Por qué los cruceros no son tan rentables para los destinos como piensas

Excursiones de cruceros.
  • La llegada de multitudes de viajeros provenientes de cruceros genera incomodidad a los locales, un aspecto que —junto a la contaminación— llega a pasarse por alto por el beneficio económico que deja en las ciudades.
  • Sin embargo, hay buenos argumentos para ser cautos al respecto de la conveniencia económica del turismo de cruceros, según el catedrático Aleix Calveras.

A pesar de que el turismo es uno de los principales motores económicos de un gran número de países, el exceso de visitantes se está convirtiendo en un problema para ciertos destinos.

Los alquileres turísticos, las aerolíneas de bajo coste o los cruceros han contribuido a aumentar el número de viajeros, convirtiendo ciertos destinos populares en lugares ampliamente masificados.

Tras el parón por la pandemia, la recuperación de los viajes en barco en España ha provocado que se repitan las imágenes de otros años en los principales puertos españoles repletos de cruceros provocando la llegada de un turismo masivo, intenso y que, según expertos, no tan rentable para la economía como podríamos esperar.

La incomodidad que genera a los vecinos la llegada masiva de viajeros y la contaminación de los barcos llegan a pasarse por alto a sabiendas del beneficio económico que la llegada de estos grandes buques dejan en las ciudades.

Los cruceros que visitan puertos de la UE emiten tanto azufre tóxico como 1.000 millones de coches

Sin embargo, la rentabilidad que sacan los destinos podría no ser tan buena como se creía. Así lo defiende el catedrático de Empresa de la Universidad de las Islas Baleares Aleix Calveras en un post del blog Nada es Gratis del que ahora informa El Confidencial.

Según Calveras, habitualmente se contabiliza el efecto económico que genera la industria de cruceros en términos de facturación, pero no se descuenta el coste de oportunidad, o lo que es lo mismo, los negocios u otro tipo de viajeros que podrían ser más rentables en su lugar (y que llegan a sentir rechazo por los lugares masificados).

Calveras sostiene que el cálculo de los beneficios que generan los cruceros en Palma –uno de los puertos principales no solo en España, sino en el Mediterráneo– "sobreestima en mucho los supuestos efectos económicos positivos del turismo de cruceros". 

El resultado, asegura, es que se está considerando el sector como estratégico en la ciudad, cuando su impacto económico no sería tal.

El catedrático explica que el motivo detrás de ello es que cuando se estima el impacto que generan los cruceros en los destinos, se utilizan metodologías incompletas, habitualmente mediante el análisis input-output que estima el impacto en la economía de una región de un incremento del gasto (debido, por ejemplo, al turismo de cruceros). 

"El gasto de los cruceristas en los restaurantes tiene un primer efecto directo del que interesa calcular su consecuente incremento en el valor añadido bruto (VAB): el simple incremento en el ingreso de los restaurantes no tiene en cuenta el coste de sus inputs, muchos de ellos de importación. Se calcula luego los efectos indirectos del gasto (en los proveedores de los restaurantes) y el inducido (derivado del gasto de las rentas del trabajo). Y mediante las tablas input-output de la economía regional se puede proporcionar la estimación del incremento en el VAB y en el empleo", detalla Calveras.

Con esta metodología se estima que el gasto medio para los cruceristas de tránsito (aquellos que no tienen su origen en Palma) es de 72 euros y de 155 euros para los cruceristas de base (que embarcan y desembarcan en Palma, porque ellos pueden prolongar su estancia).

 

Aun siendo una metodología algo más correcta que la que utilizan habitualmente las empresas del sector, sigue sin incorporar el coste de oportunidad al no descontar la oportunidad perdida de destinar los recursos de mano de obra y capital a otras actividades turísticas potencialmente más rentables para la ciudad. 

Es más, se han destinado tantos recursos a la demanda turística proveniente de los cruceros que existen problemas de mano de obra y de edificios en los cascos antiguos para establecer nuevos negocios, como es el caso de Palma.

"El modelo de crecimiento balear estas últimas décadas no presenta un excedente de recursos infrautilizados: el crecimiento ha sido intensivo en capital privado y público (entorno natural inclusive), y en trabajo", apunta el catedrático. 

Como indica El Confidencial, esto significa que los recursos destinados a satisfacer las demandas del turismo de cruceros se detraen de otras actividades que podrían ofrecer un retorno superior económico, social o medioambientalmente.

"El turismo de cruceros generará un impacto económico positivo solamente si los recursos que pasa a utilizar estaban previamente desocupados o provenían de un sector menos productivo que el del turismo de cruceros", afirma Calveras, que concluye señalando que hay buenos argumentos para ser cautos al respecto de la conveniencia económica del turismo de cruceros.

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