Los frutos rojos, también conocidos como frutas del bosque, son un grupo de alimentos con propiedades excepcionales que, seguramente en parte por su precio, no son tan consumidos, a pesar de sus beneficios y versatilidad en la cocina. Pero deberían estar en tu dieta diaria si quieres completar una alimentación verdaderamente sana y que te dará salud y longevidad. 

Verás como cuando veas sus beneficios y propiedades, aunque es cierto que una caja de frutos rojos está relativamente cara, puedes optar por buscar las de temporada y a granel, porque lo ideal es tomar un buen puñado cada día, sean solos o acompañados, sobre todo de un yogur o en ensaladas, que es lo más habitual, aparte de postres. 

Los nutrientes y beneficios de los frutos rojos

Los frutos rojos incluyen fresas, cerezas, arándanos, frambuesas, moras, grosellas y bayas de goji, entre otros. Son conocidos por su bajo contenido calórico (aproximadamente 40 kcal por cada 100 gramos) y su alta proporción de agua, lo que los hace ideales para dietas de mantenimiento o pérdida de peso. 

Sus grandes beneficios y propiedades los hacen estar por méritos propios en la pirámide básica alimentaria, junto con las frutas y verduras, carnes y pescados, lácteos y frutos secos. 

Por qué son tan necesarios en la dieta diaria

Son antioxidantes: poseen polifenoles, que actúan como potentes antioxidantes. Estos compuestos ayudan a prevenir enfermedades crónicas y neurodegenerativas como la diabetes y el Alzheimer.

Contienen vitamina C: una ración de 100 g de fresas puede aportar casi el 100% de la recomendación diaria de vitamina C, esencial para la absorción del hierro, el fortalecimiento del sistema inmunitario y la salud de las encías, huesos y vasos sanguíneos.

Fibra: es fundamental para una correcta salud gastrointestinal. Ayuda a controlar el apetito, mantener estables los niveles de glucosa en sangre y puede reducir los niveles de colesterol LDL.

Precauciones y contraindicaciones

A pesar de sus múltiples beneficios, hay ciertas situaciones en las que el consumo de frutos rojos debe ser moderado en pacientes con patologías renales: el ácido oxálico presente en estos frutos puede formar cristales de oxalato, que podrían obstruir los túbulos renales.

También han de tener cuidado las personas en tratamiento con anticoagulantes: los frutos rojos contienen vitamina K, relacionada con la coagulación de la sangre, por lo que su consumo debe ser controlado en estas circunstancias.

Cuándo se compran los frutos rojos de temporada

Dentro de este grupo, encontramos una gran variedad de frutas, muchas de ellas pertenecientes a la familia de las Rosáceas. La mayoría son de temporada y alcanzan su mejor estado de madurez durante los meses cálidos, aunque algunas están disponibles durante todo el año. Pero para concretar: 

Fresas: su temporada de recogida es de diciembre a junio. 

Arándanos: se recogen de mayo a septiembre. 

Frambuesas: su temporada de recogida es de junio a julio. 

Moras: de agosto a octubre. 

Cerezas: su temporada de recogida es de mayo a junio. 

Cómo conservar bien los frutos rojos

Para conservar su frescura y propiedades nutritivas, es fundamental almacenarlos correctamente, aunque lo mejor es que los consumas lo antes posible, porque se deterioran rápido. De todas formas, si quieres que duren más, elige frutos en un grado de madurez adecuado y guárdalos en el frigorífico, lejos del calor y la luz.

En cuanto a la preparación y limpieza, lava siempre los frutos con agua fría antes de consumirlos y evita dejarlos en remojo para no perder sus nutrientes.

Los beneficios resumidos de cada fruto rojo

Fresas: tienen propiedades beneficiosas para combatir la anemia, protegen el sistema inmunológico y cuidan la salud ocular. Son ideales para dietas bajas en azúcar por su bajo nivel de glucosa. Su temporada de recogida es de diciembre a junio. 

Arándanos: destacan por sus propiedades curativas. Son ideales para combatir infecciones y tiene acción antiséptica y antibiótica en los gérmenes causantes de las infecciones urinarias. Su temporada de recogida es de mayo a septiembre. 

Frambuesas: ricas en ácido fólico y vitamina C, mejoran la circulación sanguínea y fortalecen el sistema inmunológico. Además, destaca por mantener estable los niveles de azúcar en la sangre. Su temporada de recogida es de junio a julio. 

Moras: ayudan a reducir el colesterol malo y aumentar el bueno, mejoran la circulación y ayudan a prevenir la arteriosclerosis. Su temporada de recogida es de agosto a octubre. 

Cerezas: su melatonina regula el ritmo cardíaco y los ciclos del sueño. Son altas en antioxidantes y evitan la pérdida de la memoria. Su temporada de recogida es de mayo a junio. 

En resumen y en conjunto, sus beneficios son numerosos: son excelentes depurativos, combaten las infecciones por su presencia de vitamina C, son antioxidantes, reducen la hipertensión, previenen de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, combaten el estreñimiento por su aporte de fibra, que además regula la glucosa y el colesterol, tiene efectos antiinflamatorios e hidratan y mejoran la piel.