Cómo saber si tienes alguna intolerancia alimentaria

Intolerancia a la lactosa
  • No tiene nada que ver una intolerancia alimentaria con una alergia alimentaria, mucho más grave y peligrosa, pero hay que saber distinguirlas. 
  • La causa más común puede ser una carencia o mal funcionamiento de ciertas enzimas para procesar o utilizar los componentes de los alimentos.

Cómo saber si tienes una alergia o una intolerancia alimentaria

Es crucial diferenciar entre una alergia alimentaria y una intolerancia para obrar en consecuencia. Mientras que la alergia implica una respuesta inmunológica que puede ser grave, la intolerancia es una reacción no inmunológica que, aunque molesta, no representa un riesgo serio para la salud. La intolerancia alimentaria afecta la calidad de vida, pero sus efectos no son tan severos como los de una alergia.

Sin duda, tendrás más claro que tienes una alergia alimentaria por los síntomas más preocupantes, como urticaria, vómitos, dolor abdominal, opresión de garganta, tos, ronquera, problemas para respirar o una bajada de la tensión arterial. Es una reacción fuerte ante lo que el sistema inmune interpreta como una invasión. Pueden derivar incluso en las llamadas reacciones de riesgo vital o anafilaxias. 

Síntomas comunes de la intolerancia alimentaria

Los síntomas de una intolerancia alimentaria pueden ser variados e incluyen, pero no se limitan a, dolor abdominal, diarrea, flatulencia, distensión, náuseas y vómitos. Estos malestares generalmente aparecen después de consumir ciertos alimentos y pueden ser la señal de que algo no está bien en nuestro sistema digestivo.

Cuáles son las intolerancias alimentarias más comunes

La intolerancia a la lactosa es una de las más comunes y se debe a la falta de la enzima lactasa, necesaria para digerir la lactosa presente en los productos lácteos. Otras intolerancias frecuentes incluyen la intolerancia a la fructosa y al gluten en personas no celiacas. Es importante no confundir la enfermedad celíaca con la intolerancia al gluten, ya que son condiciones diferentes que requieren un manejo distinto.

Alimentos que sustituyan a los que te provocan intolerancia

No tienes por qué renunciar a este alimento o tipo de alimentos que te provocan intolerancia. Siempre hay sustitutos válidos y que te satisfarán igual o más:

En el caso de los lácteos, sustitúyelos por bebidas de soja, avena, arroz, avellana, almendra, etc.; si tu problema es celiaquía, tiene peor solución, sobre todo porque no es estrictamente ni una alergia ni una intolerancia clásica. El cuerpo ve al gluten como un enemigo, con lo que tendrás que comprar productos sin gluten, no hay sustitutivos, como no los hay si tu intolerancia es a la fructosa, presente en frutas. 

Cómo diagnosticar de las intolerancias alimentarias

Diagnosticar una intolerancia alimentaria puede ser complicado, ya que los síntomas a menudo se superponen con otras afecciones. Para la intolerancia a la lactosa, por ejemplo, se utiliza el test de hidrógeno en el aliento. Este examen mide la cantidad de hidrógeno en el aliento después de consumir lactosa, indicando si se digiere adecuadamente. 

En el caso de otras intolerancias, como al gluten, el diagnóstico puede ser más complejo y requerir la observación detallada de la reacción del cuerpo a ciertos alimentos. Con la celiaquía, por ejemplo, incluye una serología para analizar los anticuerpos relacionados con ella y el análisis de los marcadores genéticos DQ2 y DQ8.

Una vez identificada la intolerancia, es fundamental aprender a convivir con ella. Esto implica conocer y manejar la cantidad de alimento que se puede consumir sin provocar síntomas. En algunos casos, como la intolerancia a la lactosa, existen enzimas disponibles que ayudan a digerir la lactosa. Para otras intolerancias, la modificación de la dieta y la selección cuidadosa de alimentos son clave.

Las principales causas

Como en el caso de la intolerancia a la lactosa, puede ser una carencia o mal funcionamiento de ciertas enzimas para procesar o utilizar los componentes de los alimentos; una mala absorción intestinal, daños en la pared del intestino delgado, con lo que muchas sustancias nocivas se cuelan en el torrente sanguíneo; y la sensibilidad a los aditivos, algo muy común entre la población, que consume mayoritariamente productos procesados y ultraprocesados llenos de sulfitos, colorantes y conservantes. 

Por eso puede bastar con una dieta sana y equilibrada, basada en productos naturales y frescos, alejándote de procesados, menos aún si son poco nutritivos y altos en grasas y azúcares. 

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