Formas de pensar y actuar que los ricos utilizan para atraer el dinero (y tú puedes aplicar en tu vida)

Saber manejarse con el dinero es fundamental para tener unas finanzas personales adecuadas y sostenibles en el tiempo. 

Siempre se ha dicho que, si hay un perfil que se preocupa bastante con su capital, por mantenerlo y hacerlo crecer en el tiempo, es el de los ricos. Si algo le preocupa a los que tienen un patrimonio más alto es el de preservar el mayor dinero posible y ser consecuentes con sus estrategias. 

Pensar como ellos puede hacer que te muevas mejor con tu economía. 

Al final, todo el mundo se tiende a parecer entre sí: hay preocupaciones familiares, se busca la felicidad, además de hábitos saludables y seguros. Eso es lo fundamental, más allá del capital que se haya metido debajo del colchón.

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Sin embargo, los millonarios piensan distinto. Es inconfundible e innegable. La gente más adinerada rumia sus ideas de otra manera. Eso los hace y los mantiene en esa escala económica. 

La buena noticia es que cualquiera puede replicar ese pensamiento que tienen los ricos y aplicarlo a su economía doméstica. ¿Cuáles son algunos de los denominadores comunes? A continuación, puedes ver algunos de los más relevantes.

1. Los ricos saben que no tienen conocimientos sobre todo

Las personas que ganan mucho dinero y se aferran a él se dan cuenta de que no tienen todas las respuestas. Como tal, siempre están buscando nuevas y mejores formas de hacer las cosas. Se rodean de personas que tienen diferentes enfoques. 

Habitualmente, disponen de mentores y socios responsables. Además, están dispuestos a considerar ideas que entren en conflicto con su manera de actuar. Si las nuevas ideas son mejores, optan por adaptarse. Su ego no se interpone en el camino de su táctica. Cuando se equivocan, no se ponen a la defensiva ni se lo toman como algo personal.

Eso, comparado con el resto de la gente, es bastante diferente. La mente de los ricos está abierta a un mayor aprendizaje. No hay que apegarse a un enfoque anticuado. La realidad te puede terminar atropellando. 

2. Hacer las preguntas correctas

No se necesita ser ningún genio para realizar las preguntas adecuadas. Se necesita mucho trabajo para obtener todas las respuestas a las muchas cuestiones que debes hacer para comprender realmente una situación concreta. 

Es mucho más rápido y fácil hacer algunas preguntas irrelevantes y luego seguir adelante que sentarse y indagar en lo que resulta más importante. El enfoque de los millonarios iría a obtener la respuesta de ideas como: ¿Qué es lo que realmente queremos? ¿Por qué lo queremos? ¿Cuáles son todas las alternativas? ¿Cuáles son los pros y los contras de cada enfoque? Y un largo etcétera.

Estas preguntas conduciría a plasmar resultados mucho mejores. Los ricos no tienen miedo de realizar las preguntas correctas y luego hacer lo que sea necesario para obtener los resultados.

3. Estar dispuesto a trabajar

Mucha gente que se queda estancada habitualmente se rinden antes de que se produzca el milagro y obtengan resultados positivos. 

Las personas que piensan como los ricos ven los obstáculos, por supuesto, ya que hacen las preguntas correctas, pero, también, están dispuestos a trabajar duro para batirlos.

4. Tener paciencia

Conseguir los objetivos requiere de tiempo. La gente con altos patrimonios es conocedora de ello y sigue adelante en su camino. Por el contrario, otras personas se frustran cuando no obtienen resultados instantáneos y siguen adelante. 

Lamentablemente, la persona que lleva esa dinámica se ve atrapada en una espiral volátil porque siempre está comenzando algo nuevo y nunca llega a ver los frutos de su trabajo. Es importante creer en tus propias ideas y saber esperar.

5. Saber autodirigirse

Este factor lleva de nuevo al punto de hacer las preguntas correctas. La persona eficaz se pregunta continuamente si sus acciones la acercan o alejan de su objetivo. 

En el caso de que veas que vas a la deriva, corrige tu rumbo y vuelve a situarte dentro del carril. Las personas menos eficaces rara vez se autoevalúan. Como resultado, tienen tendencia a no ser productivas.

6. El elogio al resto

Criticar, muchas veces, es el deporte del pueblo. A muchas personas les encanta encontrar los defectos en otros y no pueden esperar tiempo en incidir sobre ellos. Por supuesto, hay gente con dinero que es mala y desagradable, pero la gente con altos capitales no tienen por qué actuar de mala fe. 

Muchas personas ricas aprovechan cada oportunidad que tienen para elogiar a los demás y siempre trabajan duro para suavizar cualquier crítica negativa. Esto mantiene fuertes sus alianzas, construye equipos y motivación. Todos ganan.