Los síntomas de cáncer que más se suelen ignorar

Todo el mundo sabe que un diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de curación en un cáncer. Esto es así porque en estadios preliminares se "posibilita que los tumores puedan ser extirpados con éxito y tratados de manera más efectiva”, aclara la doctora Enriqueta Felip, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 

Las pruebas de detección precoz son idóneas para lograrlo. Los cribados, como el de colon, mama o cérvix que incluye el sistema sanitario español, permiten revelar la enfermedad en una fase en la que es más tratable que cuando ya han aparecido síntomas.

Esto se debe a que como ocurre con otras afecciones, como la hipertensión o el glaucoma, el cáncer durante sus inicios suele mantenerse asintomático. A veces, lo que ocurre es que la forma de revelarse en el origen es muy leve o similar a afecciones comunes, por lo que se tienden a pasar por alto estas señales de alerta.

Un ejemplo de ello se da con los tumores de ovario. 

"Con frecuencia se manifiestan con digestiones pesadas, molestias abdominales, hinchazón abdominal. Estos síntomas llevan a pensar en algún trastorno digestivo y es frecuente que las primeras consultas de las pacientes se realicen con los especialistas del aparato digestivo", alertó previamente Margarita Feyjóo, jefa de Oncología del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja.

De hecho, en 2014 una investigación sobre 1.729 adultos mayores de 50 años en Reino Unido encontró que la gente tiende a ignorar muchas de las dolencias frecuentes que pueden ser las primeras advertencias de cáncer.

Los encuestados evaluaron cómo de graves percibían una lista de 17 dolencias, 10 de las cuales eran en realidad indicadores de cáncer. 

Resultó que mucha gente no está prestando tanta atención a las señales como deberían. "Algunas personas no creen que [los síntomas] sean graves, y el cáncer no les viene a la mente", remarcó entonces Katriina Whitaker, investigadora principal del University College London y autora del estudio.

La pérdida de peso inexplicable fue el cambio menos atribuido al cáncer, a pesar de ser un síntoma frecuente en muchos tipos. Cambios en los hábitos intestinales o molestias abdominales fueron otros achaques subestimados. 

Los expertos en salud consideran que los cánceres abdominales —de garganta, estómago, intestino, páncreas y ovario— y urológicos —próstata, riñón y vejiga—son los tumores más propensos a pasar desapercibidos. 

A diferencia de un bulto o una mancha en la piel, cuando la enfermedad afecta a órganos internos, los cambios producidos en la zona afectada no resultan evidentes.

Sin embargo, explican desde ICON Cancer Center, "no significa que estos cánceres no tengan ningún signo de advertencia. Sin embargo, son similares a los de otras condiciones", enmascarando el peligro.

Por ello, como información clave, quédate con la idea de que todo aquello que percibas como raro en tu cuerpo, cualquier cambio por mínimo que sea, sobre todo si se mantiene en el tiempo, vale la pena valorarlo con un médico. 

No obstante a continuación algunos de los síntomas del cáncer que más fácilmente pueden pasar desapercibidos.

Síntomas gastrointestinales que pueden alertar de un cáncer

"Los primeros signos de cáncer de ovario se tienden a malinterpretan como síntomas de otras afecciones menos graves, como problemas gastrointestinales o alteraciones debidas al envejecimiento", recuerdan desde HCG Oncology.

Estos incluyen dolor abdominal, estreñimiento, malestar estomacal y pérdida de apetito. También se incluye aquí la saciedad tras ingerir pequeñas cantidades de comida, según indicó con anterioridad Ioana Bonta, medica oncóloga del Cancer Treatment Centers of America.

Tener estreñimiento o diarrea persistente puede indicar un cáncer de colon, próstata o vejiga.

Cambios en los hábitos urinarios

La sangre en las heces es un signo muy llamativo que poca gente pasará por alto, pero otros síntomas iniciales del cáncer colorrectal pueden ser más sutiles. Como micción frecuente y cambios en la consistencia de las heces.

La urgencia repentina o el dolor al orinar son formas en las que se puede revelar un cáncer de vejiga, riñón o próstata.

Ojo con un dolor de espalda o de abdomen que no remite

La investigación británica reveló que alrededor del 40% de las personas del estudio ni siquiera estaban preocupadas de que el dolor pudiera ser un problema grave. Sin embargo si algo te duele y no sabes por qué y además no remite este podría no ser nada o resultar un cáncer.

Una de las pocas formas que tiene de revelarse uno de los tumores más sigilosos y letales, como es el de páncreas, es a través de un dolor en la zona del estómago que puede ir extendiéndose hacia la espalda.

Dolor pélvico, en la ingle o la zona dorsal son dolencias vinculadas a un cáncer de próstata. También los dolores en costillas o caderas, según Prostate Cancer.net. 

Un cáncer de vejiga avanzado o un tumor en los ovarios pueden asimimso generar malestar en la espalda.

Sangrado entre ciclos o tras tener relaciones 

Los síntomas iniciales del cáncer de cuello uterino incluyen sangrado posterior al coito o entre ciclos menstruales, además de fatiga y malestar en la vagina.

El virus del papiloma humano, responsable de al menos el 90% de los casos de cáncer de cuello uterino, cuenta con vacuna para reducir los riesgos. Y no, no es solo para ellas.

Tos o dolor de garganta

La tos puede parecer algo normal, sobre todo en época de resfriados o de alergias. Sin embargo, si es persistente podría indicar cáncer de pulmón. Un estudio de 2019 en Chest Journal la describe como un síntoma frecuente y angustiante asociado a problemas gastrointestinales como reflujo o náuseas.

Por otro lado un dolor de garganta que no remite podría indicar algo tan grave como cáncer de laringe o de garganta. Sin embargo de los encuestados en la investigación británica, casi el 78% declaró no considerar de forma seria este tipo de malestar.

Pérdida de peso inexplicable 

La Sociedad Americana del Cáncer informa de que una pérdida de peso inexplicable de 3 kilos o más podría ser un primer signo de cáncer. Es decir cuando se dan sin haber modificado la dieta o el nivel de actividad física para conseguirlo.

Esta señal de advertencia fue la que más se pasó por alto en la encuesta. Y es sobretodo común en personas con cáncer de páncreas, estómago, pulmón o esófago, enumera Prevetion.

Fatiga continua

El cansancio extremo que no mejora con el descanso puede ser un signo de cáncer. Esta enfermedad usa los nutrientes para crecer y avanzar, por lo que no están reponiendo a tu cuerpo lo que requiere, provocando un agotamiento continuo, describen desde el Johns Hopkins Medicine. 

Ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de próstata, pueden alterar los niveles hormonales del organismo, dando una serie de efectos secundarios, entre ellos fatiga.

Dificultad para tragar 

La disfagia puede presentarse en forma de arcadas, tos, o ahogos al intentar tragar. Para otros es la sensación de que la comida queda atascada en la garganta. Un efecto que puede ser el resultado del cáncer de esófago, estómago o garganta, informan desde Cancer.net.