Así funciona por dentro un gran crucero: recorre la sala de máquinas de MSC Euribia, donde la sostenibilidad es la gran protagonista

La industria de cruceros sigue apostando por el medio ambiente, con importantes inversiones en I+D y barcos cada vez más sostenibles.

Aún reconociendo que siempre se puede hacer más, desde MSC Cruceros aseguran estar decididos a alcanzar las emisiones netas cero en 2050, logrando un equilibrio global entre las emisiones de gases de efecto invernadero emitidas y los gases de efecto invernadero retirados de la atmósfera o evitados mediante la producción de combustibles renovables. 

Para lograr este objetivo, indican que aplicarán diversas medidas, como la transición a combustibles renovables, la adopción de tecnologías de eficiencia energética y la optimización de las prácticas operativas. 

Muestra de estos avances pueden verse a bordo del último barco de la naviera, el MSC Euribia que Business Insider España pudo explorar a comienzos de junio con motivo de su inauguración.

Construido por Chantiers de Atlantique en Saint-Nazaire (Francia), este es el quinto y último barco de la clase Meraviglia de la compañía: mide 1.086 pies de eslora. Tiene capacidad para 6.334 pasajeros y una tripulación de aproximadamente 1.700 personas. 

Durante su viaje inaugural, MSC Euribia completó un trayecto con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero desde St Nazaire a Copenhague.

Según MSC, el buque emite hasta un 19% menos de gases de efecto invernadero por pasajero y día que sus buques gemelos que utilizan combustibles marinos convencionales. Esto supone un 44% menos de emisiones de gases de efecto invernadero por pasajero y día que los buques construidos hace 10 años.

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Se le ha dotado de un avanzado sistema de tratamiento de aguas residuales a bordo, gestión de residuos y una amplia gama de equipos de ahorro energético, como calefacción, ventilación, aire acondicionado e iluminación inteligentes, para maximizar la eficiencia.

Para conocer más a fondo en qué consiste esta tecnología, Business Insider España pudo recorrer las tripas del barco para ver la maquinaria en pleno funcionamiento.

Sala de control de máquinas

La sala de máquinas es un área vital para el funcionamiento de la embarcación y se supervisa desde la sala de control de máquinas, donde también se lleva a cabo el funcionamiento de todos los sistemas a bordo. 

Desde la sala de control, el Oficial de Máquinas de guardia controla y opera sistemas como la producción de energía, la propulsión, los sistemas de gas o la producción de agua dulce.

Entre las pantallas que se pueden encontrar en esta sala está la que vigila el gas natural licuado (GNL), que muestra los metros cúbicos en cada tanque, la temperatura actual y la línea de suministro hasta el motor.

El GNL eliminará prácticamente los óxidos de azufre y reducirá drásticamente los óxidos de nitrógeno en un 85%.

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La naviera considera el GNL fósil un combustible de transición –sigue sigue emitiendo CO₂, pero es la mejor tecnología que existe–, por lo que el barco está preparado para el futuro: con estos sistemas instalados, podrá utilizar combustibles renovables a medida que estén disponibles, reduciendo aún más las emisiones de gases de efecto invernadero.

MSC Euribia también es capaz de conectarse a la energía de tierra, lo que permite apagar los motores por completo mientras está en puerto. 

Sala de máquinas

MSC Euribia tiene 4 motores de combustible dual con un total de aproximádamente 87.000 caballos de fuerza, que es más o menos equivalente a 112 Lamborghinis, indica la compañía. 

La velocidad de propulsión es de 54.000 caballos de potencia de salida en la hélice a toda velocidad. Y la velocidad máxima es de 22,8 nudos, lo que equivale a unos 42 km/h. Eso sí, al igual que la potencia, la velocidad máxima casi nunca se utilizará, ya que los itinerarios se planifican de forma que permitan una velocidad óptima con la configuración más baja del motor, reduciendo así las emisiones.

Como curiosidad, el barco cuenta con unsistema de recuperación de calor que permite recuperar el calor del agua de refrigeración de los motores en funcionamiento –lo que reduce la demanda de vapor y, por tanto, el consumo de gasóleo y GNL de las calderas– para ser utilizado en las piscinas, entre otros lugares.

El GNL viaja desde el tanque hasta el motor. El gas arranca en los depósitos a -160ºC, y justo antes de ser inyectado en el motor, se calienta hasta los 35ºC aprovechando el calor recuperado antes mencionado. 

Autoproducción de agua

MSC Euribia no necesita recoger agua dulce, porque son autosuficientes. La maquinaria del barco produce 2.790 toneladas métricas o 2,7 millones de litros al día –más de lo necesario para llenar una piscina olímpica– que se utiliza tanto para agua potable como no potable. 

La autoproducción significa que el barco no necesita transportar agua dulce desde los puertos, lo que es especialmente importante en zonas con escasez de agua. El barco tiene margen de 3 días a plena capacidad si se detiene la producción.

Para ello, cogen agua salada del mar (a 22 km de la costa) y la pasan por una planta de ósmosis, que luego se filtra, se clora y se almacena en depósitos de agua potable antes de ser mineralizada. 

Avanzado sistema de tratamiento de aguas residuales a bordo 

La producción de aguas residuales se minimiza lo antes posible. Por ejemplo, optimizan la descarga del inodoro utilizando menos de un litro de agua por descarga, 10 veces menos que un inodoro doméstico medio. 

Las aguas residuales se tratan con un nivel de calidad muy elevado, superior al de muchos sistemas municipales de tratamiento de aguas residuales en tierra de todo el mundo, explican desde la compañía.

Todas las aguas residuales a bordo se dirigen al sistema de tratamiento de aguas, por lo que no se permite que salga agua del buque sin un tratamiento específico que limpie el agua según normas muy estrictas. Incluso el agua de lastre (el agua que se utiliza para mantener estable el barco) se limpia antes de ser vertida.

Así se evita que organismos oceánicos exóticos sean transportados de una zona oceánica a otra, lo que podría amenazar los ecosistemas locales.

Gestión de residuos

Todos los residuos recogidos se clasifican para separarlos y reciclarlos, un proceso que empieza en los propios camarotes del barco donde los cubos ya están divididos en subcategorías de residuos que son recogidos por el personal de limpieza.

En el centro de reciclaje cuentan con una serie de dispositivos que ayudan a clasificar y reducir el volumen de basura.

Mientras que el compactador convierte unas 150 botellas de agua en 0,80 metros cúbicos, el densificador comprime el aluminio y convierte 18.000 latas en 1 palé de 220 kg. Por su parte, la trituradora de vidrio puede convertir 7.100 botellas de vino en un palé de 2.500 kg.

Según explica MSC Cruceros, la reducción de volumen del aluminio es de alrededor del 75%, del plástico del 80% y del papel y cartón del 70%.