Qué es el eje intestino cerebro y por qué la alimentación tiene mucho que ver en la salud mental

Eje intestino - cerebro

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  • La manera en la que cuidas de tu microbiota intestinal mediante la alimentación podría tener un impacto directo con tu estado de ánimo. 
  • Del mismo modo, cuando sientes estrés también puedes alterar la composición normal de tu flora intestinal. 
  • Así, se establece una relación bidireccional entre tu intestino y tu cerebro, que conlleva diversas reacciones diferentes.

Es difícil que en algún lugar, ya sean redes sociales, un artículo o en un vídeo de YouTube, no hayas escuchado la palabra microbiota.

Pese a que lleva toda la vida en el cuerpo humano, no se le ha otorgado la importancia y el peso que merece hasta hace pocos años.

En términos generales, cuando se habla de microbiota se refiere al conjunto de millones de microorganismos que conviven en simbiosis, principalmente, en nuestro tracto digestivo. 

Para que puedas hacerte una idea del peso que tienen estos microorganismos, se estima que su número es 10 veces mayor al del total de células del cuerpo humano. 

Su importancia recae en las funciones que desempeñan, algunas vitales como el sistema inmune, metabólico y hormonal y muchas, aún desconocidas. Pero quizás la más estudiada hasta ahora es la relación entre el intestino y el cerebro (eje intestino-cerebro). 

Entonces este eje en su totalidad estaría formado por: la microbiota, el sistema nervioso entérico (cuenta con más de 500 millones de neuronas), el sistema nervioso autónomo, el sistema neuroendocrino, el sistema neuroinmune y el sistema nervioso central.

Esta conexión, bidireccional del eje intestino - cerebro se está postulando como una posible explicación a algunos de los trastornos neurológicos más frecuentes como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple

Tal y como explica Lucía Redondo, doctora y nutricionista en su Instagram, en esta relación intervienen muchos agentes que pueden derivar en diferentes respuestas. 

Por ejemplo, los últimos estudios científicos establecen una correlación entre las alteraciones de la microbiota y el estrés, el cual está involucrado en diferentes patologías crónicas, autoinmunes  y neurodegenerativas. 

Es decir, se cree que el estrés altera la composición normal de la flora intestinal (esto se llama disbiosis) generando cambios en la motilidad y las secreciones gastrointestinales y produciendo permeabilidad intestinal. Esto afecta a las células neuroendocrinas y a las del sistema inmune.

Por ello, se modifica la liberación de neurotransmisores y, dependiendo de estos, te sientes de una manera u otra.

En Keval+, explican que un ejemplo claro es el de la serotonina, un neurotransmisor que se produce el 95% en el intestino, y como sabrás, es quien regula una amplia gama de funciones relacionadas con el estado de ánimo y las emociones, sobre todo la conocerás como la hormona de la felicidad

Otras sensaciones que te resultarán más familiares son tener nauseas o poco apetito cuando tienes nervios, mucho estrés, incluso miedo, y es que en un estado de alarma, cuando descargas adrenalina y cortisol, provoca estas sensaciones relacionadas con el aparato digestivo, explican en Keval+.

En definitiva, tanto lo que comes puede influir en tu estado de ánimo, como éste puede influir en cómo recibes esos alimentos y qué suponen para ti en un momento determinado condicionado por esas emociones. 

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