España cambia el gas natural por el licuado, que es más caro y difícil de transportar: el Gobierno y los expertos explican los motivos

La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando cambios geopolíticos y en el comercio internacional que, muy probablemente, perdurarán más allá de este conflicto bélico de desconocido final. 

Un nuevo orden mundial se dibuja a marchas forzadas y los países tratan de adaptarse. En ese proceso, el gas natural, usado y deseado por todos, es un elemento clave. En los últimos años, España ha aumentado considerablemente las compras de este hidrocarburo en estado licuado. 

Es algo que llama la atención, puesto que la compra de gas natural licuado (GNL) supone mayores costes que cuando se adquiere en estado natural. Entonces, ¿por qué se está produciendo este cambio? 2 expertas y el propio Gobierno de la nación explican a Business Insider España qué está sucediendo.

España ha pasado de comprar un 42,7% de gas natural licuado a un 71,4% en solo 5 años

Según los datos oficiales de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, España, en 2018, compró 391.439 GWh de gas natural. El 57,3% en estado natural y el 42,7% licuado. 

Un año más tarde, el porcentaje de licuado subió hasta el 57,6%; lo hizo al 62,7% en 2020; bajo al 54,5% en 2021, y ha pegado un buen estirón para llegar el 71,4% hasta noviembre de 2022. En este último año, se han comprado 408.089 GWh (116.906 de gas natural y 291.183 de GNL).

Principalmente, esta variación está provocada por la reducción de un 45,6% en el gas proveniente de Argelia (que venía en estado gaseoso), y que ha sido, en cierto modo, sustituido por el que España le compra a Estados Unidos (que ha aumentado en un 93,4% y todo en forma de gas natural licuado).

Las compras de gas de España dependen de acuerdos privados de las empresas

¿Por qué ha sucedido esto? Fuentes del Gobierno de España consultadas por este medio dejan claro que son acuerdos a los que llegan empresas privadas y que el Ejecutivo no tiene competencias en ese asunto. 

No obstante, respecto al gas que llega desde Argelia, reconocen que el cierre del gasoducto del Magreb, por la inestabilidad política entre este país y Marruecos, también ha afectado. Actualmente, señalan, el gas que llega de Argelia lo hace por el Medgaz. Además, el del Magreb se ha reabierto, pero en sentido contrario: es España quien envía a través de él gas a Marruecos.

El desarrollo de la energía renovable generará 8 millones de empleos hasta 2030

A María Ángeles Ruiz Ezpeleta, profesora en EAE Business School, le parece absolutamente ilógico. El gas natural licuado, afirma, es más caro y contaminante: por el proceso de licuado, por el transporte y por la regasificación posterior. 

No tiene sentido, afirma, que España compre tanta cantidad, "Alemania lo necesita, porque dependía de Rusia, pero España no, solo se hace por seguir los dictados de Europa". 

Todo esto, agrega, hace que se siga apostando por los combustibles fósiles, cuando hay que apostar por las energías renovables. 

Da la razón, en parte, al Gobierno, Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía del Instituto de la Ingeniería de España (IIE). Es verdad que son contratos que firman las compañías, corrobora, de hecho, "el de Argelia se ha firmado hace poco y nos han subido el precio, pero eso era algo esperable". 

El gas que envía este país, explica Moratilla, tiene que estar dentro de unos rangos, y Argelia se está yendo a la parte inferior de la horquilla, pero siempre dentro de lo acordado. "Debido a las malas relaciones con España, ahora su socio preferente es Italia". 

Esto ha provocado que la demanda de gas en España sea mayor de lo que nos llega por gasoducto, y eso obliga a buscarlo en otros países, sobre todo, en Estados Unidos. 

Su visión a medio plazo es pesimista, principalmente, por la vuelta de China al mercado tras su estrategia de cero Covid. "Este año va a ser crítico, habrá subidas del precio del gas el próximo invierno y tendremos problemas", pronostica. 

"Al Gobierno no le hace gracia que se compre más gas a Rusia"

También han aumentado, en un 37%, las compras de gas a Rusia (de nuevo en forma de gas natural licuado en su totalidad). Además, se sigue comprando mucho petróleo. 

Una vez más, en el Gobierno lo atribuyen a los acuerdos privados que tenga cada empresa, aunque reconocen que no les "hace gracia" y recuerdan que la ministra Teresa Ribera ya le ha pedido a las empresas que tengan cuidado. Subrayan, no obstante, desde el Ministerio para la Transición Ecológica, que no se van a tomar medidas: "Nosotros no podemos decirle a las empresas lo que tienen que hacer".

Moratilla da otra clave al respecto: con Rusia había muchos contratos a largo plazo que hay que cumplir. Es contradictorio que aumenten la compras, mientras se intenta aislar a este país, señala, pero es muy complicado dejar de hacerlo.

La situación privilegiada de España con el gas natural licuado

Desde que el gas natural licuado comenzó a jugar un papel clave en las relaciones comerciales y geopolíticas, se ha resaltado el papel clave que debe jugar España. En este país, con datos de Gas Infrastructure Europe (GIP), se encuentra algo más de un tercio (el 35%) de la capacidad de almacenamiento de GNL en la UE más el Reino Unido.

En España hay 6 plantas regasificadoras, además de la instalación de El Musel, que se reabrirá próximamente tras 8 años de hibernación y que se utilizará, comentaron a Business Insider España desde el Gobierno, para surtir de gas al norte de Europa.  

El GNL es gas natural en fase líquida a una  temperatura de -160º C, por lo que se considera un líquido criogénico. Se almacena y transporta en recipientes altamente aislados para mantener su estado líquido. La ventaja del estado líquido es su menor volumen, pues por cada litro de GNL se obtienen aproximadamente 570 litros de gas natural gaseoso a temperatura ambiente.