temporizador justo cuando siento que estoy entrando en el mood del trabajo. 

Después de mi primer descanso de 5 minutos sentí que había perdido el impulso que había construido, así que terminé el descanso antes de tiempo y volví al trabajo.

5. Gestión de la energía

Cuando vi por primera vez este TikTok sobre la gestión de la energía, corrí a YouTube para obtener una explicación más larga —y me alegro de haberlo hecho–. 

A diferencia de los consejos y trucos de productividad tradicionales, que suelen hacer hincapié en una mejor gestión del tiempo, esta estrategia implica la gestión de tu energía, haciendo un seguimiento de tus niveles de energía a lo largo del día (y de la semana) y utilizando esa información para crear un horario que funcione para ti.

Tras unos días siguiendo de mi energía durante el día, descubrí que mi pico se produce entre las 9 y las 14 horas, así que empecé a organizar mi jornada laboral en función de esa información. 

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También aprendí que las mañanas tempranas me hacen sentir más energizado y entusiasmado con mi día, así que empecé a priorizar el levantarme más temprano para darme una o 2 horas antes del trabajo para hacer el desayuno, tomar café y meditar. 

A partir de ahí, empecé a prestar atención a las tareas que me generaban energía frente a las que la drenaban y utilicé esa información para controlar mis niveles de energía según fuera necesario. Solía tener la tendencia de poner todas las cosas que me daban energía una detrás de otra en mi organización diaria, normalmente por la tarde y la noche.

Pero ahora las programo a lo largo del día para ayudar a levantar mis niveles de energía después de las cosas que me agotan, como las largas conferencias telefónicas.

Además, me encanta que la gestión de la energía me permita ser una persona tanto proactiva como reactiva. Por supuesto, me ayudó a crear una rutina que funciona para mí, pero también me dio más información sobre mí y mis niveles de energía. 

Si no he dormido lo suficiente la noche anterior, por ejemplo, puedo reorganizar mi mañana para incluir tareas más energéticas con el fin de "acumular" las más agotadoras, o simplemente dejar las más agotadoras para el día siguiente. Este enfoque de la productividad basado en la flexibilidad es definitivamente una victoria para mí.

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