La hormiga fuego llega a Europa: estos son los graves problemas de salud que pueda causar si alcanza España

En una pequeña área de Sicilia, cerca del puerto de Syracuse en Italia. Allí se ha encontrado el primer establecimiento en Europa de la hormiga de fuego, ( Solenopsis invicta) una de las especies más invasoras del mundo, según ha confirmado un artículo en Current Biology.

En total el equipo de investigadores confirmó la presencia de 88 nidos repartidos por 5 hectáreas. El área invadida, que bordea el estuario de un río, se encuentra dentro de una zona protegida.

Allí, la gente de la zona lleva informado de frecuentes picaduras de hormigas desde al menos 2019, "lo que sugiere una presencia prolongada de S. invicta que es coherente con la gran superficie invadida y el elevado número de nidos maduros", escriben los autores. La proximidad de uno de los principales puertos de carga de la isla, el puerto de Augusta, se señala como un componente clave para su introducción.

"La hormiga de fuego es una de las peores especies invasoras a nivel mundial. Ello se debe fundamentalmente a que tiene una picadura muy fuerte, que puede causar reacciones alérgicas importantes en las personas e incluso producir la muerte", explica Elena Angulo, investigadora en la Estación Biológica de Doñana (CSIC). 

En los lugares donde está establecida como especie exótica invasora tiene además un alto impacto en sectores económicos como la agricultura. "Su control en esos países supone un gasto de miles de millones de euros", matiza la especialista en declaraciones a SMC España.

El estudio está liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la  Universidad Pompeu Fabra  (UPF).  

Pronto podría llegar a España

Utilizando modelos de distribución de especies en conjunto, el equipo evaluó la idoneidad ambiental de la especie en Europa y el Mediterráneo. 

Las proyecciones del estudio afirman que la mitad de las zonas urbanas de Europa ya son aptas. "El calentamiento climático previsto según las tendencias actuales favorecerá la expansión de esta hormiga invasora", alertan los autores.

"Esto es preocupante porque las zonas urbanas más adecuadas son las ciudades costeras del Mediterráneo altamente conectadas por puertos marítimos, lo que potencialmente favorece la propagación de la especie".

Según las estimaciones de Angulo, "grandes ciudades costeras con puertos importantes como Barcelona o Valencia, podrían ser los próximos puntos de entrada de esta hormiga en Europa".

Atendiendo a la información del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, esta hormiga construye sus nidos preferentemente en área abiertas y soleadas, especialmente en suelos alterados e irrigados. En áreas infestadas, las colonias son comunes en céspedes, jardines, patios de colegios, parques, bordes de carreteras y campos de golf.

Un riesgo económico y para la salud

Clasificada como una de las peores especies exóticas invasoras, la hormiga de fuego es además  la quinta más costosa a nivel mundial, impactando en los ecosistemas, la agricultura y la salud humana. 

La plaga más notable se encuentra en las regiones fronterizas entre EEUU y México, donde ocupa actualmente unos 128 millones de hectáreas y se ha convertido en un importante problema. En menos de un siglo, esta hormiga se ha extendido por gran parte de Estados Unidos, México, el Caribe, China, Taiwán y Australia, mientras que su erradicación sólo tuvo éxito en Nueva Zelanda.

Su alimentación es omnívora con preferencia por alimentos proteicos, como insectos y otros invertebrados o vertebrados de pequeño tamaño. Su gran agresividad favorece su expansión, al desplazar a otras especies de hormigas con las que compiten por un mismo nicho ecológico  e incluso a vertebrados. 

Posee además un aguijón funcional con el que puede propiciar una picadura muy dolorosa para las personas y se han registrado muertes por choque anafiláctico, describe la ficha del Catálogo español de especies invasoras.

Para el control de la invasión, "actualmente se está experimentando con lucha biológica, buscando enemigos naturales, como moscas parasitarias (Phoridae), entre otros, que permitan controlar sus poblaciones", informa en SMC España, Joaquin L. Reyes-López, profesor titular del área de Ecología de la Universidad de Córdoba.