Cómo el fracaso puede cimentar el éxito empresarial según Yago Arbeloa, presidente de MioGroup y uno de los pioneros del emprendimiento online en España

Conseguir el éxito empresarial no es fácil.

Casi siempre conlleva atravesar un camino sinuoso de altibajos que, finalmente, se salda con la recogida de los frutos. La gestión de la frustración y el fracaso es fundamental para la consecución de los objetivos que se han planteado.

Lo sabe bien Yago Arbeloa, presidente de MioGroup y de la Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet (AIEI), que cuenta con una dilatada trayectoria a sus espaldas. 

Fue uno de los pioneros del emprendimiento online en España y sus vivencias dan pistas de cómo se puede trazar una senda exitosa, a pesar de los obstáculos que aparecen durante la carrera profesional. Pero para entender mejor su historia hay que partir de su entorno familiar.

“Es muy enriquecedor cuando puedes compaginar tu vida familiar y la empresarial, no siempre es fácil, pero en cualquier caso suma mucho tener a alguien tan competitivo y que ha pasado tantos momentos de tensión como mi hermano Álvaro (Arbeloa); pero también la paz mental que te da una persona con la tranquilidad de espíritu de mi hermano Raúl”, cuenta en una entrevista con Business Insider España.

Yago, entre otras cosas, es hermano de Álvaro Arbeloa, exfutbolista del Real Madrid y ganador de grandes títulos como Champions y Ligas. De siempre ha crecido en un entorno donde la búsqueda del triunfo ha sido fundamental, tanto en el césped como en el mundo empresarial.

La importancia del fracaso en el éxito a la hora de emprender

En el libro Quiénes son, qué piensan y cómo trabajan nuestros mejores emprendedores, de Fernando García Mongay, Arbeloa indica que “cuantas más veces fracasas, más cerca estás del éxito”. “Lo digo porque cuando fracasas estás descubriendo cómo no hacer las cosas y eso te aproxima a la solución correcta”, explica.

¿Importa mucho tropezarse? Según explica, con su primera compañía, Sync, intentó crear una empresa de desarrollo de software y aplicaciones web en San Sebastián con bastante personal y dimensionó mal el proyecto porque se equivocó con el timing. “Me anticipé un poco a lo que era el momento adecuado y, al final, te das cuenta de que el timing es una de las métricas más importantes para desempeñar un negocio; no solo hay que atender a que tenga mercado o que sea un modelo escalable, sino que hacerlo en el momento adecuado es también fundamental”, recuerda.

Por eso, según Arbeloa, experimentar el fracaso es fundamental para alcanzar después el éxito. "Cuando sabes que te has equivocado en algo por un motivo concreto lo intentas hacer de otra manera", apunta. “Edison tardó más de 1.000 intentos en inventar la bombilla y cuando le preguntaron si no se había cansado, él respondió que no, que ya sabía mil formas de cómo no hacer una bombilla”, subraya. 

La experiencia de Sync para cimentar un éxito a futuro

Arbeloa dio sus primeros pasos en el mundo empresarial en el 2000, justo cuando internet empezaba a despegar en España tras la llegada de las tarifas planas de las operadoras de telecomunicaciones.

“Consistió en hacer una lectura de que las empresas y negocios iban a tener que acabar en Internet de una forma u otra, con presencia en la red a través de dominios, hosting o webs. Pudimos posicionarnos ahí como una de las primeras empresas españolas y eso al final nos dio una ventaja competitiva sobre las demás, el estar antes que el resto, más preparados, tener más conocimientos, el haber podido construir volumen y poder tener ahorro de costes con ese volumen y por tanto, hacer competencia tanto en precio como en servicio”, rememora.

Pero no es oro todo lo que reluce. Arbeloa explica en ese mismo libro que llegaron a perder dinero con Sync, que acabó siendo vendida en 2011 al grupo Arsys. “Lo que hicimos fue que aquella fábrica de desarrollo de software que teníamos dejase de desarrollar para terceros y tenerla únicamente para nuestros proyectos propios. De ahí nació, por ejemplo, Zync, que es la base de la actual Twync, marketplace de influencers para la difusión de contenido en RRSS, además de otros proyectos”. 

“Como la demanda externa no era suficiente para mantener el equipo que teníamos, ajustamos ese equipo a las necesidades del momento para nuestros propios proyectos”, agrega Arbeloa, que explica que redujeron personal a 5 programadores y cambiaron el enfoque dirigiéndose a empresas de mayor tamaño. 

Las prácticas innovadoras de los tuits patrocinados y las ideas que puede haber ahora

Por otro lado, durante toda su etapa Arbeloa ha destacado por diferentes iniciativas innovadoras. Una fue el pago de 20.000 euros por el tuit de un famoso. 

“Como todo en la vida, tienes que estar con las orejas altas, escuchando lo que sucede en países que van un poco más adelantados que nosotros”, señala Arbeloa. “Vimos que en Estados Unidos esto se estaba convirtiendo en una tendencia que aún no había llegado a España”, resalta. 

“Seguimos los productos que estaban haciendo algo similar por allí e intentamos adaptarlos al mercado español y a su idiosincrasia, lo que nos permitió llegar los primeros y ganar esa notoriedad”, profundiza.

Según Arbeloa, ahora ese tipo de estrategias pueden estar más fragmentadas: “No tanto porque una misma persona esté en muchas redes sociales, sino porque el target de cada individuo se está dirigiendo de forma clara a las redes”. 

Generalmente, los mayores o en el rango profesional se tiende a LinkedIn, otras personas más mayores incluso, están en Facebook. En Instagram hay un target más joven que se comparte con TikTok y Twitch. 

“Cada una de las redes sociales están afinando más el target y van dirigiéndose a un público más concreto y lo que toca es trabajar en función del público objetivo de nuestros clientes en cada una de esas redes”, analiza.

La cuestión es si hay más ideas en ese sentido.

“Tal y como yo entiendo ahora mismo en el mundo de la tecnología tiene menos riesgo para nosotros el invertir directamente en startups, compañías innovadoras con un producto o servicio vinculado a la tecnología y que encajan dentro de nuestra estrategia que el intentar desarrollarlo internamente”, incide. 

“Al final el coste de hacerlo internamente también es elevado y la probabilidad de fallar es mucho mayor que cuando alguien ya lo ha desarrollado y lo ha afinado y está en el mercado vendiendo; y sobre todo, el hacerlo internamente jamás nos permitiría ir a la velocidad que necesitamos para poder ir acompasados con los cambios que experimenta el mercado”, concreta.