El plan de desescalada del Gobierno durará hasta finales de junio como mínimo y tendrá un ritmo distinto en cada territorio

- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el proceso de desescalada en España durará como mínimo hasta finales de junio y tendrá distintas velocidades dependiendo de cada provincia.
- El plan se dividirá en cuatro fases de dos semanas como mínimo, cada una más laxa que la anterior, hasta alcanzar la "nueva normalidad" tras la cortina de coronavirus.
- Los criterios para ascender de una fase a la siguiente será públicos y dependerán de cómo cada territorio se prepare para la desescalada, además de cómo evolucione la enfermedad.
- Será el ministerio de Sanidad quien decida el ritmo de la desescalada en cada provincia, y no las comunidades autónomas, pese a que algunas de ellas reclaman esta potestad.
- "El planteamiento que estamos haciendo es que el teletrabajo sea preferente al menos hasta llegar a la última fase", ha declarado el presidente.
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El Consejo de Ministros ha aprobado el plan de desescalada en el que lleva trabajando varias semanas para, una vez superada la crisis sanitaria por el COVID-19 y el estado de alarma, se avance progresivamente a la "nueva normalidad" antes de julio, siempre que todo vaya según lo planeado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reiterado este martes que el proceso de salida del estado de alarma será gradual y asimétrico entre las comunidades autónomas, pero coordinado. Esto es, que cada región llevará una velocidad de desescalada distinta en función de cómo evolucione el virus en cada territorio, por norma general intraprovincial, pero bajo un mandato general y unos plazos estimados.
"No avanzará al mismo ritmo en toda España. La unidad territorial ordinaria será la provincia, pero coordinadas por las comunidades autónomas y en última instancia el Ministerio de Sanidad", ha declarado. "A finales de junio estaríamos como país en la nueva normalidad si la evolución de la epidemia está controlada en todos los territorios"
Lo que sí será homogéneo para todos será el proceder en el plan, que Sánchez ha resumido en 4 fases fundamentales. Cada una, asegura el presidente, durará como mínimo dos semanas —el tiempo que tarda en incubarse el coronavirus— y no debería extenderse durante más de cuatro, por lo que se presume que a finales de junio se haya alcanzado la última fase en la mayor parte del país.
Preguntado por los periodistas, Sánchez ha aclarado que el Gobierno no ha hecho un calendario de fechas concreto, como hará Francia o Alemania, debido a que "no hay una hoja de ruta de clara" sobre cómo salir de la crisis del coronavirus y que habrá que adaptarse a cada situación, que a fin de cuentas no está escrita de antemano.
El líder del Ejecutivo creen que es mejor esta fórmula de fases que poner una fechas y tener que corregirlas luego, que es lo que piensa que sucederá con otros socios europeos.

Las 4 fases del Gobierno
En consecuencia, la fase de preparación o punto de partida para la desescalada será la aprobada el próximo 2 de mayo. En conjunto, este nivel prestará "medidas de alivio comunes" para todo el país, como es el caso de los paseos de los menores el pasado domingo o la inminente apertura de locales con cita previa para la atención individual —como restaurantes a domicilio o infraestructuras para deportistas profesionales—.
Seguida de ésta, se abrirá un nuevo nivel de desescalada que supondrá el inicio parcial de algunas actividades. Entre ellas, se procederá a la apertura de pequeños comercios —incluidas terrazas u hoteles, pero con restricciones de aforo—, pero no de grandes superficies para prevenir el contacto. Además, se retomarán parte de las actividades de agricultura, pesca y lugares de culto, también con limitaciones.
En este punto, Sánchez ha aclarado que se establecerá un "horario preferente para los mayores de 65 años" en los comercios minoristas y "se permitirá el entrenamiento medio en ligas profesionales [...] y centros de alto rendimiento".
El tercer nivel del plan de Sánchez pasará por una "fase intermedia" en la que se abrirán la mayoría de locales y centros, desde restaurantes (ya con servicio de mesa) hasta cines, teatros, monumentos, salas de conciertos, etc. Eso si, con un tercio del aforo habitual. En el caso de aglomeraciones culturales, el límite será de 50 personas en cerrado y de 400 al aire libre, con la condición de que el público permanezca sentado.
"También hemos establecido algunas excepciones para reabrir centros educativos con tres propósitos: actividades de refuerzo, garantizar que los niños menores de 6 años puedan acudir a los centros si los padres tienen que acudir a trabajar y para realizar la EBAU [selectividad]", ha añadido el presidente.
Por último, la fase final del proceso de desescalada, limitará más las restricciones de movilidad y aforo, pero con estricta separación entre el público. Según ha apostillado Sánchez, el teletrabajo será "preferente" hasta llegar a esta fase, momento en que empezará a levantarse. Entonces, el Gobierno valorará si dar el paso a la "nueva normalidad" que viene anunciando las últimas semanas.

¿Cómo se pasará de una fase a la siguiente?
Según el plan del Gobierno, el paso de una fase a la siguiente en se hará según criterios homogéneos y objetivos del Ministerio de Sanidad. Cada dos semanas, la institución comprobará los datos (públicos y transparentes) de las comunidades autónomas y provincias y decidirá quiénes pueden avanzar de fase y quiénes deben mantenerse.
De este modo, la decisión se basará en las capacidades estratégicas del sistema sanitario de la comunidad en cuestión (atención primaria, hospitalaria y camas de UCI), la evolución de la pandemia en la zona (número de infectados), las medidas de protección (en el trabajo, el comercio y el transporte) y los datos de movilidad y socioeconómicos.
Sánchez ha dejado claro que habrá coordinación y criterios objetivos, con marcadores que se harán públicos, pero será el ministerio de Sanidad quien decida el ritmo de la desescalada en cada provincia, y no las comunidades autónomas, pese a que algunas de ellas reclaman esta potestad.
"Si tenemos que elegir entre la prudencia y el riesgo elegiremos la prudencia", ha avisado Sánchez. "Vamos sin GPS. Este plan es flexible; podemos perder lo que hemos conseguido, el virus sigue ahí, al acecho, hasta que tengamos una vacuna, y falta tiempo. Tenemos que combatir la impaciencia", insistió el presidente.
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