Una joven ucraniana de 26 años describe cómo fue torturada con descargas eléctricas y martillos mientras estuvo secuestrada en Rusia durante 6 meses: "Nos trataron como animales"

Kelsey Vlamis
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Mujeres caminan hacia sus familiares en el marco del intercambio de prisioneros con Rusia, el 17 de octubre de 2022 en Ucrania.
Mujeres caminan hacia sus familiares en el marco del intercambio de prisioneros con Rusia, el 17 de octubre de 2022 en Ucrania.

Ukrainian Presidential Office/Anadolu Agency via Getty Images

Una soldado ucraniana que ha regresado a casa la semana pasada tras un gran canje de prisioneros describe las torturas que ella y otras mujeres han recibido a manos de las fuerzas rusas durante sus 6 meses de cautiverio.

Identificada solo como Hanna O. para proteger a su familia situada en el territorio ocupado por Rusia, cuenta a la agencia de noticias estatal ucraniana Ukrinformsus experiencias con lágrimas en los ojos: "Nos han tratado como animales. Te diré más: ni siquiera los animales se comportan así".

Hanna, de 26 años, es una de las 108 mujeres, entre ellas 12 civiles, que han sido liberadas del cautiverio ruso el pasado lunes 18 en uno de los mayores intercambios de la guerra. Andriy Yermak, jefe de la oficina del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, señala que ha sido el primer intercambio de prisioneras exclusivamente femenino desde que comenzó la guerra en febrero.

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Hanna fue capturada mientras servía en Mariupol como parte de la 36ª Brigada de Marines de Ucrania, informa Ukrinform. Eso uno de los miembros del servicio ucraniano que se rindió en mayo tras quedar atrapado en la planta siderúrgica de Azovstal, en Mariúpol, durante semanas mientras las fuerzas rusas la rodeaban y bombardeaban. Ha pasado los siguientes 6 meses en cautiverio.

"Golpeaban a las chicas, las torturaban con corriente eléctrica, las golpeaban con martillos, eso es lo más fácil. Colgaban a las chicas. No hablo en absoluto de la comida, porque era agria. Ni siquiera a los perros se les da esa comida", relata Hanna al medio sobre cómo han sido tratadas las mujeres.

"A las que teníamos tatuajes... nos querían cortar las manos, cortar los tatuajes, nos escaldaban con agua hirviendo solo porque existes, porque eres marine, porque hablas ucraniano", continua, añadiendo que lo único que la mantenía en pie era "el sueño de volver a casa".

Su historia se suma a un creciente número de relatos de primera mano sobre torturas a manos de las fuerzas rusas, infligidas tanto a miembros del servicio como a civiles. La tortura, independientemente de a quién se aplique, se considera un crimen de guerra según los Convenios de Ginebra. Han surgido más historias desde que Ucrania ha avanzado en los territorios controlados por Rusia.

Tras la expulsión de las fuerzas rusas de Izium el mes pasado, una investigación de Associated Pressha identificado 10 lugares de la ciudad en los que se había torturado a ucranianos, incluidos civiles. Una mujer ha declarado a The Washington Post que ha tallado los detalles de su tortura en las paredes del lugar donde estaba retenida para que la gente supiera lo que le había ocurrido si no sobrevivía.

Los investigadores encargados por las Naciones Unidas han concluido en septiembre que las fuerzas rusas han cometido una serie de crímenes de guerra, como torturas y violaciones, contra soldados, civiles e incluso niños. Asimismo, han encontrado pruebas de deportaciones forzadas, que también pueden constituir un crimen de guerra, ya que los informes sugieren que las fuerzas rusas se han llevado a niños ucranianos contra su voluntad para criarlos como rusos.

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