Qué está haciendo Vueling para alcanzar la descarbonización neta en 2050

Los últimos avances tecnológicos para aviones y motores han hecho que las aeronaves sean más eficientes, pero la aviación sigue siendo responsable de entre el 2% y el 3% de las emisiones a nivel mundial.

El sector aéreo confía en que la descarbonización se conseguirá gracias a una combinación de soluciones entre las que se incluye el uso de los combustibles sostenibles para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés), que puede ahorrar hasta un 80% de emisiones a lo largo del ciclo de vida del combustible. Las aerolíneas esperan lidiar con alrededor del 65% de sus emisiones en 2050 debido al SAF. 

Toda la materia prima utilizada para producirlo proviene únicamente de fuentes sostenibles. Actualmente, el SAF se produce a partir de residuos, como el aceite de cocina usado, y cultivos no alimentarios; y es probable que los residuos municipales y los gases emitidos se conviertan pronto en materia prima. La gran ventaja del SAF es que se puede usar a día de hoy sin tener que hacer ninguna transformación en los aviones.

Vueling, al igual que otras aerolíneas del Grupo IAG, se ha unido a Cepsa y Repsol para avanzar hacia la descarbonización y destaca que van a operar el 10% de sus vuelos con SAF en el año 2030 duplicando el objetivo marcado por la Comisión Europea en el marco Fit for 55.

Vueling prevé suministrar más de 200.000 toneladas de SAF hasta 2030. Esto supone que desde 2022 hasta 2030 la aerolínea “evitará las emisiones de CO₂ equivalentes a realizar 100 viajes a la luna”, indica Franc Sanmartí, director de sostenibilidad de la aerolínea.

La aerolínea de bajo coste se ha puesto en marcha para demostrar que puede cumplir con su compromiso desde ya.

"El año pasado volamos de Barcelona a Lyon reduciendo las emisiones en un 72% gracias a la combinación del uso del SAF, volando en una trayectoria lo más recta posible y en un Airbus 320 de nueva generación. Este gran hito para Vueling nos da muchas esperanzas para poder lograr ese objetivo en 2050", señala Sanmartí.

La aerolínea forma parte de la Asociación Española del Hidrógeno, ya que el hidrógeno verde es el futuro de este combustible. Si el SAF sintético que se obtiene a través de la captura de CO₂ se mezcla con el hidrógeno verde se puede obtener combustible sintético, la apuesta de futuro más avanzada, ya que permitirá reducir las emisiones por encima de las actuales hasta un 100%.

"En el 2030 parece que ya empezaremos a tener volúmenes escalables y precios competitivos", afirma el directivo. El precio del SAF es actualmente entre 3 y 4 veces más elevado que el queroseno. 

La compañía es la primera aerolínea low cost en ofrecer a sus clientes la opción de suministrar este combustible sostenible el día del vuelo gracias a una alianza con Exolum y a la integración del servicio Avikor en el proceso de compra de billetes. Todas las aportaciones de sus clientes son igualadas por Vueling para así duplicar el volumen de SAF suministrado.

"A día de hoy, para esos clientes que quieren, ya suministramos un 4%, que es el doble de lo que nos va a obligar la regulación en 2025. En 2030 la regulación habla del 5%, nosotros estamos hablando de que vamos a poner un 10%", apunta Sanmartín.

Según señala Sandra Hors, directora de comunicación, a Business Insider España, más de 50.000 clientes de Vueling han elegido volar con combustible sostenible, permitiendo reducir más de 150 toneladas de CO₂ emitidas desde el pasado mes de junio, lo que equivale a 30 vuelos entre Barcelona y Palma de Mallorca. 

La producción es exponencial, pero aún no es suficiente

El mercado actual de combustibles sostenibles no es suficiente para alcanzar la descarbonización aérea en 2050.

Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, en todo el mundo se necesitarán unos 450.000 millones de litros de SAF para 2050 (ahora hay entre 100 y 200 millones de litros).

"Aunque el SAF ya es una realidad, en este momento todavía no existen suficientes niveles de producción y, desde Vueling, abogamos por incentivar la producción de SAF para acelerar la descarbonización de la aviación", señala Hors.

"Es verdad que la producción actual es solamente un 0,01% del total de lo que se necesita para satisfacer la demanda, pero hasta ahora no se había hablado del SAF y la perspectiva que tenemos es que va a haber una producción exponencial", apunta Sanmartí.

Todos a una

Aumentar la producción no solo depende de las aerolíneas, sino de todos los actores del sector. 

"Es la primera vez que un sector se pone de acuerdo en todo el mundo. Hay que acabar de dar un empujón para que toda la cadena de valor incentive el uso de SAF", sostiene Sanmartí, que considera que es algo que debería suceder “lo más rápido posible" si se quiere alcanzar el objetivo de descarbonización del sector.

Según Sanmartí, España tiene muy claro que es el gran potencial a nivel Europa de hidrógeno verde y de producción de SAF, en concreto el sintético: "Hay una oportunidad muy grande aquí que tendríamos que aprovechar. Los Next Generation Fund serían una oportunidad perfecta para producir este tipo de combustibles".

La industria de los cruceros reclama más inversión pública para alcanzar la descarbonización en 2050

A la pregunta de si el sector tiene garantía de que alcanzará su objetivo para 2050, el directivo admite que garantía no hay, pero sí compromiso: "Sabemos que ese compromiso no lo vamos a lograr solos. Necesitamos el empuje de todos los actores y reguladores".

Optimización de las operaciones y una flota de aviones de nueva generación

Vueling también apuesta por una optimización de sus operaciones a través de la reducción del peso a bordo y de la mejora de la eficiencia del espacio aéreo —ha sido pionera en establecer un grupo de trabajo con el gestor del espacio aéreo español, ENAIRE, y el europeo, Eurocontrol— para lograr establecer trayectorias de vuelo lo más rectas posible y evitar volar en zigzag.

A ello se suma también su apuesta por flotas de aviones más jóvenes y eficientes que permiten hasta una reducción del 20% de las emisiones como los nuevos Airbus A320neo y A321neo.

El Cielo Único Europeo: un problema de digitalización

El Cielo Único Europeo permitiría que los vuelos que se realizan en la Unión Europea, en vez de ir en zigzag, fuesen en línea recta y por lo tanto serían más cortos y reducirían hasta un 10% las emisiones de CO2, según Eurocontrol.

En palabras de Sanmartí, la aproximación del cielo que había hasta ahora era muy política, por lo que los gobernadores pensaban que era un tema de soberanía aérea. Pero no se trata de eso. 

"Lo que está descubriendo Eurocontrol es que esto es un problema de digitalización. Mucha gente experta no entiende que con soluciones digitales se va a lograr la eficiencia del espacio aéreo. Para simplificarlo mucho, hay un ordenador central en Bruselas que calcula los planes de vuelo. Si ese ordenador está bien conectado con todos los que estamos emitiendo planes de vuelo, es capaz de hacer los cálculos necesarios para que esas trayectorias sean compatibles unas con otras y no haya colisiones de los aviones en el aire", explica.

El problema viene porque cada país de la UE tiene su sistema de control propio y la transición de sistemas es algo muy complejo. 

"La gran oportunidad es que, por primera vez, Eurocontrol ha decidido hacer un ordenador central que será capaz de hablar con todos los sistemas y coordinar a tiempo real a nivel táctico esos slots que se van reservando en el espacio en 4 dimensiones", afirma, y añade que para 2026 se empezarán a ver los primeros frutos de este ordenador central llamado Integrated Network Management.

En su vuelo de Barcelona a Lyon, en el que evitaron el 72% de emisiones, consiguieron volar en línea resta porque el espacio aéreo que cruzaron estaba reservado para uso militar que en ese momento no se estaba usando. 

"Los militares ya nos han manifestado en múltiples ocasiones que ellos están abiertos a que usemos este espacio cuando está libre, pero los sistemas no lo permiten porque no pueden detectar que en ese momento no se está usando", apunta. 

Falta pedagogía, según Vueling

La aviación es consciente del actual escrutinio de la opinión pública y de los activistas que critican que el uso de SAF permite a la industria seguir creciendo a un ritmo incompatible con la creciente crisis climática.

Para calcular la huella de CO₂ de nuestros viajes de una forma sencilla, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), perteneciente a la ONU, ha establecido un calculador online al que se puede acceder en este enlace.

Con el fin de hacer llegar este mensaje al público general, la aerolínea apostó durante Fitur por centrar su acción en explicar a través de una actividad interactiva y un simulador de vuelo qué es el SAF.

"Estamos en una labor de pedagogía y nos ha sorprendido positivamente la recepción que ha tenido, porque más personas de las que creíamos están optando a este servicio y vamos a seguir potenciando, promocionando y educando para dar a conocer esta posibilidad que mucha gente desconoce", apuntan desde Vueling.

Según Sanmartí y Hors, no se ha hecho suficiente pedagogía para que la gente entienda cuál es realmente el impacto de la aviación en el medio ambiente y que a día de hoy existen soluciones que funcionan sin necesidad de adaptar la flota.

"Creo que la gente cambiará el chip y se dará cuenta de que no hay que criminalizar la aviación, porque es un sector que crea muchos puestos de trabajo e incentiva la economía y la conectividad", sostiene Sanmartí.