James Wang siempre ha sido un espíritu libre en lo que se refiere a la tecnología.

En 2015, mientras trabajaba para el productor de chips Nvidia, escuchó a Cathie Wood, fundadora de Ark Invest, hablando en Bloomberg Radio. Tomó la decisión de acercarse a Wood y poco después se unió a al equipo de Ark Next Generation (ahora con 6.600 millones de dólares de activos bajo gestión) como analista de ETF.  

En los primeros días, Wang trabajó con Christopher Burniske, que empezó cubriendo el software empresarial para Ark y luego fue su líder de productos blockchain de 2014 a 2017.

En ese momento, la desaparición del intercambio de bitcoins Mt. Gox y la quiebra de Silk Road, el mercado negro de drogas online, habían manchado la reputación de la criptomoneda.

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"En ese momento la idea predominante era que se trataba de una estafa. Y si no era una engaño o un esquema Ponzi, el gobierno de ninguna manera permitiría que esto sucediera, lo cerrarían, por lo que cualquiera sería muy tonto si invirtiera en este tipo de cosas", dijo Wang.

Wang dudaba. Demasiado vinculado a la escuela tradicional de invertir solo en valores que producen flujos de liquidez, no quería salirse de su círculo de competencia.

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Pero Burniske, ahora socio de la firma de capital de riesgo Placeholder, comenzó a convencerlo con "buenos argumentos". Finalmente, un tuit que leyó mientras estaba de vacaciones en Sicilia le dio el empujón y comenzó a comprar.

"El tuit no mencionaba ni siquiera el bitcoin, era solo una publicación de la galleta de la fortuna que decía que el mundo es muy caótico e incierto y que nunca llegaremos a entenderlo del todo, por lo que hay que aceptar la incertidumbre y no ser tan dogmático" explicó.

Wang decidió en ese momento que era una buena decisión invertir en algo que aún no terminaba de entender.

En 2016, teniendo en cuenta los riesgos, compró una cantidad "razonable" de bitcoins a unos 600 dólares y de Ethereuma unos 10 dólares. "Realmente no vendí hasta el pico de 2018", recordó.

El escenario alcista de Ethereum

Cuando la criptomoneda alcanzó el máximo histórico de poco más de 3.300 dólares este año, Vitalik Buterin, el creador de la red Ethereum, pasó a formar parte del club de los multimillonarios de criptomonedas. Ahora mismo, la criptomoneda ya supera los 4.000 dólares.

Wang, que siempre ha tenido preferencia por Ethereum dada su vinculación con la tecnología, vio venir el ascenso de esta criptomoneda.

En su opinión, Ethereum, que se creó en 2015 debido al rechazo de la comunidad central de desarrolladores de bitcoins a la propuesta de Buterin de añadir funciones a la cadena de bloques, está diseñado para ser una plataforma informática programable que se puede actualizar y mejorar constantemente.

Por su parte, bitcoin es similar a unproducto terminado o un producto fijo que está esperando ser adoptado. (Los inversores han comparado Bitcoin con un teléfono que permite llamadas y mensajes de texto, y Ethereum con un teléfono inteligente en el que se pueden construir y utilizar otras aplicaciones).

"Bitcoin tiene buenas razones para no evolucionar y cambiar constantemente, porque su definición de producto es para ser una forma confiable de almacenamiento de valor, mientras que la definición de producto del Ethereum es para cumplir con todas estas otras tareas. Como consecuencia, quiere ser una plataforma en evolución que añade funciones", comentó.

Solo este año, la criptomoneda ha contribuido al auge de los proyectos de financiación descentralizada y los tokens no fungibles. A medida que la red Ethereum se congestiona más, los usuarios pueden esperar aún más funciones y actualizaciones.

Cómo podría Ethereum alcanzar los 40.000 dólares

Ahora que la capitalización de mercado de Ethereum de 383.000 millones de dólares ha superado incluso la del Bank of America, los inversores no pueden evitar reflexionar sobre hacia dónde podría evolucionar la criptomoneda desde aquí.

Para Wang, Arthur Hayes, cofundador de 100x y ex CEO del exchange de criptomonedas BitMEX, ya ha establecido el mejor marco de valoración para la moneda virtual. Hayes, que tiene problemas legales con el gobierno de Estados Unidos, presentó su caso en un artículo tituladoYes ... I Read the Whitepaper (Sí ... leí el documento técnico).

El artículo gira en torno a los 2 casos de uso principales creados por Ethereum en los últimos años: DeFi y NFT. DeFi, que se refiere a actividades financieras automatizadas por software, como préstamos y transacciones sin empleados humanos como intermediarios, se considera el espacio criptográfico con mayor potencial para reemplazar la industria global de servicios financieros.

Hayes examinó la industria global de banca y auditoría de 3 billones de dólares, que podría ser más eficiente con software, según Wang.

"Eso supondría 3 billones de ingresos existentes en juego. Si Ethereum capta solo el 1% de esos ingresos económicos, la criptomoneda rondaría los 40.000 dólares", analizó.

Wang reconoció que podrían estar en juego dinámicas más matizadas si el sistema financiero se vuelve más eficiente a través de DeFi, pero opina que en el peor escenario el Ethereum podría subir al menos 10 veces sus niveles actuales.

"Si se cambia a un sistema más eficiente, los costes que cobra a sus clientes deberían disminuir, por lo que el mercado total direccionable de primera línea tal como existe hoy debería reducirse en términos absolutos, ya que ahora es más eficiente. No obstante, también si es programable y más eficiente, creará casos de uso completamente nuevos", puntualizó.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.