Por qué la demanda de Moderna contra Pfizer y BioNTech supone el "fin de la pandemia de COVID-19", según un analista

Una enfermera se dispone a inyectar una vacuna contra el COVID-19.
Una enfermera se dispone a inyectar una vacuna contra el COVID-19.

Carl Court/Pool via Reuters

Moderna presentó el viernes una demanda en la que acusa a los desarrolladores de la vacuna COVID-19, Pfizer y BioNTech, de infringir dos de sus patentes. 

Aunque Moderna no pretende retirar la vacuna de Pfizer del mercado ni impedir su venta en el futuro, la demanda simboliza un nuevo cambio en la forma en que las empresas farmacéuticas consideran el COVID-19: están empezando a tratar la enfermedad como cualquier otro virus respiratorio en lugar de como una pandemia. 

El analista de SVB Securities Mani Foroohar escribió en una nota de investigación del viernes a los inversores que la demanda de Moderna sugiere que la biotecnológica reconoce el fin efectivo de la pandemia, aunque la Organización Mundial de la Salud sigue considerando el COVID-19 como una pandemia.

"Aunque esperamos que esta disputa tarde años en resolverse en los tribunales, lo que minimiza el impacto sobre las acciones a corto plazo, se trata de un reconocimiento de facto del fin de la pandemia de COVID-19 por parte de [Moderna], ya que la empresa había señalado previamente su reticencia a seguir litigando por las patentes mientras la pandemia estuviera en curso", ha apuntado Foroohar.

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En octubre de 2020, la biotecnológica de Massachusetts declaró que no haría valer sus patentes "mientras la pandemia continuara". Este mes de marzo, Moderna actualizó esa promesa, diciendo que la pandemia había entrado en una nueva fase en la que el suministro de vacunas ya no era un problema apremiante en la mayoría de los países. Este nuevo anuncio decía que Moderna nunca haría valer sus patentes en 92 países de ingresos bajos y medios, pero dejaba la puerta abierta a demandas más allá de eso.

Foroohar pronostica que es improbable que esta demanda tenga un impacto drástico en las empresas, ya que se trata de una presentación más en una serie de casos legales de Moderna. 

En febrero, Arbutus Biopharma y Genevant Sciences de Roivant demandaron a Moderna, alegando que la biotecnológica infringía las patentes relacionadas con las nanopartículas lipídicas (LNP), o las bolas microscópicas de grasa utilizadas en las vacunas COVID-19 para administrar el ARN mensajero. En marzo, Alnylam Pharmaceutical demandó a Moderna y a Pfizer por reclamaciones de patentes similares en torno a las NPL.

 

Un portavoz de Pfizer ha declarado a Business Insider que el gigante farmacéutico neoyorquino tiene plena confianza en su propiedad intelectual y "se defenderá enérgicamente contra las alegaciones de la demanda."

"Estamos sorprendidos por el litigio, dado que la vacuna COVID-19 de Pfizer/BioNTech se basó en la tecnología de ARNm propiedad de BioNTech y fue desarrollada tanto por BioNTech como por Pfizer", ha manifestado el portavoz.

Los litigios sobre patentes son un pilar de la industria farmacéutica. La historia de los casos recientes "sugiere que el resultado más probable sería el pago de modestas compensaciones por parte de ambas empresas, con un impacto financiero neto poco favorable para todos, excepto para los bufetes de abogados implicados", explica Foroohar.

Jakob Sherkow, experto en propiedad intelectual de la Universidad de Illinois, ha explicado en Statque cree que este caso podría resolverse en 2024, y lo ha calificado como "un caso de patentes bastante sencillo".

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