Las empleadas de Nike describen una situación de acoso sexual, escenas de sexo oral y sugerencias a las trabajadoras de que 'enseñen más carne'

Matthew Kish
| Traducido por: 
Mark Parker, presidente ejecutivo de Nike.
Mark Parker, presidente ejecutivo de Nike.

Getty; Marianne Ayala/Insider

  • Recientemente, han salido a la luz los documentos adjuntos de una demanda contra Nike por discriminación de género, que incluyen más de 5.000 páginas.
  • En ellos aparecen algunas de las encuestas realizadas a empleadas que se quejaron de la empresa.
  • Las encuestadas se refieren a Nike como un 'club de chicos' y afirman haber sufrido comportamientos sexuales inapropiados. 

A principios de 2018, las empleadas de Nike estaban hartas de la respuesta de la empresa a las denuncias por acoso sexual y discriminación de género, por lo que decidieron realizar una encuesta anónima sobre sus experiencias en la compañía. 

En encuestas escritas tanto a mano como a máquina, afirmaron haber sido víctimas de comportamientos sexuales inapropiados, además de padecer intimidación por parte de los superiores, miedo a represalias y falta de fe en la voluntad de Nike de hacer algo al respecto. 

En una de las encuestas, una empleada escribió que sus compañeros le habían dicho que "vistiera más sexy" y "enseñara algo de carne" en la oficina. Otra explicaba que se sabe que ciertos ejecutivos son "conocidos mujeriegos que abusan de su influencia y poder con trabajadoras de menor rango". 

Una tercera contó que descubrió a una empleada practicando sexo oral a uno de sus superiores. Una cuarta relataba cómo algunos empleados "borrachos y descuidados" abrazaban a compañeras durante viajes de trabajo, y otros invitaban a sus subordinadas a cenar con la esperanza de acostarse con ellas. 

Otra persona comentó que escuchó a un directivo decir: "A nadie le importa una mierda el empoderamiento femenino". 

El CEO de Nike en ese momento, Mark Parker, que ha pasado a ser presidente ejecutivo de la compañía, recibió las encuestas el 5 de marzo de 2018, según Nike, lo que fomentó el encargo de informes y el comienzo de acciones para acabar con esa cultura de "club de chicos" de la empresa.

El mes pasado, 10 de las encuestas, conocidas como las encuestas Starfish, se incluyeron en más de 5.000 páginas de documentos adjuntos a una demanda en curso contra Nike por discriminación de género

La información se hizo pública tras una denuncia presentada por Business Insider, The Oregonian y Portland Business Journal. Las publicaciones defendían el interés público de los documentos, que incluyen testimonios de declaraciones, correos electrónicos de directivos, borradores de discursos y mensajes entre los abogados del caso. 

Los documentos ofrecen una visión detallada de la naturaleza y los detalles de las acusaciones contra el gigante de la ropa deportiva, así como de sus esfuerzos por convertirse en una empresa más integradora. No obstante, dichos documentos dejan preguntas importantes sin respuesta, como ahínco de la empresa por investigar las denuncias y la identidad de los trabajadores acusados.

Respecto a las encuestas, existen dudas sobre si Nike cumplió con la orden judicial para proporcionarlas.

Se sabe que la empresa luchó inicialmente para mantener las encuestas fuera de los registros judiciales, pero un juez ordenó la publicación de los resultados completos. Un abogado de los demandantes contó a Business Insider que habían recibido unas 30 encuestas. 

10 de ellas figuran ahora en el expediente judicial, adjuntas a varias peticiones. Pero 4 exempleados de Nike afirman que se recogieron cerca de 100. 

Business Insider ha proporcionado preguntas escritas a Nike para este artículo, entre ellas si entregó efectivamente todas las encuestas a los demandantes. No obstante, la compañía se ha negado a responder a las preguntas. Una portavoz ha explicado que la negativa se debe a que Nike no hace comentarios sobre causas judiciales activas. 

Sin embargo, la entrevista que realizó The New York Times en 2018, en la que informó sobre la cultura de Nike, se incluye en los nuevos registros. En esa respuesta, la empresa atribuyó el comportamiento inapropiado a un "grupo de ejecutivos de alto nivel", que "se protegían entre sí y miraban hacia otro lado."

Los demandantes, que no han logrado presentar la denuncia como una demanda colectiva (aunque planean apelar), sostienen que los documentos demuestran que los problemas en Nike eran sistémicos y no se limitaban a un grupo reducido de ejecutivos. 

"No se limitaba a unos cuantos o a un departamento", comenta Laura Salerno Owens, abogada principal de los demandantes, a Business Insider. "Y no se limitaba a un solo directivo. Era una práctica común en toda la empresa", añade.

 

'Quizá si te vistieras mejor llegarías a tiempo' 

Los empleados de Nike (especialmente los altos directivos) se refieren con frecuencia a la empresa como una fuerza del bien. Reúne a la gente en los campos de atletismo, ayuda a las personas a mantenerse activas, abre las economías al desarrollo y crea puestos de trabajo, según sus defensores.

Pero las encuestas de Starfish describen una empresa muy diferente. 

Una de ellas recogía que Nike es como "un gigantesco equipo deportivo masculino, donde prevalece el favoritismo y las mujeres no tienen cabida". 

Las encuestas contienen denuncias sobre mujeres que practican sexo oral a sus superiores, jefes que gritan a sus empleados, comentarios y comportamientos sexuales inapropiados e incluso afirmaciones de que un directivo "pidió un favor por teléfono" para librarse del castigo por llamar "zorra" a una subordinada. 

Muchos encuestados se describen la empresa como un "club de chicos". 

"Tal vez si te vistieras mejor llegarías a tiempo. Quítate esa chaqueta holgada y enseña algo de carne", dijo supuestamente un directivo a una empleada. 

 

Pocas de las denuncias se comunicaron al departamento de recursos humanos de la empresa porque, en general, las encuestadas pensaban que no pasaría nada.

"Los recursos humanos de esta empresa son una broma", escribió una de ellas.

"Las mujeres de esta empresa tienen muy poco poder para cambiar una cultura y un entorno que ha sido y sigue siendo irrespetuoso con las mujeres", dijo otra.  

"Me lo guardé para mí por ser quien es en la empresa", afirmaba la persona a la que le dijeron que "enseñara algo de carne".

"Ponte las pilas Nike. Ya estamos hartas", sentenció otra.

Sede mundial de Nike en Beaverton, Oregón.
Sede mundial de Nike en Beaverton, Oregón.

Natalie Behring/Getty Images

 "No reflejan nuestros valores fundamentales"

10 días después de recibir las encuestas, Parker anunció una reorganización de la dirección y pidió disculpas a los empleados de Nike en un correo electrónico, diciendo: "En las últimas semanas, hemos tenido conocimiento de informes que se producen dentro de nuestra organización que no reflejan nuestros valores fundamentales de inclusividad, respeto y empoderamiento."

Al menos 11 directivos dejaron Nike después de que se entregaran las encuestas a Parker. La compañía ha hecho progresos en la igualdad salarial y hay mujeres en el cargo de vicepresidentas. En el año fiscal 2018, el 36% de los vicepresidentes de Nike eran mujeres, según la compañía. Ese porcentaje ha subido desde entonces al 43%, con el objetivo de alcanzar el 45% en 3 años. 

Desde 2017, Nike también ha dejado de recopilar información sobre la compensación en trabajos anteriores, ha hecho que la contratación sea más competitiva y ha revisado su sistema de compensación. En julio de 2018, Nike comentó se había aumentado el sueldo de 7.000 trabajadores tras una revisión salarial interna.

Los nuevos documentos incluyen la afirmación de que Nike pagó a las mujeres 11.000 dólares al año menos que a los hombres entre 2015 y 2019, una cifra que la compañía ha refutado. Nike defiende que ya ha logrado la paridad salarial. 

Aunque el expediente judicial recoge pruebas de los esfuerzos de Nike para ser una empresa más inclusiva, es difícil saber con cuanto ahínco investigaron las acusaciones recogidas en las encuestas de Starfish.

 

En una declaración de 2021, Monique Matheson, la principal ejecutiva de recursos humanos de Nike, declaró que las encuestas se entregaron a un bufete de abogados externo que investigó las acusaciones. Debido a esto, Nike argumentó con éxito que el trabajo está protegido por el privilegio abogado-cliente.

"No sabemos nada porque Nike se negó a presentar pruebas y a testificar sobre sus investigaciones, cuáles fueron los resultados y qué medidas se tomaron. No hay pruebas en el expediente de que Nike investigara completa y adecuadamente las quejas", rebate Salerno Owens.

Además, las quejas por discriminación contra Nike no han cesado en los años transcurridos desde entonces, según Salerno Owens.

Aun así, una trabajadora que realizó la encuesta de Starfish, a pesar de las duras críticas, albergaba cierta esperanza de que Nike pueda centrarse y corregir sus errores. 

"Para una empresa que se enorgullece de la innovación, la inclusión y la igualdad, me temo que estamos errando el tiro. Pero Nike puede cambiar y liderar en este espacio", escribió en la encuesta.

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