La tecnología brinda al sector turístico un sinfín de oportunidades para avanzar en su camino hacia la descarbonización

La sostenibilidad es año tras año la reina de las tendencias de la industria turística. Un pilar en la estrategia de cualquier compañía de un sector que ha sabido ver la vital importancia de cuidar el planeta y que, además, esto atrae la demanda de los viajeros más preocupados por el medio ambiente.

Por ello, cada vez más empresas del sector están estudiando cómo pueden abordar cuestiones como la descarbonización, la reducción de residuos y de la contaminación, además del aumento de las futuras inversiones ecológicas.

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Además, como apunta The Next Web, muchas compañías se están dando cuenta de que ser ecológicos también tiene sentido desde el punto de vista empresarial, ya que ayuda a reducir costes y a que las operaciones sean más eficientes

En este sentido, el uso de tecnología tiene un papel muy importante para que el turismo de un paso más allá en materia de sostenibilidad con soluciones de lo más innovadoras que se pueden aplicar en diversos ámbitos.

Eliminar el desperdicio de alimentos

El modelo de todo incluido de los hoteles de sol y playa, unido al habitual servicio de buffet en sus restaurantes, lleva a los clientes que escapan unos días a relajarse a ponerse las botas por encima de sus posibilidades.

En la mayoría de los casos, la buena pinta, la falta de decisión y las ganas por querer probarlo todo llevan a los huéspedes que se pasean observando con ansia las bandejas de comida a coger un poco de todo como si fuese a acabarse la comida.

Al final, son ellos los que no pueden acabársela y las mesas se llenan de platos a medio terminar que van acumulando kilos y kilos de comida desperdiciada a lo largo de la jornada.

Para acaba con este desperdicio, cadenas como Grupo Iberostar cuentan con la tecnología Winnow que buscar reducir 5 millones de comidas y dejar de emitir casi 8.000 toneladas de CO2 al año. Los sistemas Winnow reconocen exactamente qué se tira, qué se ahorra y cómo se pueden tomar decisiones más inteligentes basadas en datos diarios y reales. 

Otro ejemplo de esta lucha real contra el desperdicio se encuentra en Singapur, donde este problema representa el 10% del total de residuos generados en el país, informa TNW.

 En este sentido, la Agencia Nacional de Medio Ambiente de Singapur (NEA) ha puesto en marcha un Fondo de Residuos Alimentarios que cubre el coste de capital de las soluciones de tratamiento de la pérdida de alimentos para las empresas del país, incluida la Asociación de Hoteles de Singapur.

Los estudios han demostrado que por cada dólar que los hoteles y restaurantes invierten en programas para reducir el desperdicio de alimentos en la cocina, ahorran 7 dólares de media en costes de funcionamiento, informa citado medio.

El Grand Hyatt de Singapur o el Mandarin Oriental Singapore son solo algunos de los establecimientos que ya cuentan con potentes programas contra el desperdicio con los que, por ejemplo, transforman residuos de comida en abono o donan alimentos no perecederos a organizaciones benéficas.

Introducción de servicios públicos ecológicos

Gran parte de los costes de los establecimientos corresponden a los gastos de suministros de agua, electricidad, además de sus sistemas de calefacción y refrigeración. Reducir este gasto no es solo una manera de ahorrar costes, sino de seguir un camino ecológico que puede ser impulsado adoptando fórmulas innovadoras.

Singapur también es ejemplo de ello tras haber introducido un Plan Verde para fomentar estas innovaciones y pretende transformar la ciudad en un lugar más verde y sostenible, indica TNW.

Muestra de ello es la planta de trigeneración a gas del Grand Hyatt que sirve para cubrir el 30% de sus necesidades de electricidad, una iniciativa que ha ayudado al hotel a reducir su huella de carbono en 1.200 toneladas al año.

Otros hoteles como Pan Pacific Orchard tienen previsto utilizar espacios verdes para regular la temperatura. 

Parkroyal hace uso de la vegetación en cascada para mantener fresca la pared orientada al oeste y reducir así el consumo de energía necesario; mientras que el consumo de agua se reduce al mínimo mediante la recogida de la lluvia y el uso de NEWater. 

Inteligencia artificial para que los viajeros reduzcan su huella de carbono

Los viajeros tienen claras sus prioridades y la sostenibilidad ha entrado en lo más alto del ranking de sus preocupaciones en los últimos años. 

La prueba está en todas las compañías que ofrecen a sus clientes más concienciados con el medio ambiente opciones para reducir su huella de carbono mientras viajan (incluso cuando se trata de viajes de negocios).

Un claro ejemplo de ellos es TravelPerk y su herramienta de reducción de carbono GreenPerk API a disposición del sector empresarial y de los viajes. La herramienta proporciona datos sobre la huella de carbono relativa a los viajes de negocios para que las empresas analicen el impacto de estos desplazamientos y creen políticas de viajes sostenibles para alcanzar el cero neto.

De la misma manera, la española Troop –que acaba de cerrar una ronda de financiación serie B de 11 millones de dólares–, utiliza el big data para ayudar a las empresas a encontrar el mejor sitio según sus necesidades, además informar a los usuarios sobre la huella de carbono de sus viajes y comparar destinos en base a ese parámetro. 

En cuanto a las aerolíneas, destaca el ejemplo de Vueling, la primera aerolínea low cost en ofrecer a sus clientes la opción de suministrar combustible sostenible el día del vuelo gracias a una alianza con Exolum y a la integración del servicio Avikor en el proceso de compra de billetes. 

Singapore Airlines puso en marcha en 2021 un programa voluntario de compensación de carbono para clientes que con el que pueden calcular la contribución necesaria para compensar las emisiones de su viajes gracias a una solución digital basada en IA.

Empresas como ClimateTrade, experta en compensación de huella de carbono en el mundo empresaria, consideran que la compensación no es una solución por sí misma, sino un medio provisional hasta que la propia industria se descarbonice por sus propios medios y no genere emisiones.

 No obstante, apunta su CEO Fran Benedito, siempre es acertado que se utilice este tipo de tecnología donde se sepa que los fondos destinados a compensación se dedican a generar un impacto positivo en el medio ambiente, y por ende compensar el daño que se está causando.