Osos monstruosos, acción sobre ruedas y romances: así fue la alocada cobertura nacional de las elecciones de Corea del Sur

Un osito de peluche sin rostro que toca la guitarra y baila. Una lucha que combinaEl juego del calamarcon Pressing Catch. Una secuencia de persecución y acción al más puro estilo Mad Max. Un momento silencioso, casi romántico, mientras los protagonistas acampan y contemplan la vastedad de las estrellas.

Y ahora es cuando descubres que todo lo anterior son solo algunas escenas de la estrafalaria cobertura que realizaron los medios surcoreanos sobre sus recientes elecciones presidenciales.

El sol artificial de Corea del Sur supera los 100 millones de grados

El pasado miércoles 9 de marzo, el conservador Yoon Suk Yeol obtuvo la presidencia de Corea del Sur y batió a su rival político, el liberal Lee Jae Myung, con menos de un 1 % de margen (solo 250.000 votos de diferencia). Una victoria muy por los pelos.

Millones de ciudadanos decidieron seguir las votaciones a través de medios nacionales como SBS o Seoul Broadcasting System, cadena de televisión privada de Seúl.

Hasta aquí, todo bien. Nada que se diferencie de unas elecciones españolas, por ejemplo. La cosa cambia cuando echas un vistazo a cómo fue el streaming del día electoral en SBS y compañía. 

Aunque hubo muchas actualizaciones informativas clásicas, de tanto en cuanto se produjeron clips de animación surrealistas para representar la carrera entre los 2 candidatos políticos.

Mientras que en una tele española habrías visto el típico gráfico de barras subiendo y bajando, y quizás alguna animación más avanzada, pero puramente informativa, SBS mostró a los 2 candidatos asaltando camiones y vehículos como si fueran protagonistas de una película post-apocalíptica. Y luego bailaron, claro. Puestos a pedir surrealismo, debe haber números musicales.

La sociedad occidental ha podido descubrir esta cobertura electoral tan bizarra gracias a los tuits que fue colgando el periodista Andrew Pengcon las animaciones y metáforas visuales más esperpénticas de ese día. Aquí tienes un buen repaso para ayudar a tu imaginación a crear buenas pesadillas para esta noche.

SBS empezó la cobertura electoral con un osito sin rostro que presentó a los candidatos. A continuación, esta criatura seguramente de origen primigenio y atroz logró engañar a la población humana ayudando a los ciudadanos en labores cotidianas.

Después de una presentación algo clásica de los candidatos, ¿qué mejor manera para representar el recuento de votos que enfrentarlos en un partido de hockey?

Luego se enzarzaron en una extraña pelea para conseguir cartas. Si eres fan del anime, el montaje puede recordarte a Lupin III. O a Ocean's Eleven si te gustan las películas de atracos y asaltos.

A continuación tuvo lugar la gloriosa secuencia de acción que combinó Mad Max y Fast & Furious. Próximamente en PlayStation 5. Después de luchar contra los malos malosos, llegó el momento de dejar a un lado las rencillas y pasar un momento romántico de acampada nocturna.

Este fue el momento más normal de la cobertura: los típicos gráficos que llevan el recuento y, de fondo, un vídeo musical cuya estética parece el hijo ilegítimo entre Dune y Matrix.

Mientras tanto, otras cadenas mantuvieron el estilo estrafalario. Por ejemplo, la rival Yonhap News TV sorprendió con esta animación visual que combina Wii Sports con Mario Kart. Y la cadena MBC prefirió apostar por convertir las elecciones en una partida de cartas al estilo Magic.

¿Sabes las poses de victoria de juegos de lucha como Mortal Kombat, Street Fighter o Super Smash Bros.? El anuncio del ganador parece un homenaje a este género de videojuegos. Y después del gran final, la abominación en forma de oso adorable apareció para despedirse. Bien está lo que bien acaba.

¿Qué ocurriría si se aplicara este concepto tan absurdo pero adictivo a las elecciones españolas? Quizás se lograría llamar la atención del público más joven... aunque quizás mucha audiencia se quedaría más pendiente de ver la próxima frikada que de enterarse exactamente sobre el futuro panorama político.