Tenía dificultades respiratorias y le diagnosticaron un cáncer que 'no se parece a ningún otro en el mundo'

Alison Varley, en West Yorkshire (Reino Unido), confiesa en Daily Mail estar "aterrorizada" . A sus 42 años comienza su quimioterapia, pero teme no llegar a Navidad: "No sé si va a funcionar". Su desánimo podría estar más que justificado si se tiene en cuenta que padece un cáncer no visto hasta ahora.

En 2021 le diagnosticaron un tipo específico de carcinoma de células caliciformes tras acudir al médico por lo que asumió sería una infección en el pecho, pues mostraba dificultades para respirar. El tratamiento con antibióticos no funcionó por lo que junto a su marido acudieron días después a urgencias.

"Me hicieron una tomografía computarizada y encontraron 5 litros de líquido en mi pulmón derecho. Intentaron drenar el líquido, me hicieron una tomografía computarizada y encontraron una gran masa en mi ovario", explica al medio británico.

Desde su diagnóstico a finales de 2021, el cáncer se ha extendido al recto y al abdomen. 

Un caso entre un millón

Los carcinomas de células caliciformes se desarrollan en el apéndice y se cree que afectan a una de cada millón de personas. Pero su tumor es incluso más extraño. Su composición genética no se parece a ninguna otra en el mundo.

"Hay personas con células caliciformes, pero no con esta estructura genética", comenta la paciente. "Es por eso que [los médicos están] luchando conmigo porque no hay nadie frente a mí [con eso]".

El carcinoma de células caliciformes apendicular es una lesión poco frecuente, rara vez diagnosticado antes de la cirugía. Es decir que se suele descubrir durante pruebas o tratamientos para otras afecciones, como una apendicectomía o una resección del intestino delgado.

No se conoce ningún factor de riesgo relacionado y es más frecuente en caucásicos entre 52 y 58 años. El tumor comúnmente se presenta como apendicitis aguda, sin embargo, puede mantenerse asintomático o presentar dolor abdominal difuso y ascitis.

Varley, que está siendo tratada en el Hospital Universitario St James en Leeds, The Christie en Manchester y Basingstoke y North Hampshire Hospital, se sometió a una una histerectomía completa tras una cirugía para extirpar su apéndice.

Inicialmente, la inmunoterapia redujo con éxito el tamaño de los tumores en su abdomen y recto. Pero, afirmó, "desencadenó una reacción adversa que provocó un crecimiento del cáncer". Ahora ha iniciado una terapia de quimioterapia que estima durará 3 meses. Para cubrir gastos médicos sus amigos y familiares lanzaron una página de recaudación de fondos.