EEUU advierte a la UE: el Reglamento de la IA es "vago" y solo va a beneficiar a las grandes tecnológicas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

REUTERS/Lukas Barth

  • El futuro Reglamento que prepara la Unión Europea para regular el uso de la inteligencia artificial en el territorio comunitario está despertando toda clase de reacciones por parte de los distintos agentes sociales. 
  • En este caso ha sido otro organismo regulador, el estadounidense, el que ha advertido a la UE de que su legislación podría ser "vaga" y acabar beneficiando únicamente a las grandes empresas tecnológicas que pueden permitirse adecuarse a la misma.

En un primer momento, cuando la Comisión Europea presentó el primer borrador del Reglamento que pretendía legislar el uso de inteligencia artificial en territorio comunitario, parecía que la regulación europea iba a ser pionera en su campo. Aun así, conforme ha ido pasando el tiempo esa percepción se ha ido diluyendo. 

A este proceso han colaborado algunos agentes externos. Sin ir más lejos, una de las principales responsables del auge de la IA generativa, OpenAI (la desarrolladora de ChatGPT), podría haber presionado a la Unión Europea para descafeinar su reglamento. Otras compañías, como Google, se han limitado a defender que la normativa que se negocia en Europa debería parecerse al modelo español.

Varios colectivos sociales también han reclamado que exista más transparencia sobre la legislación que se está debatiendo —"el lobo no debe decidir si cuidar a las gallinas", esgrimía recientemente uno de ellos— e, incluso, partidos políticos como Sumar han llegado a preguntarle al Gobierno de España qué está haciendo para atender las demandas con respecto al futuro reglamento. 

La UE intentaba salir al paso hace poco señalando que existía una cierta "paranoia" con respecto a la regulación de la inteligencia artificial generativa. "Tiene que haber un análisis sólido de los posibles riesgos", afirmaba Věra Jourová, vicepresidenta de Valores y Transparencia de la Comisión Europea, en entrevista para el Financial Times.

Sin embargo, las críticas ante la posible laxitud de la normativa le empiezan a llegar al regulador europeo incluso de parte de sus homólogos norteamericanos. 

Ilustración sobre inteligencia artificial.

Así lo ha recogido la agencia de noticias Bloomberg, que ha aludido a unos documentos del Gobierno estadounidense a los que ha tenido acceso en los que se advierte a la Unión Europea de que su propuesta legislativa favorecería a aquellas empresas que tienen suficientes recursos como para cubrir los costes que va a implicar su cumplimiento. 

Los documentos proceden de un análisis elaborado por EEUU en el que se asegura que la legislación europea se basa en conceptos "vagos o indefinidos". Según Bloomberg, una de las preocupaciones de Washington es que el Parlamento Europeo se centra en cómo se desarrollan los modelos de IA, mientras que ellos preferirían un enfoque que se centre en el riesgo que implica el uso real de esos modelos.

El análisis advierte de que la normativa de la UE corre el riesgo de "frenar el esperado impulso a la productividad y conducir potencialmente a una migración de empleos e inversiones a otros mercados". Además, las nuevas normas también podrían obstaculizar "la inversión en I+D y comercialización de inteligencia artificial en la Unión Europea, limitando la competitividad de las empresas europeas".

Según han indicado a Bloomberg de forma anónima varias personas familiarizadas con la situación, estas valoraciones proceden del Departamento de Estado de Estados Unidos, que las habría compartido en las últimas semanas con su homólogo europeo con el objetivo de fomentar la cooperación y la alineación de valores entre ambos territorios.

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