Por qué los expertos prefieren el horario de invierno aunque tú lo odies

Este fin de semana en España toca cambiar la hora. Durante la noche del sábado 28 al domingo 29 de octubre, cuando el reloj marque las 03.00 horas, volverán a ser las 02.00. Con este gesto se da por finalizado el horario de verano que comenzó en marzo y se da la bienvenida al de invierno. 

Y aunque conlleve dormir una hora más, en general se tiende a asumir con poco entusiasmo.  Si sueles experimentar síntomas depresivos relacionados con los cambios estacionales, el cambio de hora podría agravarlos. Los días se tornan mas fríos y cortos, y hay menos horas de luz.

El horario de verano cambia la luz del día alargándola hasta las primeras horas de la noche a cambio de menos durante las primeras horas de la mañana, cuando se supone que más personas están durmiendo. 

Este intercambio tiene beneficios tanto sociales como económicos, con más luz natural para las actividades nocturnas y menos necesidad de bombillas por la noche. De ahí que surgiera motivado como una manera de ahorrar energía. 

Esto podía tener sentido a mediados del siglo XX, cuando los hábitos de vida se podían ver más afectados por el consumo energético. En la actualidad, sin embargo, las jornadas de trabajo han cambiado. El teletrabajo por ejemplo hace que las rutinas no coincidan tanto como antes en el mismo espacio-tiempo, como matizó a Business Insider España el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

No solo eso. El adelanto del reloj tiene consecuencias para la salud sobre todo en aquellos cuyos horarios les imponen despertarse temprano. Extender el atardecer demasiado cerca de la hora de acostarse también puede alterar los patrones de sueño.

Tú amas tener más luz por la tarde, tu reloj biológico no

El 65% de los españoles prefiere el horario de verano, como refleja el último barómetro realizado por el CIS en el que se preguntó por esta cuestión. 

En 2018, la Comisión Europea lanzó una consulta pública para conocer la opinión de los ciudadanos europeos, en la que el 80 % de los 4,6 millones de personas que participaron votó a favor de terminar con el cambio horario. La encuesta a nivel europeo, evidenció además que el 56% de los ciudadanos de países miembros de la Unión Europea desean un horario de verano de manera permanente.

Los expertos en cambio no piensan lo mismo respecto de las bondades de tener más luz a última hora del día.

Dormir adecuadamente las horas necesarias es uno de los pilares fundamentales de la salud. 

Tus ciclos de sueño están gobernados por un reloj interno en tu cerebro que depende de factores externos como la temperatura y la luz. Esta última tiene una gran importancia en la regulación de un "ritmo sueño‐vigilia ordenado y estable".  Es decir en cuándo te sientes con energía y cuándo con ganas de dormir.

Como enfatiza la Sociedad Española del Sueño (SES), "tanto la oscuridad por la mañana como la luminosidad por la noche retrasan el reloj interno produciendo un desajuste en el mismo". Esta desincronización hace que las personas tengan tendencia a acostarse más tarde y despertarse más tarde por la mañana.

Por ello, añaden, "es conveniente no hacer cambios y promover una mayor exposición a la luz natural cuando la mayoría de las personas están trabajando o aprendiendo en la escuela". Esto es lo que ocurre durante el horario de invierno (GMT+1), en contraposición a lo que sucede con el de verano (GMT+2)

Más horas de sueño y un despertar más natural

"Si hubiese un horario de verano permanente, en los meses de invierno habría falta de luz por la mañana y en los de verano un exceso de luz por la noche, una situación que desajusta el reloj interno y puede provocar bajo rendimiento y vulnerabilidad a determinadas enfermedades", matiza la SES.

Así, en algunas ciudades españolas, un horario de verano durante todo el año supondría que en invierno el amanecer no se produciría antes de las 9.30 horas y que en verano el anochecer llegaría sobre las 22:00 horas.  

El horario de invierno en España es, por tanto, el que permite una mayor sincronía entre la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar. Además conlleva una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar.

De esta manera facilita tener más horas de sueño y un despertar más natural que coincide con el amanecer.

La Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes) y la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, ARHOE, también abogan desde hace años por acabar con el cambio horario y permanecer en el "mal llamado horario de invierno". Entre las razones, propicia un mejor descanso, un mayor rendimiento escolar y una mayor productividad, aseguran.

El 15 de marzo de 2022, el Ejecutivo español publicó en el BOE cuáles serán los cambios de hora de marzo y octubre hasta 2026.  De acuerdo a lo publicado, el último cambio de hora en España está notificado para al menos el domingo, 25 de octubre de 2026. Aunque podría cambiar en función de la propuesta europea.