La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se extiende por España: estos son los síntomas

Los primeros casos de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) en España se han detectado hace más de cinco años. Fue entonces cuando detectaron esta enfermedad en un paciente que había salido a dar un paseo en Ávila. Después de él salieron a la luz nuevos casos. Algunos incluso previos.

Se desconoce cuándo entró en el país, pero ya es un hecho que este virus se encuentra en diversos animales, en especial las garrapatas. Estas son las principales transmisoras de la enfermedad a humanos. Por eso hay que tener especial cuidado.

La FHCC se trata de una enfermedad febril leve que puede progresar a un cuadro hemorrágico grave y a menudo mortal, según ha explicado la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León. Las tasas de mortalidad en pacientes hospitalizados en el mundo por esta enfermedad han oscilado entre el 9% y el 50%.

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Cuáles son los síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

La aparición de la FHCC es repentina. Los síntomas iniciales aparecen en forma de dolores de cabeza, fiebre alta, dolor en diferentes partes del cuerpo y vómitos. También son comunes los ojos rojos, la cara enrojecida, gargantas inflamadas y, en casos graves, cambios en la percepción sensorial.

A medida que la enfermedad avanza empiezan a observarse síntomas más importantes como hemorragias nasales severas. Estos síntomas más fuertes aparecen aproximadamente al cuarto día del contagio. Su duración es de dos semanas.

Así se transmite el virus

Existe una gran cantidad de animales, tanto salvajes como domésticos, que sirven de huéspedes amplificadores del virus. La transmisión al ser humano puede producirse por el contacto con garrapatas infectadas o con la sangre de animales que porten el virus.

Hay que tener cuidado, sin embargo, de estar en contacto con una persona infectada. La transmisión de un ser humano infectado a otro puede llevarse a cabo a través de fluidos corporales.

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Cómo evitar el contagio

A las personas que estén en contacto a menudo con animales se les recomienda el uso de repelentes contra insectos. Los más eficaces son aquellos que contienen DEET. También se debe evitar el contacto con la sangre o fluidos corporales tanto de los animales como de las personas que puedan mostrar síntomas de la infección.

Llevar un buen calzado y vestimenta al realizar alguna salida al campo también te puede ayudar a prevenir las picaduras de garrapata.

En el caso de que una garrapata logre picarte, se desaconseja su retirada mediante los sistemas tradicionales: aceite, cortarlas, etc. Los entendidos recomiendan el uso de pinzas de boca fina para extraer al animal. Los profesionales sanitarios son quienes mejor pueden ayudarte a extraer el insecto.