5 aprendizajes de viajar más de un año por el mundo y 10 errores que no volveríamos a cometer

Hace ya más de 400 días que Sofía Lusson y Jesús Sánchez se montaron al primer avión que les llevaría a dar la vuelta al mundo. Estos treintañeros se propusieron recorrer cientos de lugares cargando con sus mochilas durante un año y medio, una aventura que muestran a través de su perfil de Instagram.

Tras muchos autobuses, aviones y todo tipo de alojamientos y adversidades, aseguran haber aprendido muchas lecciones de esta experiencia.

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Los jóvenes, que aprovecharon el fin de los estudios y una excedencia de trabajo para emprender su aventura, confiesan la suerte que tienen de poder embarcarse en un viaje así, aunque aseguran que existen muchas creencias erróneas alrededor de este tipo de viaje para el que no todo el mundo está preparado.

"No hay que generar expectativas super altas, porque te fastidia el viaje. Es un error de base. Las cosas van surgiendo y a viajar se aprende viajando", afirma Jesús.

En una entrevista para Business Insider España desde Managua, la pareja revela algunos de los errores que no volverían a cometer y lo que han aprendido del viaje de sus vidas.

Errores que no volverían a cometer

1. Romantizar la vuelta al mundo

"Creo que todo el mundo, antes de salir a hacer un viaje así, tiene que saber que no son vacaciones. Nosotros también lo pensábamos y para nada es así. Dar la vuelta al mundo está muy romantizado, pero es mucho más duro física y emocionalmente", comenta Sofía.

Además, señalan, un viaje así no es sinónimo de lujos y comodidades: "Vivimos con nuestra mochila que pesa 13 kilos en la espalda, viajamos una media de 7 horas al día en autobuses del infierno, hace un calor horrible y dormimos en habitaciones compartidas con 18 personas".

2. Creer que puedes tener todo planificado

"No te sirve de nada planear. Puedes tener una idea global del itinerario, con cuántos días pasar en cada país, pero luego todo cambia", indica Jesús.

"Nuestro plan inicial se rompió el segundo mes. Lo único que hemos mantenido es el orden", añade Sofía. "Teníamos idea de quedarnos 16 días en Bolivia y nos quedamos 35; 50 días en México y al final fueron 90. En el Salvador iban a ser 10 días y acabó siendo un mes".

3. Intentar abarcar demasiado

En esta vuelta por el mundo –que estiman terminar en julio–, han aprendido que hay que disfrutar más de los lugares sin la ansiedad de querer verlo todo. 

"Si te dicen que un lugar es muy turístico y que no merece la pena, créetelo. El error es no escuchar e intentar abarcar demasiado", aconsejan.

Los jóvenes aseguran que hay un momento en el que asumes que no se puede hacer todo, y que no todas las actividades merecen la pena, por mucho que te las hayan recomendado.

4. Perder de vista el presupuesto

Ellos consideran que un viaje así no tiene nada que ver con estar de vacaciones por múltiples razones, pero la principal es que tienes que ajustarte mucho a un presupuesto que has marcado eligiendo cuál es tu prioridad: dormir cómodo, comer bien, ocio o excursiones.

"De vacaciones te gastas muchísimo más dinero y no te cortas de nada. El primer mes cuando empiezas a viajar sí te lo tomas más de vacaciones. Comes en restaurantes, bebes en bares y haces todas las actividades del mundo porque además es más barato que en España", comenta Sofía, que explica que el segundo mes ya empezaron a valorar si merecía la pena tomarse una cerveza en el bar en lugar de comprarla en una tienda.

La pareja –que gasta un total de 42 euros diarios (o 1.200 al mes)– recomienda ponerse un presupuesto bajo, porque cuanto más desahogado sea más acabarás gastando. Pese a ello, aseguran que es suficiente para poder disfrutar y estar tranquilo.

5. Dejar que ese presupuesto te amargue 

Pese a que es imprescindible no olvidarse del presupuesto, ambos coinciden en que es necesario tomarse días "libres" o "de vacaciones" sin pensar mucho en ese gasto establecido, porque aunque haya que tenerlo siempre en mente, no puedes dejar que te amargue.

"El mayor susto nos lo dio Uruguay, no nos lo esperábamos. El presupuesto allí nos llegó a generar ansiedad, así que tuvimos que cambiar el chip para poder disfrutar del viaje", relatan estos trotamundos, que ven importante ser consciente y saber adaptar tu presupuesto a cada destino al que viajes.

6. Llevar todo reservado y solo buscar en las plataformas más populares

Aunque creer que todo está en Booking es un pensamiento habitual, lo cierto es que es un gran error cuando se trata de viajar fuera de Europa.

Sofía y Jesús comentan que no solo buscan sus alojamientos en Booking, Hostelworld o Airbnb, sino que también miran en Google Maps. Cuando encuentran un sitio, llaman directamente, pues aseguran que muchas veces suelen ser más baratos si contactas así que si lo haces a través de las plataformas, donde no siempre aparecen.

Aunque en muchas ocasiones encuentran donde dormir al llegar al destino, en los lugares más turísticos optan por reservar solo la primera noche cuando llegan tarde y buscar alojamiento in situ al día siguiente. Eso sí, su gran consejo low cost es viajar de noche para ahorrarse el alojamiento.

7. Pagar sin preguntar el precio

Aunque no siempre ocurre, Sofía y Jesús relatan que en varias ocasiones han notado que en sitios turísticos querían engañarles al ir a pagar el transporte.

Por ello, su recomendación es sentarte al final del autobús para ver cuánto paga la gente o preguntar al resto de pasajeros por el precio, aunque en muchas ocasiones no van a querer revelarlo. 

"No suelen intentar cobrarte de más, pero hay lugares en los que sí se aprovechan y nadie quiere decir cuánto han pagado para no comprometerse", afirman.

8. Comer y beber solo en restaurantes y bares

Aunque al comenzar la experiencia la mayoría de viajeros cometen el error de solo salir fuera a comer y beber, el ver cómo sube el gasto te enseña que comer en mercados es mucho más barato (a veces incluso más que comprar la comida, aunque también aprovechan a cocinar en algunas ocasiones).

Sus tips low cost estrella: "Los plátanos te salvan la vida y si vas a estar muchos días en un sitio es bueno tener a tu vendedor de confianza, porque al final siempre te acaban invitando a algo".

Lo mismo ocurre con equivocarse al beber únicamente en bares, aunque señalan que un grave error es no ser consciente de las leyes de cada país y consumir alcohol en la calle en lugares donde está prohibido.

9. Cargar las mochilas y viajar con cosas innecesarias

"Vivimos haciendo y deshaciendo la mochila todos los días y hemos aprendido que es un gran error cargar con mucho más peso del necesario por llevar cosas que no vas a utilizar", señala Sofía.

"Peso es salud. La mochila pesa mucho y de verdad que no necesitas nada. Hemos encontrado a gente viajando hasta con sartenes o con maletas de ruedas de 30 kilos. Así es imposible", añade Jesús.

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Ellos tienen claro que para poder dar la vuelta al mundo es imprescindible que la mochila sea cómoda y que solo 2 kilos más se notan "muchísimo", además de que supone un impedimento a veces para volar o te obligan a facturar (con el correspondiente gasto extra que eso implica).

Otro error relacionado con este punto es no lavar la ropa (la interior, en particular) a mano y a diario: las lavanderías son caras y tampoco quieres mezclar lo sucio con lo limpio.

10. Pensar que vas a viajar de la misma manera que en Europa, pero además ir con miedo

Tus estándares de calidad tienen que desaparecer junto a tus prejuicios el día que te subas a un avión, porque de lo contrario no vas a disfrutar del viaje, aseguran.

"Tienes que entender que no estás en Europa, que las cosas no funcionan igual", sostienen. 

"Tienes que adaptarte. Si pone en un cartel de una tienda que se puede pagar con tarjeta y no te dejan, es lo que hay", añaden.

Sin embargo, consideran que no puedes ir con miedo y sin relacionarte con los locales y su cultura. "Si te saltas esto puedes estar saltándote lo mejor, porque playas bonitas hay en todas partes", aseguran.

Aprendizajes que se llevan para siempre

1. La suerte que es tener un pasaporte europeo

Tanto Sofía como Jesús aseguran ser muy conscientes de la suerte que tienen de que su pasaporte sea rojo, algo que "define tu vida".

En esta entrevista para Business Insider España, los jóvenes relatan historias de fronteras entre países en las que han podido comprobar cómo otra gente no corre la misma suerte por haber nacido en lugares con menos privilegios.

2. Solo necesitas 3 cosas para salir adelante

Tras haber pasado por innumerables países, tienen claro que lo primero que tienes que hacer nada más llegar a un destino es tener una tarjeta sim del país y sacar dinero. "Eso te soluciona la vida y a partir de ahí ya puedes funcionar", sostienen.

Por otro lado, ambos coinciden en que viajar sin seguro es muy peligroso, además de obligatorio en algunos países tras el COVID-19: "No nos ha pasado nada, pero sí que hemos tenido que usarlo porque es fácil ponerte malo, ya que tu cuerpo tarda en acostumbrarse al continente".

3. Saber convivir en pareja a pesar de las adversidades

Otra de las razones por las que sostienen que "no todo es tan romántico ni bonito" como lo pintan es que el viajar en pareja puede ser complicado. 

"Es mucho tiempo solos en situaciones muy adversas: pasamos hambre, sueño, calor y estamos muy cansados, por lo que es fácil el conflicto. Se trata de tener paciencia y hacer cosas independientes para darse espacio. Cuando conocemos gente intentamos separarnos y tener otro ambiente. Es es un ejercicio de pareja bestial. En 6 años nunca nos habíamos enfadado y ahora no pasan 6 días", afirman entre risas.

4. Paciencia, empatía y respeto para conocer el mundo

Sofía insiste en que su mayor consejo para viajar se basa en 3 pilares: paciencia, empatía y mucho respeto.

"Estamos acostumbrados a que en Europa funcionen las cosas de una manera de la que aquí te tienes que olvidar. La realidad social es complicada y hay cosas que nos preocupan en España que aquí no. Hay desigualdades y hay veces que tienes que vivir situaciones en las que solo puedes seguir ese consejo de paciencia, empatía y respeto", sostiene. 

5. Crear una comunidad de viajeros es muy importante

Aunque viajan en pareja, conocer gente y formar una comunidad de viajeros forma parte de su experiencia.

"La gente que también está viajando te cuenta sus vivencias y eso mola, además de que es recomendable dejarse aconsejar por ellos", coinciden.

Pero, sobre todo, y según su experiencia, una de las grandes lecciones que se llevan es que la gente es buena y siempre te van a intentar ayudar.