Por qué los diamantes serán pronto mucho más caros
Reuters
- La posible subida del precio de los diamantes se debe a que están desapareciendo una serie de distorsiones provocadas por la pandemia.
- Algunos analistas aseguran que los precios podrían subir hasta un 10% durante el próximo año.
Comprar un diamante está a punto de ser más caro.
La culpa es de una miríada de factores que están impulsando el mercado, como una oferta más ajustada, una demanda más acalorada y una oleada de parejas que se espera que se esposen en los próximos años, dicen los expertos del sector.
Los joyeros esperan ansiosos una temporada de compromisos más intensa tras un año de ventas tibias, en el que los precios de todas las categorías de diamantes se desplomaron alrededor de un 30% en 2023. Para los diamantes de menor calidad y tamaño, los precios cayeron a sus niveles más bajos en unos 10 años, según Paul Ziminsky, un destacado analista de diamantes.
Pero los precios han empezado a subir en los últimos meses. El Índice Internacional del Diamante superó el nivel de 110 en enero, poniendo fin a un pronunciado descenso que se mantuvo durante los dos últimos años.
Índice del diamante IDEX en los últimos tres años
Cormac Kinney, consejero delegado de la empresa de comercio de materias primas Diamond Standard, explica a Business Insider que anticipa días aún mejores por delante para el comercio de diamantes. Él y Ziminsky pronostica que los precios podrían subir otro 5%-10% este año.
Pero en los próximos 20 años, ese crecimiento podría escalar, lo que supondría una bonanza para los inversores en diamantes. La empresa de Kinney espera que los precios de los diamantes se disparen en las próximas décadas, aunque no tiene un objetivo de precio exacto.
"Hay una gran perturbación en la fuerza", explica Kinney sobre el movimiento de los precios.
Los joyeros se recuperan
El repunte de los precios de los diamantes se verá impulsado por varios factores, según Ziminsky y Kinney.
Por un lado, la oferta de diamantes disponibles se reducirá aún más este año. Esto supone un cambio con respecto a 2023, cuando los productores de diamantes, que paralizaron la actividad minera durante la pandemia, produjeron diamantes en exceso. Eso provocó la caída de los precios.
Según Ziminsky, ya se están realizando esfuerzos para reducir la oferta, y algunos proveedores han interrumpido por completo su actividad minera. El gigante minero ruso Alrosa, por ejemplo, interrumpió la venta de diamantes en bruto durante dos meses el año pasado para impulsar los precios.
La reciente prohibición de los diamantes rusos por parte del G7 (foro político compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) agravará la escasez de oferta, añade Kinney, ya que Rusia no podrá seguir vendiendo sus diamantes a refinadores chinos e indios, que a su vez podrán venderlos a Occidente. Según sus cálculos, esto podría eliminar del mercado otro 30% de la oferta mundial de diamantes.
"Empezaremos a ver cómo se normalizan los niveles de existencias. Y una vez que eso ocurra, empezaremos a ver cómo se recuperan los precios de los diamantes naturales", afirma Ziminsky.
La demanda también está a punto de calentarse tras un anémico 2023. Los estadounidenses —muchos de los cuales habían derrochado en bienes como joyas caras durante la pandemia— habían comenzado a alejarse de esos lujos el año pasado, dicen los expertos. Pero la demanda de bienes y artículos de lujo se normalizará a medida que las distorsiones de la pandemia sigan remitiendo, resume Kinney.
La demanda estadounidense de anillos de compromiso, que constituye una parte enorme del mercado de diamantes, también parece ir en aumento. Según Signet Jewelers, que realiza un seguimiento de 45 "hitos" que las parejas suelen alcanzar en el camino hacia el matrimonio, las parejas están dando señales de que podrían estar a punto de casarse. El interés por los anillos de compromiso en las búsquedas de Google aumentó un 10% en el tercer trimestre.
Según Kinney y Ziminsky, estos factores podrían devolver a los diamantes a su tendencia de crecimiento anterior a la pandemia, en torno a un porcentaje de un solo dígito.
A largo plazo, Kinney cree que se producirá un repunte aún mayor, gracias al creciente interés de los inversores por las gemas como activo duro.
Los inversores suelen interesarse por las materias primas cuando la economía se enfrenta a mayores riesgos de inflación, recesión y volatilidad, afirma. Todos ellos son componentes clave del nuevo régimen inversor, según los analistas de Wall Street.
La demanda de los inversores podría suponer alrededor del 15% de todos los diamantes disponibles en el planeta, o unos 180.000 millones de dólares en piedras, calcula Kinney, extrapolando la demanda de otras materias primas por parte de los inversores. La combinación de una demanda creciente y una oferta decreciente podría disparar el precio de los diamantes en las próximas décadas.
Kinney no tiene un objetivo de precio exacto, pero señala el oro como comparación. Los precios del oro se han disparado más de un 500% desde 2003, el año en que el oro se volvió fácilmente negociable en un ETF (Exchange Traded Funds, fondos cotizados en español), un vehículo de inversión colectiva que está a caballo entre los fondos de inversión y las acciones.
"En 20 años, espero que los precios de los diamantes suban sustancialmente", dice.
Las fuerzas que impulsan el mercado del diamante son únicas, dado que otras materias primas y objetos de colección se han visto atrapadas recientemente en una espiral descendente a medida que se desinflaba la burbuja de las inversiones especulativas alimentada por los tipos de interés ultrabajos. Los precios de los relojes de lujo, los vinos finos, el whisky y los cromos se desplomaron en 2023, sin que haya indicios de un repunte.
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