La deuda pública aumenta en 12.000 millones y marca un nuevo récord en marzo, confirmando las advertencias de la Airef: el Gobierno no tiene una estrategia para reducir la deuda

ilustración deuda barco naufragio

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La semana pasada, la Airef acusó al Gobierno de no tener una estrategia fiscal para reducir la elevada deuda pública, y lanzó una advertencia: si no se hace nada por evitarlo, la deuda alcanzará el 140% del PIB de aquí a 2040.

Ahora mismo, la deuda pública está en el 117,7% del PIB, según los datos publicados hoy por el Banco de España, correspondientes al mes de marzo. En febrero estaba en el 119% del PIB. Aparentemente, eso significaría que la deuda ha caído, pero no.

En dinero contante y sonante, la deuda española ha aumentado en 12.000 millones de euros de un mes para otro. En febrero, el pasivo de las administraciones se situaba en 1,442 billones de euros. Un mes después, ha aumentado hasta los 1,454 billones de euros, un nuevo máximo histórico.

El mayor aumento viene de la mano de la Seguridad Social, cuya deuda se disparó un 16,2% más que hace un año, como consecuencia de la revalorización de las pensiones con la inflación, y también de los ERTE que todavía quedan en el mercado laboral. 

Lo que ocurre es que, como la economía está creciendo, al medir la deuda en relación al PIB, da la sensación de que ésta ha caído. Y esta es básicamente la estrategia del Gobierno: fiar la reducción de la deuda al crecimiento de la economía, sin una estrategia fiscal adicional.

La deuda española alcanzará niveles monstruosos a mitad de siglo: el 190% del PIB por el gasto en pensiones

El rebote económico por el final de la pandemia y la escalada de la inflación han permitido al Gobierno reducir rápidamente el déficit. Por un lado, el PIB crece (por la recuperación), mientras que la inflación aumenta la recaudación de ingresos de las arcas públicas. 

Este espejismo de reducción de déficit seguirá ocurriendo en el corto plazo, por lo que aparentemente, la ratio de deuda/PIB también irá cayendo. Sin embargo, la Airef calcula que para 2025 se habrán agotado estos vientos de cola: sin una estrategia fiscal que reduzca el déficit, éste se congelará en el 4%, lo que provocará que la deuda se estanque en el 100% del PIB y no baje más.

En el último año, la deuda pública ha crecido un 4,4%, con 60.875 millones de euros más, como consecuencia de los menores ingresos y los mayores gastos derivados de la crisis de la pandemia y más recientemente por la guerra en Ucrania.

El enorme desembolso de gasto público para amortiguar el impacto del COVID-19 en hogares y empresas ha abierto un agujero en la economía. La deuda amenaza con convertirse en un lastre que arrastrar durante generaciones. 

Sólo los ERTE costaron unos 40.000 millones de euros, que es, más o menos, lo que se gastó para el rescate bancario durante la crisis financiera.

El alza mensual de la deuda en marzo se debe casi exclusivamente incremento del endeudamiento del Estado, ya que la deuda de las comunidades, los ayuntamientos y la Seguridad Social se ha mantenido más o menos estable en el tercer mes del año.

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