La ampliación de la Unión Europea (UE) ha sido un tema recurrente, una vez más, en el ámbito político y económico. En este contexto, la incorporación de Ucrania como miembro potencial ha generado múltiples controversias y desafíos para los países miembros de la UE. 

Pero, al margen de Ucrania, que obviamente es un caso muy especial, hay que detenerse en el impacto económico y político que esta ampliación podría tener en algunos de los países miembros, especialmente en España.

El reto económico

Uno de los aspectos más sensibles de la ampliación de la UE con Ucrania es su impacto económico. Según un informe elaborado por el Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS) y el Centro Internacional para la Defensa y Seguridad, la incorporación de Ucrania implicaría un cambio significativo en el presupuesto comunitario. 

España, en particular, pasaría de ser un beneficiario neto a convertirse en un contribuidor neto, con un saldo presupuestario en su contra de 1.100 millones de euros. Sería, por tanto, el principal perjudicado de esta nueva era europea. 

De privilegio a perjuicio

España disfrutaba en 2022 de un excedente positivo de 494 millones de euros en el presupuesto comunitario. Sin embargo, con la inclusión de Ucrania, este panorama cambiaría drásticamente, ya que España tendría que aportar 1.092 millones de euros a las arcas europeas.

Sin embargo, esta transición de beneficiario a contribuidor neto no es exclusiva de España, porque otros Estados miembros también verían afectadas sus contribuciones financieras.

Los otros países afectados

La inclusión de Ucrania supondría un aumento sustancial en el presupuesto comunitario, estimado en 186.000 millones de euros en siete años, según un informe del Financial Times. Esto afectaría a los países que actualmente reciben financiación de la UE, puesto que se convertirían en contribuidores netos. 

Los principales contribuyentes, como Alemania, Francia y los Países Bajos, verían un aumento significativo en sus aportaciones, pero no supondría tal vuelco de situación como la de España. 

Impacto en la política agraria

Otro aspecto a considerar es el impacto en la política agraria de la UE. Si Ucrania se incorpora al mercado único de la UE, se convertiría en el principal receptor de fondos de política agrícola, superando a Francia. Esto tendría consecuencias significativas para España, que perdería su posición como el segundo receptor de fondos agrícolas más grande.

La incorporación de Ucrania también llevaría a una revisión de las políticas pre ampliación de la UE, incluyendo la distribución de fondos presupuestarios. Actualmente, estos fondos se basan principalmente en el Producto Interior Bruto (PIB) y la población total de cada país miembro. Se abriría la puerta a cambios en la toma de decisiones importantes, pasando a la mayoría cualificada.

Plazos y desafíos

Aunque el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, estableció un plazo para la ampliación en 2030, otras instituciones europeas abogan por no fijar plazos rígidos. Argumentan que una ampliación apresurada podría ser perjudicial y que es preferible un enfoque gradual y bien planificado.

La ampliación de la UE con Ucrania plantea desafíos significativos en términos económicos y políticos. España y otros Estados miembros deberán adaptarse a nuevos roles financieros y considerar la redistribución de fondos presupuestarios y los cambios en la política agraria.