Un desertor ruso que pide asilo en España afirma que el entrenamiento consiste en recibir un arma, un objetivo y 5.000 balas: muchos pensaban ser "como Rambo", pero la guerra los dejó destrozados

Un desertor ruso que se encuentra ahora en Europa ha afirmado que su unidad no recibió casi ningún entrenamiento antes de ser enviada a luchar en Ucrania, lo que dejó a los soldados destrozados tras su experiencia en el frente.

Nikita Chibrin ha declarado a CNN que el entrenamiento que recibió su unidad se limitó a que un comandante diera a los soldados un arma, un objetivo y 5.000 balas. "Nadie hacía nada. No había entrenamiento real", sostiene.

Chibrin relata al medio que algunos de los hombres de su unidad habían alardeado de lo buenos que serían combatiendo en Ucrania, asegurando que serían "como Rambo", pero que luego estaban destrozados cuando volvían de su despliegue.

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"Los que decían que fusilarían ucranianos fácilmente, cuando volvían del frente... ni siquiera podían hablar conmigo. Vieron la guerra, vieron la derrota, vieron cómo asesinaban a sus [compañeros] combatientes, vieron cadáveres", recuerda.

Chibrin fue enviado a Ucrania al principio de la guerra, y la información disponible sugiere que la formación de muchos soldados por parte de Rusia no ha hecho más que reducirse desde entonces, ya que ha tenido que llamar a filas a reservistas para luchar.

Los informes y las evaluaciones de los servicios de inteligencia han sugerido que Rusia solo está dando una formación mínima y un equipamiento deficiente a muchos de sus soldados.

En septiembre, los servicios de inteligencia británicos predijeron que las nuevas tropas sufrirían mucho debido al escaso entrenamiento que recibían.

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Chibrin cuenta que al principio se había negado a combatir, pero que su comandante le amenazó con que iría a la cárcel y que su familia tendría "grandes problemas" si no iba.

Entonces, su comandante lo atacó, lo metió en un vehículo y cerró la puerta. "No pude abrirla desde dentro. Así es como me fui a Ucrania", recuerda.

Chibrin desertó del ejército en septiembre. Ahora está solicitando asilo en una ciudad europea, informa CNN, sin mencionar su paradero actual. [El pasado 1 de diciembre, El Confidencial informó de que Chibrin había sido trasladado desde Madrid a otra localidad española "por razones de seguridad", después de que se filtrase su ubicación por error. El soldado se encontraba en el país para solicitar asilo político.]

Chibrin declara al medio estadounidense que ha formado parte de la 64ª Brigada de Fusileros Motorizados de la Guardia Separada, vinculada a presuntos crímenes de guerra en Bucha.

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Asimismo, cuenta que hombres de su unidad violaron a dos mujeres en Ucrania, una madre y su hija, y que los mandos se encogieron de hombros cuando se enteraron: los soldados fueron golpeados y enviados a casa, pero no encarcelados.

En su unidad había algunos hombres que eran "maníacos que disfrutan matando", añade. Afirma que él no cometió ningún crimen y que no fue testigo de ningún asesinato.

Chibrin comparte que estuvo dentro y fuera de los combates. Se encontró en los alrededores de Kiev en marzo, antes de que su unidad fuera devuelta a Bielorrusia, luego pasó un tiempo en un hospital militar en Rusia y más tarde fue a la región de Járkov en mayo.

El Ministerio de Defensa ruso no ha respondido a CNN acerca de las afirmaciones que realiza Chibrin.