¿Eres madrugador? Tu ADN neandertal podría ser el culpable

Ser madrugador podría tener su origen en los neandertales. Los genes heredados podrían contribuir a esta tendencia de tener unos hábitos de sueño más tempranos. Esto permite a estas personas, no solo levantarse antes, sino también irse a la cama más pronto.

Aunque es cierto que la mayoría de los genes obtenidos por los humanos modernos a través del mestizaje antiguo han sido eliminados por la evolución, una pequeña parte de estos permanece, según han explicado los expertos que han trabajado en el estudio.

"Al analizar los fragmentos de ADN neandertal que permanecen en los genomas humanos modernos, descubrimos una tendencia sorprendente", ha explicado John Capra, epidemiólogo de la Universidad de California. Muchos de estos han afectado genes que controlan los relojes biológicos en los humanos modernos "aumentando la propensión a ser una persona mañanera".

Hace 70.000 años, grupos bastante grandes de homo sapiens migraron a Eurasia desde África, encontrándose con los neandertales, que ya se habían adaptado al territorio miles de años antes. Hoy en día los humanos portan un 4% del ADN neandertal, con genes relacionados con la pigmentación de la piel, el cabello, la grasa y la inmunidad, según The Guardian.

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Los investigadores han analizado el ADN de humanos modernos frente a los genes neandertales. Es así como han descubierto que existen diferentes variantes genéticas involucradas en los relojes biológicos, como han reflejado en su estudio publicado en Genome Biology and Evolution.

Para comprobarlo, el grupo ha recurrido al Biobanco del Reino Unido, que contiene información genética, de salud y estilo de vida de medio millón de personas. Se ha descubierto que muchas de estas son portadoras de las variantes. Y, no solo eso, sino que los genes estaban relacionados con el despertar temprano.

Ser una persona madrugadora no requiere genes de neandertal. Otros factores como el estilo de vida, las influencias culturales y ambientales, también pueden afectar en esto. Pero los genes neandertales están ahí y, en algunas ocasiones, tienen un pequeño impacto.

"No creemos que ser una persona mañanera sea en realidad lo beneficioso", ha añadido Capra. "Más bien, creemos que es una señal de que tenemos un reloj más rápido que puede adaptarse mejor a las variaciones estacionales en los niveles de luz".