Aviones que imitan la piel de los tiburones en sus fuselajes: así busca Lufthansa ahorrar combustible y reducir sus emisiones

Juan Pedro Chuet-Missé
| Traducido por: 
Lufthansa ha sido la primera aerolínea en apostar por este queroseno neutro en carbono.
Lufthansa ha sido la primera aerolínea en apostar por este queroseno neutro en carbono.

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Los tiburones no pueden volar en el aire pero sí en el agua. Estos peces, entre los más grandes y feroces del mar, pueden alcanzar velocidades de hasta 50 km/h. Una de las claves de su rapidez está en la textura de su piel. Y Lufthansa la toma como inspiración para ganar en sostenibilidad.

La aerolínea alemana, a través de su filial Lufthansa Technik, ha desarrollado con la compañía química Basf el recubrimiento AeroShark, que permitirá reducir el consumo de combustible en un 1%.

Un ahorro que se multiplica

Quizás parezca poco, pero cuando se multiplica por la flota de los 10 B777 a los que se quiere aplicar esta cobertura, implica el ahorro de 3.700 toneladas de carburante y de 11.700 toneladas de CO2 al año.

“Es el equivalente a 48 vuelos de aviones de carga entre Fráncfort y Shanghái”, indican en las compañías.

El tiburón tiene la clave

Cuanta menor resistencia ejerce el avión mientras vuela, consume menos combustible. Por ello Basf y Lufthansa Technik retomaron la idea de construir una cobertura que imite la piel del tiburón, un diseño de biomimética que también había sido estudiado por Airbus con la firma 3M.

AeroShark consiste en una superficie con millones de pequeños prismas llamados riblets, de apenas 50 micrómetros; equivalente a dos tercios del grosor del cabello humano.

Esta cobertura imita las ventajas aerodinámicas de los tiburones, y se colocará en la superficie de los aviones B777 de carga de la aerolínea.

La ‘piel de tiburón’ también fue diseñada para resistir a la radiación por una fuerte exposición de rayos UV, a los cambios de presión a gran altitud y a temperaturas extremas.

El antecedente

En 2019 ambas compañías habían instalado una variante del AeroShark en 500 metros cuadrados del fuselaje de un B747-400, que demostró que era factible ahorrar un 0,8% de combustible en cada vuelo.

En el caso de los B777, el ahorro será más grande todavía porque la cobertura de piel de tiburón recubrirá más superficie de los aviones, que además no tienen ventanillas como los de pasajeros.

Entre Basf y Lufthansa Technik seguirán desarrollando nuevas variantes del AeroShark para otros tipos de aviones y que cubran más superficie de las aeronaves, con el objetivo final de que estas coberturas puedan reducir las emisiones de CO₂ hasta en un 3%.

Artículo en Tendencias Hoy.

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