Aquí tienes las propiedades y ventajas más significativas de la avena, para comprender que debería convertirse en un elemento fundamental de tu dieta diaria.

La avena (Avena Sativa) se erige como un superalimento completo, brindando una amplia gama de nutrientes esenciales para tu organismo. Este cereal no solo satisface el paladar mezclado con leche, yogur y fruta, por ejemplo, sino que también te aporta muchos beneficios para tu salud. 

Ideal para dietas por su saciedad

La avena, repleta de hidratos de carbono de absorción lenta, ofrece una sensación de saciedad duradera. Su riqueza en nutrientes permite que te sientas lleno por más tiempo, evitando esos molestos momentos de hambre entre comidas. 

Disfruta de la versatilidad de la avena: ya sea en un reconfortante bol con yogur, frutas, frutos secos o semillas para el desayuno o en un refrescante overnight, en deliciosas tortitas o en una saludable granola casera.

Controla tus niveles de azúcar en sangre y colesterol

La avena se convierte en una aliada crucial para el control del azúcar en sangre, gracias a su abundante fibra soluble, especialmente los betaglucanos. Estos compuestos forman un gel durante la digestión, ralentizando el vaciado del estómago y la absorción de azúcar en la sangre. Este beneficio es especialmente valioso para quienes padecen diabetes tipo 2.

Los betaglucanos de la avena destacan nuevamente al reducir los triglicéridos y el colesterol LDL. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, respalda esta afirmación, recomendando 3 gramos diarios de betaglucanos para disminuir el colesterol sérico total y el LDL. 

Además, los ácidos omega-3 y linoleicos presentes en la avena contribuyen a elevar el colesterol bueno.

El poder antioxidante de la avena

La avena es rica en avenantramidas, polifenoles exclusivos con propiedades antioxidantes excepcionales. Estos combaten la oxidación celular, regulan la presión arterial y poseen efectos antiinflamatorios. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), las avenantramidas superan en acción antioxidante a otros compuestos fenólicos hasta 30 veces.

Te da energía sostenida para tu cuerpo

La avena, al ser una fuente de hidratos de carbono complejos, proporciona una fuente de energía constante. Ideal si necesitas mantenerte activo durante largos períodos o para deportistas que buscan un impulso energético natural, de ahí que sea ideal para el desayuno. 

Promueve una microbiota intestinal saludable y una buena digestión

Los betaglucanos de la avena actúan como prebióticos fermentables, alimentando las bacterias beneficiosas en el intestino. Este proceso mejora la salud de la microbiota, fortaleciendo el equilibrio intestinal.

La abundante fibra de la avena la convierte en un aliado valioso para combatir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal. Una opción excelente si buscas mantener una digestión óptima y aliviar problemas digestivos.

Previene el hipotiroidismo y apoyo respiratorio

Con su contenido de yodo, la avena contribuye a prevenir el hipotiroidismo. Además, posee propiedades mucolíticas y expectorantes, ofreciendo apoyo en casos de bronquitis. Introducir la avena en la dieta infantil temprana puede reducir el riesgo de asma persistente.

Hablando de los niños, las proteínas de la avena son también de alto valor biológico, proporcionando ocho de los nueve aminoácidos esenciales necesarios para la formación de tejidos y músculos. Un complemento esencial para una dieta equilibrada.

Equilibra tu sistema nervioso y fortalece tus huesos

Las vitaminas del grupo B presentes en la avena actúan como reguladoras del sistema nervioso, promoviendo la calma. Además, su contenido en calcio ayuda a prevenir la desmineralización ósea, reduciendo el riesgo de osteoporosis.

¿Y para adelgazar?

Sin duda es una aliada perfecta para tu dieta adelgazante, en parte por la primera ventaja saciante apuntada. Pero también porque tiene más proteínas que fibra respecto al resto de cereales, así como de hidratos de carbono, con lo que también engorda menos. Eso sí, consulta si es mejor, según tu caso, tomarlo en grano, copos, salvado o harina.