Los 'meme tokens' acaparan la atención tras el repunte de shiba inu: por qué forman parte de la evolución de las finanzas y no se pueden ignorar

Isabelle Lee,
Shiba Inu in in Taipei, Taiwan
Getty Images
  • Las 'meme coins', como shiba inu y dogecoin, han ganado adeptos en el último año.
  • Lo que tienen en común, entre otras cosas, es la comunidad que las respalda, dice Chris Kline, experto de la plataforma de criptomonedas Bitcoin IRA.
  • "Forman parte de la evolución de las finanzas digitales" y no se pueden ignorar, añade.
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Ha sido una semana muy destacada para shiba inu, la meme coin que se ha revalorizado un 150% y ha superado a dogecoin, otra criptodivisa con un simpático cachorro como mascota.

Aunque ambas monedas comenzaron como bromas, ahora se encuentran entre los 10 mayores activos digitales por valoración de mercado, según CoinMarketCap. Y eso puede ser una señal de lo que está por venir a medida que las criptodivisas sigan creciendo.

"A su manera, forman parte de la evolución de las finanzas digitales", dice a Business Insider Chris Kline, cofundador de Bitcoin IRA, una plataforma de gestión de criptodivisas.

Kline reconoce que algunas monedas pueden no resistir el paso del tiempo y se pregunta cuántas meme coins es capaz de sostener la industria.

Independientemente de cuáles sobrevivan, considera que, en general, están aquí para quedarse.

"Lo más importante para mí es que, obviamente, forman parte de la revolución de las criptomonedas. Están aquí. Son una pieza de este concepto", dice.

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Los ejemplos de shiba inu y dogecoin ilustran las características clave de las meme coins.

Shiba inu se fundó en agosto de 2020 con el objetivo de alejarse de las "estructuras sociales rígidas y las mentalidades tradicionales". Dogecoin, por su parte, nació en diciembre de 2013 con la esperanza de convertirse en la "moneda de internet divertida y amigable."

Lo que tienen en común, entre otras cosas, es la comunidad que las respalda, explica Kline. 

Buena parte de los inversores en criptomonedas pueden clasificarse en 2 categorías.

En primer lugar, están los que quieren acabar con los negocios financieros tradicionales

La pandemia del coronavirus ha subrayado la creciente disparidad entre ricos y pobres, algo ya denunciado hace 10 años por el movimiento 15M en España y Occupy Wall Street en EEUU, que surgieron para protestar precisamente contra esta desigualdad.

Kline traza una línea divisoria con estos acontecimientos. "En realidad, las criptomonedas surgieron en torno a eso", dice, refiriéndose a la creación del bitcoin en octubre de 2008.

La segunda categoría de criptoinversores engloba a aquellos que quieren ganar dinero. Quienes pertenecen a este grupo lamentan el intrincado laberinto de instrucciones y restricciones que les imponen los bancos, en contraste con las transacciones rápidas, anónimas, baratas y disponibles las 24 horas del día por las que son conocidas las criptomonedas.

A Kline no le sorprende la resistencia de los reguladores y los inversores tradicionales. Todas las disrupciones se han enfrentado a la oposición de fuerzas conservadoras, pero al fin y al cabo "las criptomonedas se basan en el consenso", añade.

Por ahora, sin embargo, Kline anticipan que los inversores deberían esperar más volatilidad.

"El mercado todavía está en una etapa muy especulativa", concluye. "Todo va a depender de cuánto se adopten estas criptomonedas y de la utilidad que tengan".

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