“El certificado digital es el DNI del mundo online e indispensable para sobrevivir en la actualidad”: opina Daniel Camiroaga, director comercial de CertiBox

Daniel Camiroaga, director comercial de CertiBox (CertiBox)
Daniel Camiroaga, director comercial de CertiBox (CertiBox)

CertiBox

  • Desde octubre de 2016, las empresas y las entidades sin personalidad jurídica están obligadas a relacionarse con la Administración por medios electrónicos, lo que les obliga a disponer de un certificado digital.
  • Daniel Camiroaga es el director comercial de CertiBox: “Dar de alta una empresa, pedir una subvención o gestionar los ERTE son gestiones que se hacen mucho más rápido online, pero no todo el mundo tiene conocimientos para hacerlo”.
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Papeleo, gestiones… palabras que empujan al tedio. El trato con la administración suele contener una carga de aburrimiento, de hastío, de cargarse de paciencia. Y no por falta de profesionalidad de los funcionarios, sino por la intrincada burocracia que lo acompaña. La dificultad se acrecienta en tiempos de coronavirus a la misma velocidad que se bajan las ventanillas. Para poder realizar estos trámites, cada vez es más necesario contar con un certificado digital

Daniel Camiroaga es el director comercial de CertiBox, una solución desarrollada por DEH Online, empresa líder en la emisión de certificados digitales. Asegura que, actualmente, “sin un certificado digital no puedes hacer nada con la Administración Pública. Es el DNI del mundo online”. Señala el director comercial que el certificado digital es “un elemento indispensable para sobrevivir hoy. Un DNI para todo tipo de empresas, entidades, asociaciones, la parroquia del barrio, la asociación de vecinos…”. 

Desde el 2 de octubre de 2016, las empresas y las entidades sin personalidad jurídica están obligadas a comunicarse con las Administraciones Públicas por medios electrónicos. El artículo 14 de la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas es el que estatuye esta imposición, que, además, se extiende a quienes ejerzan una actividad profesional que requiera colegiación obligatoria y a los que representen a un interesado que esté obligado a relacionarse electrónicamente con la Administración. 

Es la tendencia en Europa, como asegura el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), que explica que uno de los objetivos de la Agenda Digital Europea es la construcción de un mercado único digital libre y seguro en el que las empresas puedan vender en todo el territorio de la UE y los ciudadanos puedan comprar en línea a través de las fronteras.

“No todo el mundo está preparado para realizar gestiones online”

En la normativa referida anteriormente se dice, no obstante, que “las personas físicas podrán elegir en todo momento si se comunican con las Administraciones Públicas para el ejercicio de sus derechos y obligaciones a través de medios electrónicos o no”. No es obligatorio, por tanto, pero la pandemia arrasa hasta a las leyes, y las medidas sanitarias han hecho que muchas personas no hayan tenido otro remedio que utilizar la vía online para relacionarse con la Administración”.

El objetivo de esta progresiva adaptación electrónica, sostiene Camiroaga, es hacer las cosas más sencillas, “aunque a veces se consigue el efecto contrario”. Dar de alta una empresa, pedir una subvención o gestionar los ERTE, apunta, “son gestiones que se hacen mucho más rápido por Internet, siempre y cuando todo el mundo tuviera habilidad técnica para realizarlas, pero no es así”. 

El director comercial menciona un aspecto resaltable: “La relación online no sólo es del interesado hacia la Administración, sino también en sentido contrario. Esto que, en principio, debería ser sencillo, se complica porque en España hay más de 10.000 administraciones que comunican en red. Y no lo hacen a través de un buzón, sino de muchos. Tienes que abrir decenas de buzones online distintos cada día para saber si se te ha comunicado algo”.

Almacenan los certificados digitales en la Nube y rastrean en 10.000 Administraciones

Facilitar todas las gestiones anteriores es la razón de ser de CertiBox. Camiroaga explica que sus clientes, en general, son los despachos profesionales en los que las pymes y los autónomos delegan su gestión. Para estos despachos, subraya, “es mucho más fácil contar con nosotros que gestionar ellos, uno a uno, los certificados digitales de sus clientes”. 

Un problema añadido para estos despachos, comenta, sería guardar los certificados, “que no son algo que se pueda meter en un cajón. Para dar una solución a esto, CertiBox facilita un almacenamiento seguro en la Nube”. Y la tercera pata del servicio que ofrecen consiste en realizar diariamente ese rastreo de las más de 10.000 administraciones en busca de alguna notificación. 

Aunque el grueso de sus clientes son esos despachos, también atienden a clientes particulares que les encargan la tramitación de los certificados digitales. Para una empresa, especifica Camiroaga, el precio que la Administración cobra por un certificado digital es de 30 euros, mientras que es gratis para particulares.

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