Estos son los cambios que propone una firma de diseño para adaptar los aviones a la pandemia de coronavirus
- La firma de diseño de fama mundial PriestmanGoode ha presentado un proyecto para adaptar las cabinas de los aviones a la nueva situación de pandemia de coronavirus.
- Las clases turista y business serían modificados por habitaciones y zonas, ya que la firma considera que los nombres actuales están "desactualizados".
- La limpieza se haría en todo caso con UVC y calor, además de las prácticas actuales, para brindar mayor tranquilidad a los viajeros.
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Desde el comienzo de la pandemia, los expertos han estado probando diferentes formas de lograr el distanciamiento social en los aviones con poco éxito, pero hay una empresa que está llevando esta idea al siguiente nivel.
Con su último concepto de diseño, la firma PriestmanGoode de Londres quiere cambiar todo lo que sabemos sobre vuelos para garantizar una tranquilidad total para los clientes. Esta compañía de fama mundial, que hace poco se ha ocupado de guiar a AEgean Airlines a través de una campaña de cambio de marca, está probando suerte en la salud pública con su nuevo proyecto Pure Skies con 3 factores motivadores en mente: espacio personal, higiene y falta total de contacto.
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La implementación de este diseño cambiaría las nociones actuales de vuelo al eliminar la idea de las diferentes clases. Lo que actualmente se conoce como business se denominaría Pure Skies Rooms y los asientos en turista serían Pure Skies Zones.
Los diseños de los asientos en sí mismos no son radicalmente distintos a otros que sugieren asientos orientados hacia atrás nunca antes utilizados como una posible alternativa.
Echa un vistazo a lo que podría ser el futuro de los viajes en un mundo posterior a la pandemia.
El diseño Pure Skies de PriestmanGoode para aviones busca utilizar el entorno actual de la industria para cambiar las nociones actuales de vuelo mientras intents reformarlo para mejor.
A cada cabina se le cambiará por completo en nombre, apariencia y diseño.
El primer cambio propone modificar la denominación de business y turista, ya que la firma la considera anticuada, y sustituirla por secciones llamadas "habitaciones" y "zonas".
Los asientos en business se conocerían como habitaciones, mientras que los asientos en turista serían zonas.
Continuando con las tendencias actuales que requieren suites privadas en las cabinas delanteras, las habitaciones serán cuartos completamente cerrados con paredes divisorias del suelo al techo.
En lugar de puertas que se puedan cerrar, como las que se encuentran en las Qsuites de Qatar Airways y la Suite Club de British Airways, este diseño incluye cortinas para separar completamente las habitaciones del pasillo.
El espacio de almacenamiento superior también se incorporará al asiento para que los pasajeros no necesiten salir de la habitación a menos que vayan al baño.
Las habitaciones también tendrían una gran cantidad de espacio de almacenamiento personal a nivel de los asientos.
El control del sistema de entretenimiento a bordo se puede hacer mediante gestos y no utilizando un control remoto o una pantalla táctil, lo que reduce aún más el número de puntos de contacto.
Y la tecnología de emparejamiento de dispositivos se ampliaría para que los pasajeros pudieran usar sus teléfonos para controlar el sistema si lo desearan.
El diseño está pensado para dehar menos rincones donde el virus pueda esconderse durante la limpieza.
La luz y los colores juegan un papel clave, con diferentes colores que indican si el avión está limpio o aún no se ha limpiado.
Una vez finalizada la limpieza, los colores naranja y amarillo dan la bienvenida a los pasajeros a bordo con la tranquilidad de que el avión está limpio.
Las aerolíneas están adoptando actualmente nuevas medidas de limpieza para aviones, pero la mayoría de los pasajeros no las presencian. PriestmanGoode cree que la tranquilidad con los colores será clave.
En clase turista los asientos quedarían separados por paneles.
Cada fila quedaría aislada como una sola unidad que no afecta a ninguna de las otras filas, lo que significa que los pasajeros pueden reclinarse sin chocar con el asiento trasero.
La parte posterior de los paneles se podría personalizar según las preferencias de la aerolínea, pero asume la eliminación de los sistemas de entretenimiento en vuelo en favor del uso de dispositivos personales que se pueden conectar a los soportes.
Se instalarían divisores entre cada asiento para proporcionar un mínimo adicional de protección y privacidad.
Las aerolíneas emprendedoras también pueden aprovechar la oportunidad para vender dispositivos precargados con contenido para usar durante el vuelo.
La bandeja puede ser cosa del pasado en el diseño de PriestmanGoode.
Cada asiento tendría una mesa pequeña que viene de serie.
El tamaño sería aproximadamente la mitad de las bandejas actuales. Serían adecuadas solo para sostener una bebida o un pequeño aperitivo.
Las azafatas se encargarían de repartir un accesorio más grande para las comidas.
Las mesas desmontables podrían limpiarse más a fondo y reemplazarse según sea necesario para garantizar aún más la tranquilidad durante las comidas.
Además, en vez de los habituales bolsillos para libros, los pasajeros recibirían bolsas extraíbles que se adhieren al respaldo del asiento...
... o podrían sencillamente utilizar su propio bolso.
Se emplearían múltiples métodos de limpieza, incluidas las luces UVC y la limpieza con calor, además de los procesos existentes como el nebulizador.
Y al igual que en el apartado premium, se utilizarían diferentes colores para indicar las etapas de limpieza de la cabina.
Las zonas, antes conocidas como asientos de clase turista, estarían escalonadas para crear una alusión de privacidad y distanciamiento, aunque todos los pasajeros de una fila determinada estarán a menos de 2 metros entre sí.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los expertos coinciden en que la movilidad que había antes de la pandemia no va a recuperarse en 2020, y puede que tampoco en 2021, PriestmanGoode cree que podría ser el momento para que las aerolíneas comiencen con este cambio radical, ya que el diseño y la implementación podrían llevar 3 años o más.
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