El director de estrategia de Seat subraya el gran reto para el desarrollo del vehículo eléctrico: “No puede ser que en 2020 no tengamos capacidad de fabricar baterías en España”

A la hora de diseñar las políticas de recuperación para nuestro país, "el corto plazo no debe captar toda nuestra atención", ha advertido este jueves el secretario general y CSO de Seat, Josep M. Recasens, en el 34º Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones organizado por AMETIC. 

El director de estrategia del fabricante ha recordado la importancia del sector del automóvil en la economía española, aunque ha reconocido que están sufriendo, como todas las compañías de la industria, "la incertidumbre de la evolución de la demanda". 

Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, el futuro de la industria tiene nombre y apellido, según asegura Recasens: el vehículo eléctrico. 

Empujados por las nuevas tendencias y por las regulaciones que vienen de Europea, los fabricantes avanzan cada vez más hacia la electrificación y Recasens asegura que "adopción del vehículo eléctrico es el catalizador" para la industria. 

Sin embargo, hay una limitación que impedirá que España se consolide como un actor importante de esta nueva revolución de la movilidad si el Gobierno no hace nada por evitarlo. 

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"No puede ser que en 2020 no tengamos capacidad de fabricar baterías en España", ha lamentado el director de estrategia de Seat. 

La reivindicación es algo que ya señaló el presidente interino de Seat, Carsten Isensee, en una entrevista con Expansión, en la que recordó que la compañía invertirá 5.000 millones hasta 2025 en electrificación y pedía al Gobierno "colaboración" para que España atraiga inversiones para hacer baterías.

"Donde haya fábricas de baterías, habrá fábricas de coches", ha insistido Recasens, que ha pedido también un "despliegue masivo de estaciones de carga pública". 

El directivo ha recordado que las baterías son esenciales si se quiere combinar la necesidad de almacenar la electricidad con el uso de energías renovables. De hecho, su importancia es tal que las estimaciones de Bloomberg prevén que el mercado de las baterías aumente desde los 25.000 millones de dólares actuales a 120.000 en el año 2030. 

Si España no empieza a invertir ahora, perderá el tren para participar de ese mercado, teme Recasens, y podría perder su liderazgo como fabricante de coches: es el noveno a nivel mundial y el segundo en Europa.