Esta es la explicación científica de por qué no te gusta tu voz cuando la escuchas en un audio
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- Que no te guste como suena tu voz no es algo subjetivo, es que realmente no suena exactamente como tú te escuchas cuando hablas.
- Esto tiene una explicación científica bastante sencilla, los canales de transmisión del sonido cuando hablas y cuando escuchas una grabación son distintos, por lo que no suenan igual.
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Es algo universal, ¿quién no ha escuchado su voz por primera vez y no se ha reconocido en lo que estaba oyendo? Normalmente, a parte de sentir que es diferente, no te gusta tu voz. Esto tiene una explicación científica.
Lo ha recogidoThe Conversationen un artículo donde han hablado con un cirujano que trata con pacientes que tienen problemas de voz. Él mismo indicaba que era habitual grabar a sus pacientes para analizar los cambios que se producían en sus voces de una visita a otra y comprender si estaban mejorando o no.
Sin embargo, pese a que es una herramienta increíblemente útil para él, los pacientes no disfrutan en absoluto de esas revisiones. El doctor asegura que ha llegado a notar la incomodidad que sienten en la sala cuando escuchan las grabaciones. "¿Realmente sueno así?", es la pregunta que más se repite.
La incomodidad que se siente al escuchar la voz propia en grabaciones de audio probablemente se deba a una mezcla de fisiología y psicología.
Por un lado, el sonido de una grabación de audio se transmite de manera diferente a tu cerebro que el sonido generado cuando hablas, ya que la caja de resonancia desde donde escuchas el sonido cambia.
Al escuchar una grabación de tu voz, el sonido viaja por el aire y llega a sus oídos, lo que se conoce como conducción aérea.
Pero cuando hablas, el sonido de tu voz llega al oído interno de una manera diferente. De hecho, te llega por 2 partes. Gran parte del sonido se conduce internamente a través de los huesos del cráneo. Por eso cuando hablas te escuchas por "dentro" y por "fuera".
Esta es la razón por la que las personas perciben su voz como más profunda cuando hablan. La voz grabada, en comparación, puede sonar más fina y con un tono más alto.
Entonces se podría concluir que, efectivamente, aunque no te guste, la voz que más se asemeja a cómo te escuchan los demás es la de las notas de voz o grabaciones.
Pero no estás solo, un estudio de 2005 hizo que pacientes con problemas de voz calificaran sus propias voces cuando se les presentaban grabaciones de ellos mismos y, sin ninguna sorpresa, tendían a calificar de manera más negativa la calidad de su voz grabada en comparación con las evaluaciones objetivas de los médicos.
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